Emiro Emiro, cuyo nombre es referencia inevitable al momento de hablar de la sabana.
Emiro Emiro, cuyo nombre es referencia inevitable al momento de hablar de la sabana.Archivo
Cooltura

¡Miguel Emiro es un porro hecho hombre!

Una de las bandas más tradicionales del caribe cumple 50 años.

Compartir en:
Por:

Una violina amenizó la primera infancia del hombre al que se le pude llamar porro, por compartir las características que toda esa palabra encierra: alegría, folclor e idiosincrasia. En la estirpe de la familia Naranjo hay de todo, incluyendo un maestro de música y director de banda, el reconocido Miguel Emiro, cuyo nombre es referencia inevitable al momento de hablar de la sabana.

La banda en compañia de los actores de 'Caballo Viejo' en cereté, en los años 80 | Fotos: Archivo particular

Llegó al corregimiento de Laguneta (Ciénaga de oro) el martes 31 de marzo de 1964 como maestro de la Escuela Rural de Varones de ese corregimiento. No fue solo, lo hizo acompañado de su primo Hugo Pretelt Naranjo y una maleta repleta de libros, un balón y su entrañable violina.

La historia de esa armónica labró los surcos de un camino que tiene como paisajes a los clarinetes, bombos, platillos y trompetas, propios de la Banda 19 de Marzo de Laguneta, de la cual es su director y que mañana llega a sus 50 años de creación.

“Yo le debo el talento primero a Dios y segundo a mamá y papá, por la exploración de ese talento. Mi mamá me mecía en una hamaca cantándome canciones del momento como rancheras, corridos, tangos y boleros porque ella cantaba muy bien. Papá al ver que yo era un muchacho inquieto que pasaba silbando, me compraba en el mercado de Cereté unas violinas y entonces me volví autodidacta de ese instrumento”, contó Naranjo.

 

Enamoramiento con la música

 

Así comenzó a componer canciones y a cantar las que su mamá le enseñaba mientras lo arrullaba. ‘‘Cuando iba al colegio era el ‘showman’ entre mis compañeros. En el bachillerato fui corneta mayor en la banda del colegio y cuando me nombran docente en Laguneta yo me llevé la violina y allá con un chocoano y el compadre Juan Oviedo Ortega comenzamos a hacer música, uno con la tumbadora, otro con una marimba y yo con la armónica. Por esa razón la gente enfocó en mí el talento”, rememoró el maestro.

 

Hizo de todo

 

En su libro Bodas de Oro de la Internacional Banda 19 de Marzo de Laguneta, Miguel Emiro Naranjo cuenta que planificó en la escuela un horario de clases con dos jornadas, en el que incluyó para los sábados las asignaturas de deporte, música y canto. Igualmente realizaba jornadas deportivas, culturales y atendía visitas románticas, parrandas familiares y callejeras. Con fecha exacta recordó que el 15 de abril de 1964 se reunió con un puñado de jóvenes laguneteros para organizar un selecto equipo de futbol llamado Atlético Laguneta. “Este onceno fue tan aguerrido que triunfaba en casi todos los encuentros que realizaba y precisamente en el mes de octubre del mismo año, es decir seis meses después, fuimos los campeones del Torneo municipal de fútbol organizado para esa época en Ciénaga de Oro”, plasmó Miguel en su libro. Un capítulo aparte en la vida de Miguel Emiro es la adquisición de su primera trompeta.

La portada de uno de los discos de la banda 19 de Marzo de Laguneta | Foto: Archivo particular

De esa anécdota hay mucha tela por cortar, o mejor, cantar. El maestro recuerda que Miguel Antonio Salgado Martínez, ‘el Ñato’, músico mayor de la Banda Santa Cecilia de Pueblo Nuevo, le dio fiada una trompeta de fabricación alemana, marca Tone King, de segunda mano, avaluada en la módica suma de quinientos pesos. El plazo para cancelársela era de 30 días inicialmente, pero Naranjo se atrasó en el pago debido a que el sueldo del Magisterio no llegaba a tiempo y en últimas le tocó abonarle cuotas y los 50 pesos restantes se los pagó sirviéndole como trompetista en varios toques. A raíz de esto los malos entendidos fueron disueltos y el lío olvidado.

 

Sobre las propuestas

 

El concepto que el director de la banda tiene sobre el porro y sus derivados es retrógrado, si bien es cierto apoya las nuevas propuestas, pide que respeten la esencia de ese género, la cual en últimas es a lo que verdaderamente se le debe llamar porro. “Todo vale. El problema es que el artista propone a una sociedad de consumo que tiene la última palabra y es la que dice si eso está bien o está mal. La Banda de Laguneta ha grabado villancicos y porros cantados y a la gente no le ha llegado eso, entonces si hay una propuesta moderna que rebase los conceptos de los pelayeros, por ejemplo, que hicieron los porros tradicionales yo diría que estamos cambiando el gusto.

"El porro es un elemento de la cultura que tiene sabor, color y olor que deben saber a tierra auténtica”, expresó.

Todos esos elementos los tiene inmerso en las partituras de la Banda 19 de Marzo de Laguneta, con la cual ha hecho escuela. Del aniversario 50 de esta agrupación hablaremos en la edición de mañana, detallando su creación y rumbo.

Aquí se habló de