ESPECIAL | Conozca la parte seria de los cómics

La mayoría de los latinoamericanos crecimos emocionados soñando con imitar algunas de las proezas de esos fantásticos superhéroes que aparecían dibujados en los cómics, originalmente llamados paquitos en nuestro medio costeño.

Muchas de esas novelas gráficas eran de acción y suspenso, y relataban las apasionantes historias deTarzán, El Fantasma, Dick Tracy, Kalimán. También estaban las de Superman, Batman y Robin, el Hombre araña o Flash (el corredor escarlata). Otras historietas se caracterizan por ser chistosas, o con contenido de humor.

Entre estas Benitín y Enéas, Don Pancho, Mortadelo y Filemón, o el súper famoso Condorito, nuestro personaje suramericano, entre muchas. Todo esto ha generado con el tiempo la confusión acerca de que ¿si esta modalidad de arte pertenece al mundo de los niños o al de los adultos? Y la segunda, respecto a la inquietud de ¿por qué se les llama Cómics, si muchos de sus relatos no son cómicos ni producen risas, pues se refieren a historias de amor, suspenso y hasta de terror? A continuación intentaremos clarificar este tema.

¿QUÉ SON LOS CÓMICS O HISTORIETAS?

La palabra cómics, en inglés, hace referencia a la sucesión o serie de viñetas mediante el cual se narra una historia. Estos dibujos pueden desarrollarse en una tira de prensa, en una página de un periódico, una revista, un libro o un sitio web.

El arte de hacer historietas y viñetas está íntimamente relacionado con el humor gráfico de los caricaturistas de periódicos y revistas (tipo Vladdo, Pepón, Rubens, Matador. O en nuestro medio Guillotín, Turcios, etc. ) siendo su principal diferencia la extensión en la secuencia de gráficos.

¿LOS CÓMICS SON PARA NIÑOS O PARA ADULTOS?

A nivel formativo los Cómics, como los cuentos infantiles, tienen la importante misión de preparar a los futuros adultos acerca de las realidades de la vida, de la existencia de gente buena, pero también para aprender a defendernos de terroríficos personajes con defectos y antivalores con los cuales nos vamos a encontrar en la vida adulta.

De todas formas los Cómics tienen también gran acogida y utilidad entre los adultos, ya que muchos de ellos relatan de una manera animada y más dinámica acontecimientos históricos de un país o una región, siendo a su vez un medio que invita a la crítica y a la reflexión en ese interés de los colombianos por hacer memoria y encontrar su histórica verdad.

Un ejemplo de esto es Los once, una historieta que narra la toma del Palacio de Justicia por medio de dibujos en blanco y negro, en el que los humanos fueron representados por animales.

El cómics es una excelente herramienta para aprender y sirve para estimular el hábito de lectura. Por tratarse de una atractiva mezcla entre imagen y escritura, el cómics contribuye a contrarrestar el analfabetismo, pues los contenidos visuales tienen un mayor impacto siendo más fácil y más rápido de leer por sus consumidores.

HISTORIA DE LOS CÓMICS EN EL MUNDO Y EN COLOMBIA

Ya en los jeroglíficos egipcios y los jarrones griegos se aprecian dibujos que parecen estar contando una historia de forma similar al cómics actual. De todas formas se considera que los primeros Cómics se publicaron en Japón en el siglo XVII, relatando leyendas e historias con ayuda de dibujos. Dos siglos más tarde los ingleses comenzaron a publicar una versión temprana del cómics en periódicos y revistas. Pero es de reconocer que fue Rodolphe Töpffer, un dibujante suizo, quien durante la primera mitad del siglo XIX creó el globo o bocadillo de diálogo y refinó el arte del cómics hasta darle una forma muy similar a la actual. En Colombia la primera historieta nacional fue Mojicón, publicada por Adolfo Samper en 1924. A esta le siguió la revista infantil Chanchito, y ya en la década del 40, Merlín, Michín y Pombo. Pero el mayor auge se dio en la década de los 60 a partir de Copetín, de Ernesto Franco en El Tiempo, y que se ha considerado como la tira cómica más popular y representativa del país. En la misma década aparecerían personajes como Calarcá (de Garzón, en el diario El Tiempo), La Gaitana (de Díaz, en El Espectador), entre otros.

LAS HISTORIETAS EN EL CARIBE COLOMBIANO

En el Caribe Colombiano los hermanos José y Alberto Sierra Quintero han sido considerados los precursores de la modalidad de Cómics históricos. A nivel nacional han sido ensalzados con el Premio Nacional Simón Bolívar por sus creaciones de excelente diseño y documentación con novelas gráficas tales como: Historias del boxeo y en especial la Historia de los Palenques, la cual oscilando entre los datos históricos y las libertades narrativas, cuenta la rebelión del líder palenquero Benkos Biohó contra los soldados cartageneros.

En Barranquilla existen dos colectividades que impulsan este género entre sus seguidores. Por un lado se encuentra el Club del Cómic-Barranquilla, y por el otro Comic Lab. Precisamente esta última organización de dibujantes de viñetas realizó con gran éxito el pasado 4 de Noviembre la Primera Convención de Cómics de Barranquilla y la región Caribe- COMIC LAB 2018.

Allí se dieron cita decenas de practicantes de esta modalidad de arte gráfico, los cuales mostraron sus creaciones a miles de visitantes que embelesados participaron en las charlas, talleres y dibujos en tiempo real allí programadas. Tuvieron como invitados especiales a dos connotadas figuras nacionales: Pablo Guerra y Henry Díaz.

Uno de los dibujantes de Cómics que últimamente se está destacando más es Víctor Herrera Quintero, un estudioso auto-didacta que participó en este evento junto a la también dibujante Silvana Bossa. Herrera Quintero ha asistido en este año a congresos y callejones de artistas en Bogotá y en Nueva York. Como freelance ilustrador, Víctor hizo una historia corta de terror titulada Expreso Macabro, escenificada en un bus de Barranquilla.

En estos momentos se encuentra próxima a publicar una historieta más larga de ciencia ficción teniendo como personaje principal a la niña ‘Alix 27’, la última sobreviviente de la especie humana, que vive una interesante aventura esperanzadora por el espacio sideral.

Con información de: Roque Herrera M.