¿Qué Pasa?

“He escuchado a Dios de cerca y me ha dicho que debo cantarle”, Jorge Oñate

Trabaja en la producción de su primer álbum de música cristiana.

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Rodeado de sus nietos, así se recupera el cantautor de música vallenata Jorge Oñate en su apartamento situado en el norte de Barranquilla, tras ser intervenido el sábado pasado para extraerle cálculos en la vesícula.

La mirada se le ilumina de manera especial cuando mira a las mellizas Nancy y Rosa, de 7 años, hacer sus pilatunas. Rosa se le acerca para cantarle a todo pulmón Patrimonio cultural, canción que le dio nombre a su última producción, la cual estuvo nominada el año pasado al Grammy Latino. ‘El Jilguero de América’ la acompaña en el coro y al final la abraza fuertemente.

“Estas mellitas son mi debilidad”, confiesa. Por su parte Nancy lo toma por la mano derecha y sin importarle las marcas que dejó el catéter, lo invita a bailar El palo, otro de sus recientes hits. “Ay Dios mío estas niñas creen que uno está de 15”, exclama entre risas.

Luego de que pasara el ‘torbellino’ de sus nietas, ‘El Ruiseñor del Cesar’ se abotona su pijama rosada con cuadros rojos y negros, y se dispone a hablar con AL DÍA de los días difíciles que vivió hospitalizado, y también nos mostró cómo vive su parte espiritual.

Reveló que a finales de este año debe culminar su primer álbum de música cristiana, y asegura que este susto le sirvió para afianzar su relación con Dios a quien define como su gran sanador.

P.

¿Cuándo comenzó a sentir los malestares?

R.

Estaba cantando en Bucaramanga a principios de julio y allí comencé a sentir unos dolores en la zona lumbar, yo pensé que era algo muscular y no le presté mucha atención. Al día siguiente viajé a Maicao (La Guajira), y reapareció el mismo dolor que me dejaba teso. El martes pasado el dolor se tornó insoportable, por lo que me internaron en la Clínica Cardiovascular en Valledupar.

En un principio se decía que eran problemas cardiacos, pero para la gloria de Dios no fue así, sino que se trataba de cálculos en la vesícula. El viernes me trasladaron a la Clínica Iberoamericana en Barranquilla donde me operaron el sábado en la mañana y ya hoy me siento bastante aliviado.

P.

¿Alguna otra vez lo habían operado?

R.

En 2007 en Ocaña interrumpí un concierto para ser intervenido de un absceso en el recto, esa vez me vi grave porque fueron tres cirugías las que me hicieron debido a que me compliqué demasiado y casi se me convierte en una peritonitis. Estuve bastante maluco, pensé que era mi final.

Por eso es que estos temas de quirófano me ponen muy nervioso, pero apegado del médico más grande que es Dios pude salir adelante, porque no es fácil a los 68 años afrontar una cirugía.

P.

¿Cómo fueron esos días de convalecencia?

R.

He contado con el apoyo incondicional de mi familia y de mis seguidores que para mí eso es algo más que reconfortante.

Dios me sacó de esta, yo vengo en un proceso espiritual muy importante desde 2015, el año pasado me convertí a la religión cristiana, ya estoy bautizado y asisto a la iglesia del pastor Francisco Mindiola en Valledupar donde he escuchado a Dios de cerca y me ha dicho que debo cantarle y servirle.

P.

¿Tiene en mente alguna producción dedicada a Dios?

R.

Sí, mi próximo trabajo estará dedicado en su totalidad a mi gran sanador, serán 10 canciones de las cuales ya hemos trabajado en 6 de estas. Estaré acompañado de acordeoneros que también están dedicando su vida a Dios como Chiche Maestre, Jesualdo Bolañito, Carlos José ‘Kalata’ Mendoza y Wilber Mendoza.

Compositores muy reconocidos que también están enfocados en servir a Jesucristo como Chiche Maestre me están respaldando en este propósito tan hermoso que es cantarle a Dios sin salirme de la originalidad de la música vallenata y esa poesía que me ha caracterizado por más de cinco décadas.

