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El misterio de “Londres después de medianoche”, la película maldita

Este largometraje se habría rodado, según la leyenda, con vampiros reales.

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Al hablar del terror en el ci­ne, es necesario llegar hasta sus raíces para encontrar pe­lículas verdaderamente es­peluznantes, no solo por su contenido, sino porlas diferentes tragedias que se desataron a su al­rededor. Es por eso que en nues­tro ciclo de ‘Películas Malditas’, les traemos los sucesos ocurridos tras la producción de London after mid­night (Londres después de media­noche), un clásico del terror que se rodó en 1927, bajo el mando de Tod Browning, uno de los maestros del cine mudo.

Este montaje fotográfico recrea con imágenes originales la historia de la cinta


Pese a que esta película carece de sonido, logró infundir el miedo sufi­ciente para desatar algunas trage­dias. Este filme cuyo reparto princi­pal estuvo integrado por el afamado Lon Chaney, la bella Marceline Day y Conrad Nagel, está asociado a dis­tintos hechos enigmáticos, a tal pun­to que no quedó una sola copia de ella, toda vez que en 1967 tras un in­cendio ocurrido en un almacén de la Metro Goldwyn Mayer, se hicie­ron cenizas todos los carretes que tenían grabadas las escenas. Dos salas estadounidenses que preser­vaban las últimas copias coinciden­cialmente también fueron incinera­das al año siguiente.

London after midnight, fue la pri­mera película de vampiros que se estrenó en Hollywood. La trama, aunque original para su época no es nada que no se salga de las pautas habituales para un filme de estas características. Sin embargo, lo que si se salió de control fue la supuesta maldición lanzada sobre este audiovisual.

Afiche original de la película producida en 1927

Las consecuencias

Uno de los personajes claves de la película es Lone Chaney (el vam­piro jefe) que por aquel enton­ces era co­nocido como “El hombre de las mil caras”.

Se dice que el rostro de este perso­naje causó autentico terror entre el público, ya que según se cuenta, el fantasmagórico aspecto de Chaney era natural, incluida su afilada den­tadura. La leyenda negra indica que durante la proyección de la pelícu­la, muchos de los espectadores de distintas salas de cine en América y Europa, sufrieron brotes psicóti­cos y ataques de pánico. Esto lle­vó a un juez a prohibir la película en países como Estados Unidos y España.

El suceso más traumático que se conoce relaciona­do con la película es el de un joven en Bos­tón (EE. UU.) que asesinó a su pare­ja, supuestamentepor infidelidad. El confeso asesino relató que veía la silueta del vampiro de la película por todas partes, y que su voz, le obligó a cometer el crimen contra su amada.

Los actores y el director murieron de diferentes tipos de cáncer | Foto: Al Día

A esto hay que sumarle que mu­chos de los actores fallecieron al po­co tiempo de finalizar la película, ago­biados por diferentes tipos de cáncer.

Lone Chaney murió de cáncer de pulmón en 1930, solo tres años des­pués de acabar su papel de vampiro en esta película.

El director Tod Browning, moriría a consecuencia de un cáncer de larin­ge. Solo por citar dos casos.

Según la leyenda, todos estos la­mentables sucesos vienen precedi­dos de una oscura maldición.

Las causas, según cuentan, es que los vampiros que juegan un papel secundario en este largometraje no eran actores, sino vampiros de ver­dad que fueron dispuestos por los productores.

Nada o casi nada se sabe de ellos, toda vez que al finalizar el rodaje se les perdió la pista. Lo que hace aún más misteriosa a este clásico del ci­ne del terror.