¿Qué Pasa?

La historia del gran Johnny Gee, el barranquillero genio de las mezclas

Canta, es humorista, hace radio y toca 20 instrumentos. Esta es su historia.

Compartir en:
Por:

El único barranquillero que se dio el lujo de ‘cantar a dúo’ una canción carnavalera con Michael Jackson, es Johnny Gastelbondo Montenegro. Incluso, puso al mítico rey del pop a interpretar su famosa pieza Bad en ritmo de chandé.

Si no lo creen, puede ver en YouTube y comprobarlo en el canal de Johnny Gee, nombre artístico de este genio de las mezclas musicales, y escuchar los temas Arremángala Arrempújala y el video Michael Jackson en el Festival de Orquestas.

En ese canal también podrá encontrar éxitos indiscutibles de la radio que han nacido de su inagotable ingenio y creatividad. ¿Se acuerdan de la canción Mesa que más aplauda con los nombres de los barrios de Barranquilla? ¿O de Se formó el desorden mix , una mezcla que dio ‘palo’ en los Carnavales de 2003 y en la que fusionó La Candela Viva , El Garabato, La Estera, entre otros, con un interminable golpe de tambor y un saxofón de fondo?

Precisamente ese mix —que cobra vigencia cada año— sacó del anonimato a Johnny Gee y le permitió conseguir uno de sus sueños: ser grabador y productor de una emisora.

“Tomé la base de Makitronik, otro DJ, e hice esa mezcla cuando trabajaba con la orquesta del Piso 26 del hotel Barranquilla Plaza, donde trabajé 15 años. El DJ de este entonces, Alex Riquett, la puso a sonar el 31 de diciembre de 2002 y fue una locura. Luego él mismo se la mostró a Owy DJ, de Oro Puro, quien a su vez se la enseñó a Andy Pérez, el director de Olímpica Stereo. Le gustó y la puso a sonar. Yo me emocioné tanto que creía que estaba soñando. Y la llevé a Tropicana y a Rumba Stereo, para que también la pusieran, recuerda Johnny, de 47 años.

Andy Pérez —dice— le recriminó haber llevado la canción a las competencias. Así que le pidió que hiciera otra y le ofreció el puesto de grabador-productor de la Organización Radial Olímpica (ORO) en febrero de 2013.

“Recuerdo que me preguntó si sabía manejar el sistema y yo como quería trabajar dije que sí, pero era mentira. Tuve que ir a mi casa a descargar el manual del Adobe Audition y leerme las 200 páginas. A la primera que me tocó grabarle fue a Joyce Lozano, imagínate. Estaba nervioso de que el comercial, con esa voz tan hermosa, no saliera bien”, cuenta.

MÚSICO Y MELÓMANO

Antes de llegar a Olímpica, Johnny estudió electrónica, ingeniería eléctrica, música, actuación; fue bajista de tres orquestas y actor de programas de humor en Telecaribe. Nació en el barrio Las Nieves, en el seno de un hogar conformado por Rafael Gastelbondo y María Montenegro. A los tres años se mudaron para Ciudad Jardín. Tuvo cinco hermanos y solo él salió con vena artística.

“Mi papá era un melómano empedernido. Escuchaba de todo. Tenía una radiola modernísima en esa época y siempre había un acetato que escuchar. De ahí me nació el gusto por la música”, afirma.

Su infancia estuvo marcada por dos instrumentos:la guitarra, que empezó a tocar a los 7 años y el acordeón.

“Primero me compraron uno de juguete, después mi papá, como vio que me aprendí la Piña madura y el Guayabo de la Ye, me compró uno de dos hi leras. Y así fui avanzando”, rememora.

Johnny Gee (la ‘G’ es la inicial de su apellido y las dos ‘e’ son para que suene ‘yi’) estudió el bachillerato en el Colegio Americano, donde conformó un conjunto clásico de vallenato que ganó un Festival intercolegiado. La música, curiosamente, le hizo descuidar los estudios y tuvo que graduarse en el Gabriela Mistral.

“En principio quería ser Ingeniero Electrónico, pero esa carrera cuando me gradué no la había. Así que estudié electrónica en el Corpest. Luego creé un piano sin teclas, solo con resistencia electrónica, lo presenté al Sena para entrar. Después me presenté a la Universidad del Norte, a Ingeniería Eléctrica. Pero no quería eso, a mí lo que me gustaba era crear parlantes, cosas que estuvieran ligadas al sonido”.

Johnny, impulsado por su familia que quería que fuera un artista, ingresó a estudiar actuación en la Academia de Arte y Gimnasia del Caribe. Recibió grado en 1989 y trabajó con el Compa’e Lencho primero, luego con Lucho Chamié y con Jairo Paba en la radio.

Además, perteneció a las orquestas Zoila Nieto y la inspiración, Tentación y Los leones del ritmo. Es un virtuoso, porque además de cantar, toca 20 instrumentos.

Al igual que su papá, es melómano empedernido, conocedor de la música como ninguno. Precisamente ese conocimiento musical permitió lograr otro milagro: que Héctor Lavoe ‘grabara’ Canto a Barranquilla, después de grabarCanto a Borinquen.

En las emisoras, a fin de año, se escucha hasta el cansancio la voz del Cantante de los cantantes diciendo: “saludo a mi Barranquilla, en Navidad”y luego cantando: “Curramba te quiero porque en ti nací, y en ti fue que vi resplandor primero”.

“Reemplacé la voz de Lavoe cuando dice ‘Borinquen’ y ‘Puerto Rico’. Para eso me ayudó Marlon García Argote (del dúo Ángel y Marlon); pasamos toda una tarde para que lograra decir con similitud en el tono y la tesitura de Lavoe ‘Barranquilla’ y ‘Curramba’. Solo eso, porque el resto es el mismo Héctor”.

Johnny también hizo una mezcla genial con Diomedes Díaz que casi le cuesta un pleito con la Sony.

“Cuando estuvo preso, un periodista amigo mío (Javier Fernández Maestre) lo entrevistó en la cárcel. Allí, Diomedes le cantó a capela un pedazo de la canción A mitad del camino, que iba a salir en el álbum Pidiendo Vía (2003). Mi amigo me mostró la grabación y decidimos hacerle un montaje con un conjunto vallenato un mes antes de que la disquera sacara el CD y la pusimos a sonar”, cuenta.

El acordeón lo puso Rubén Lanao y la guitarra, Carlos Eduardo Vargas, locutor de Radio Tiempo. Por esa mezcla y otra que hizo con El Perdón, que cantó Diomedes en una rueda de prensa a capela, el Cacique De La Junta le envió un saludo en el tema Perita en dulce (álbum La Voz , 2007): “...para Johnny Gee, mezclando en Barranquilla”. Ese gesto aún lo agradece. Precisamente esa es su mayor satisfacción, el reconocimiento y el cariño de la gente por su trabajo.

Aquí se habló de