¿Qué Pasa?

Las reinas con estrella en Carnaval

Ocho soberanas han celebrado sus fiestas con títulos alcanzados por el Junior de Barranquilla. Algunas cuentan su experiencia.

Compartir en:
Por:

Cuando Junior alcanza una estrella un solo pensamiento se apodera de Colombia: ¡se prendió el Carnaval de Barranquilla!

El júbilo que despierta el tiburón lo confirma. Calles pintadas del rojiblanco de las camisetas, caravanas de celebración, música, baile, ritmo y color demuestran que cuándo el Junior gana no hace falta una Lectura de Bando para que la ciudad y la máxima soberana de las carnestolendas decreten que en Barranquilla el Carnaval se adelantó.

El sábado fue una muestra de eso. “Mi Junior del alma, primero que todo: gracias. Porque fueron ustedes quienes calentaron los motores para que este Carnaval sea de los mejores”, dijo la soberana de la fiesta de este año, Carolina Segebre, al leer su bando.

El artículo tercero del decreto que da vía libre a los barranquilleros para gozar y bailar tuvo un momento especial para los hinchas rojiblancos el cual incluyó la aparición de Teófilo Gutiérrez y una ovación por parte de los asistentes. “Una orden Barranquilla: a mi Junior nunca vamos desamparar. El Metropolitano lo quiero siempre a reventar. Soy la Reina de la octava y por eso hoy les canto con mi barra brava”, dijo Carolina al tiempo que Teo ondeaba una bandera del equipo tiburón.

De 86 reinas que han presidido las fiestas más importantes de Colombia, solo ocho han tenido la fortuna de consagrarse con el número de una estrella: Nora Aduén, la reina de la primera (1977); Ana María Donado, la de la segunda (1980); Claudia Dangond, la de la tercera (1993); Katia Nule, la soberana de la cuarta (1995); Kathy Flesch, la de la quinta estrella (2004); Giselle Lacouture, la de la sexta (2010); Andrea Jaramillo, la de la séptima (2011); y Carolina Segebre, la reina de la octava.

Una pollera de rayas, por supuesto rojiblancas, un top azul con ocho estrellas y un tocado característico de una reina fue todo lo que necesitó Carolina para aventurarse a acompañar al equipo de sus amores en una de las travesías más grandes de su historia: la vuelta olímpica de la octava estrella.

“Viví la final ida y vuelta como nunca. El 8 de diciembre que Junior jugó el primer partido de la final de la Liga Águila con Medellín yo tenía que desfilar en la Gran Parada de la Luz, en el recorrido iba preguntándole a la gente del público ‘¿cuánto van?’ y me decían ‘0-0’. Apenas terminé el desfile me fui al estadio a apoyar a todos los jugadores y cuando iba entrando escucho el Metro estallar en un grito de gol y no me la creía. Luego, metieron tres más. En el estadio todos me decían que llegue con la suerte”, cuenta Carolina.

La segunda parte de la final no fue menos emocionante para la Reina. Ese 16 de diciembre Carolina lo cataloga como “inolvidable”. Bailó, gozó, lloró y celebró con Barranquilla el título que la ciudad esperaba desde el 2011.

“Cuando Junior ganó me fui directo al aeropuerto y esperé ansiosa que llegará el equipo con la Copa. Estuve en la pista y le di la bienvenida a nuestros jugadores, los felicité, les di las gracias, cargué la Copa.

Fue increíble. La mejor parte fue acompañarlos en una caravana hasta el estadio y compartir con toda la ciudad esa alegría. Creo que el ser la reina de la octava estrella marca uno de los mejores momentos de mi Carnaval”, relata la soberana.

Cada una de las reinas que vivió una estrella del tiburón recuerda al igual que Carolina el momento exacto en que el pitazo final las incluyó en la historia de Barranquilla. Y aunque ninguna lo celebró igual, todas sacan pecho al mencionar el número que Junior les regaló.

“A donde quiera que voy digo ‘soy la reina de la sexta”, cuenta Giselle Lacouture, reina del Carnaval 2010.