Este trabajo debe estar grabado antes de que finalice el 2018 y va a ser algo grande porque Dios me está llamando hace rato, quiere que yo le canté y debo obedecerlo, esto que me pasó fue un llamado que no debo desatender, así lo he interpretado y por eso ahora más que nunca dedicaré mis días a cantarle a él.

P.

¿A nivel comercial qué está preparando?

R.

Vamos con dos canciones para Fin de Año, un paseo alegre y otro romántico. Yo hablaba con mi ahijado Silvestre y me dijo que de ahora en adelante hay que grabar sencillos y valernos de las plataformas digitales para llegar a más personas, ese ahora es el escenario en el que hay que mostrarse.

Ojalá yo años atrás hubiese contado con estas herramientas, en mis inicios no andaba ni en Thermo King, sino en ‘Thermo Polvo’ (risas). Yo inicié a los 15 años y para presentarme en televisión fue un lío, hoy cualquiera produce sus videos y los comparte en redes sociales y logra triunfar, pero antes era una tarea muy complicada.

P.

¿Sintió el respaldo de sus seguidores en los días de convalecencia?

R.

Estoy inmensamente agradecido con los medios de comunicación de todo el país que han estado pendiente de mí, también con mis seguidores que me escribían en redes, eso me llenó de sentimiento y me compromete a seguir cantándoles. En la vida hay momentos alegres y también otros llenos de tristeza, me tocó este cargado de nostalgia, pero al final salgo recargado al poder percibir tantas muestras de cariño.

P.

¿Cuántas presentaciones interrumpirá para poder recuperarse?

R.

Suspendimos ocho presentaciones, me tocan 15 días de reposo y lo que sí puedo asegurarles es que Jorge Oñate va a regresar con más fuerza y lleno de canciones hermosas, con la bendición de Dios lo que hay es Jorge Oñate pa’ rato.

P.

¿A los 68 años, usted tiene algún problema de salud?

R.

No, soy un hombre lleno de vida, no tengo problemas de corazón, de presión o de azúcar, a mis casi 70 años me siento como de 20. Tuve una urgencia por esto de los cálculos que para mí se derivó de tanto comer queso, así que a partir de ahora deberé tener una dieta rigurosa.

Estuvo visitando a su exacordeonero Julián Rojas para ofrecerle una serenata en su cumpleaños

P.

¿Qué le aconsejó para superar la drogadicción?

R.

El vallenato está perdiendo una figura muy importante en el acordeón como es Julián Rojas, un músico extraordinario con unos dotes de creatividad y musicalidad grandes, así que en este duro momento por el que atraviesa en ese centro de rehabilitación en Valledupar decidí visitarlo y llevarle música.

Estoy orando mucho a Dios para que lo ayude a salir de este capítulo oscuro. Le dije que solo Dios es quien puede mostrarle nuevamente caminos de luz y así él no siga tocando, debe luchar por estar bien con Jesucristo. Está rodeado de sus nietas en el calor de su hogar.

R.

¿Cuéntenos que tan hogareño es usted?

P.

Soy muy de muy familia, de mi esposa, mis tres hijos (Jorge Luis, Jorge Daniel y Delfina Inés) y mis siete nietos, entre ellos las mellitas Rosa y Nancy que son la continuidad mía, ellas son unas artistas, la una baila, la otra canta, en fin creo que no hay mejor lugar para recuperarme que a su lado, aquí me siento pleno.

P.

¿Cuál es el llamado que les hace a los jóvenes que quieren hacer música vallenata?

R.

Leí una entrevista esta semana en AL DÍA en la que hablaba Juancho De la Espriella sobre la preocupación que tiene por el vallenato y creo que tiene mucha razón porque se sintió culpable de haber permitido tantas mezclas.

Pienso que nosotros hicimos una historia dentro del folclor, hablo de artistas como Diomedes Díaz, Poncho Zuleta, Rafael Orozco, Silvio Brito, Beto Zabaleta, Iván Villazón y Farid Ortiz, y ahora todos quieren llenar esto de fusiones, a Jorge Oñate jamás lo verán en esas porque siento que pierdo mi identidad. Los jóvenes deben buscar la forma de rescatar la música tradicional y no aliarse con los reguetoneros y champeteros, hay que volver a la época de la poesía.

[VER: “Tengo una angustia grande por la música vallenata”, ‘Juancho’ De la Espriella ]