“Recuerdo cómo pedí la estrella, para mí fue diferente, porque cuando Junior se coronó campeón en el mes de junio ya mi Carnaval había pasado, pero ese día mi deseo se hizo realidad. Que el equipo obtenga una estrella en tu año es un plus, un valor agregado, la cereza arriba del pastel. Ya había vivido todo: el cariño de la gente, la mejor etapa de mi vida y encima Junior me regala lo que tanto quería. No podía pedir más nada”, agrega Giselle.

“Yo visualicé esa estrella. Fue una suplica colectiva, la sexta yo la pedí en mi Bando, era la primera vez que una reina del Carnaval hablaba del Junior y canté esa petición con toda Barranquilla. Recuerdo que cuando mencione al equipo todo el estadio estallo en ‘olele olala, Junior tu papa que viva el Carnaval”, relata la exreina, que también ayudó a redactar el Bando de Carolina, en el que se agradece por la octava.

Giselle recuerda que el día que Junior alcanzó la estrella estaba fuera de la ciudad. “Ese día estaba en Bogotá, en Gaira con Carlos Vives y lo primero que recordé fue el decreto de mi Bando: ‘Este es mi más grande petición: que nuestro Junior del alma empiece con racha ganadora (…) Y que el 2010 celebremos la sexta estrella para que barranquilla luzca más bella”.

La quinta estrella del cuadro rojiblanco la recibió Kathy Flesch como soberana de las carnestolendas, fue en el año 2004, un partido al que ella califica “de infarto”.

“Ese partido fue fenomenal. La semana anterior Junior había ganado 3–0 frente a Nacional, la serie iba a nuestro favor. Ese día el marcador iba 5–1 a favor de nacional, Junior iba perdiendo la Copa por un gol, pero al último minuto Walter Ribonetto igualó el marcador para la tanda de penal. Junior ganó y Barranquilla celebró como nunca”, cuenta Kathy.

Para ella, esa estrella fue todo lo que necesitó arrancar con su Carnaval. “Empecé mi reinado con el pie derecho, porque es real que cuando Junior gana una estrella, el Carnaval se adelanta. La gente cambia la actitud, la ciudad se prende literalmente, yo lo sentí. Ahí arrancó todo”, dice Kathy.

No todas celebraron el título de la misma forma, cada año se vivió con una pasión diferente, pero las soberanas que hasta hoy alcanzaron una estrella del Tiburón en su reinado llegan a la misma conclusión: reinar con una estrella es un privilegio que solo Barranquilla entiende, porque tal y como lo reza el Carnaval ¡quien lo vive, es quien lo goza!

Nora Aduén, reina de la primera estrella (1977)

Con Eduardo ‘El Indio’ Solari, Alfredo ‘El Maestrico’ Arango, Jesús ‘El Toto’ Rubio y Juan Ramón ‘La Bruja’ Verón fueron figuras ese año en el equipo.

Ana María Donado, reina de la segunda

El equipo tiburón logra su segundo título al no perder ningún partido en el cuadrangular final. El Deportivo Cali fue el subcampeón en ese torneo.

Claudia Dangond, soberana en 1993

Víctor Pacheco, El Pibe Valderrama, Iván Valenciano, Jorge Bolaño y Oswaldo Mackenzie fueron algunas de las figuras del equipo liderado por Julio Comesaña.

Katia Nule, la reina de la cuarta estrella

Con 24 goles, Iván Valenciano fue el mayor artillero del torneo. José María Pazo, Alexis Mendoza y Cristian Montesinos estaban en la nómina.

Kathy Flesch comandó la quinta estrella

En tanda de penales, los tiburones consiguieron su quinto título ante Atlético Nacional en el Atanasio Girardot, en Medellín con Miguel Ángel ‘El Zurdo’ López como DT.

Giselle Lacouture, la del sexto título rojiblanco

Con gol de Carlos Arturo Bacca faltando cuatro minutos para el final del encuentro, el equipo tiburón venció 3-2 a la Equidad y consiguió la sexta estrella en 2010.

La séptima llegó con Andrea Jaramillo Char

Con un 2-4 en los penales ante Once Caldas, el elenco dirigido por José Eugenio ‘Cheché’ Hernández logró alcanzar un nuevo título para su escudo.

Con Carolina Segebre se logró la octava

El 16 de diciembre del año pasado el equipo dirigido por Julio Comesaña alcanzó la octava estrella en una final ante el Deportivo Independiente Medellín.

Con información de: Michelle Romero.