¿Qué Pasa?

¡Qué linda mi cuadra es...en un 8 de diciembre!

La festividad marca el inicio oficial de las fiestas decembrinas. Familias se reunieron desde temprano en las terrazas de sus casas.

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A lo lejos se escucha la detonación de un cohete, y en cuestión de segundos el cielo de los alrededores de los barrios Los Andes, San Felipe, Cevillar, El Carmen y Buena Esperanza, en Barranquilla, se llena de colores con el estallido de los juegos pirotécnicos.

Eran las 10 de la noche y la ciudad, como muchas otras en el país, se preparaba para celebrar la Noche de Velitas en honor a la Inmaculada Concepción de la Virgen María, festividad que marca el inicio oficial de la Navidad.

La tradición parece estar intacta: faroles de madera y celofán, agrandaron la luz de las velas, mientras los acordes de Las cuatro fiestas y otras canciones propias de esta época le pusieron banda sonora al ambiente.

Equipos de sonidos en las terrazas de las casas avivaron la alegría de las personas que, por esa noche, se reunieron como “ritual sagrado” heredado de los antepasados.

Carlos Navarro, habitante del barrio La Ceiba, dice que lleva los 43 años de su vida realizando –casi que de manera intacta– la celebración de velitas, como sus abuelos y padres le enseñaron.

“Ha habido cambios significativos en la celebración de esta tradición. Antes el ambiente era más festivo, incluso más familiar. Ahora vemos que las personas prefieren irse a las discotecas y eso hace que la tradición se vaya perdiendo”, expresó Navarro en compañía de sus hijos, a quienes ayudaba a encender los faroles.

En otro punto de la ciudad, en Soledad 2000, Odalis Cano Serpa decidió reunirse, con toda la familia y vecinos, para celebrar la noche de las velitas al ritmo de un potente ‘picó’ que se encontraba en la terraza de su casa.

“Nos reunimos durante esta noche (del miércoles) para iniciar las festividades de fin de año. Prendemos los farolitos llenos de positivismo, y con buenos deseos”, asegura la mujer, que muestra un espíritu fiestero.

A medida que las horas trascurrían, la festividad se iba despertando con sus feligreses. Ya esto no es cuestión de religiosidad ni de adorar a nadie, simplemente la celebración forma parte de una tradición que no queremos dejar morir”, señaló Odalis.

Otros espacios. Los parques de la ciudad también fueron escenario para que las familias compartieran. Los coloridos adornos navideños fueron la mejor excusa para dar un paseo y posar reunidos en busca de la mejor selfi de la noche.

Andrés Ramírez disfrutó en el parque Los Andes.“Venimos a traer a unos sobrinos para dar tiempo a que sea la hora para encender las velitas”,señaló Ramírez. “Este año, el ambiente navideño en estos espacios se ha sentido más”, afirmó.

Seguridad

De acuerdo con los datos suministrados por la Policía Metropolitana de Barranquilla, durante la noche del miércoles y la madrugada de ayer fueron desplegados 4.700 uniformados, para implementar estrategias preventivas y operativas, que incluyeron acciones encaminadas a garantizar la seguridad de los ciudadanos.

En ese sentido, los uniformados ejercieron control las entradas y salidas de la ciudad, en la Terminal de Transportes y en el aeropuerto Ernesto Cortissoz.

La institución aseguró que estos planes estarán desplegados durante la temporada navideña.

Cartagena pidió por la paz

Luego de la inauguración del alumbrado navideño en el Centro Histórico de Cartagena, la celebración se trasladó a los barrios. En Las Gaviotas, un vecindario del sur de la ciudad, por ejemplo, los pequeños, acompañados por sus padres, tuvieron en esta ocasión un motivo especial para celebrar y pedir su deseo por cada vela que encendieron: la paz.

Deseos sobre rieles en Santa Marta

En la capital del Magdalena la celebración de las velitas casi se opaca por la lluvia. Sin embargo, hubo un lugar en donde ‘San Pedro’ fue benévolo: Villa Betel, al suroccidente de la ciudad. En este deprimido sector, poblado por desplazados, los niños encendieron las velas sobre los rieles de la línea férrea. El mensaje fue de salud y paz.

En Sincelejo, velas por las víctimas

Decenas de velas encendidas decoraron las calles, casas y parques de Sincelejo. A la tradición se adicionó un motivo más para celebrar, decir “no más víctimas en Colombia”. El Parque Santander de la capital sucreña fue adornado con fotografías de personas desaparecidas o asesinadas, que con velas y faroles formaban la palabra paz.

Las velas iluminaron las calles de Montería

La alegría de la temporada decembrina se ratificó la noche del 7 y la madrugada del 8 de diciembre en Montería. Las calles de la ciudad fueron iluminadas por caminos de velas que se extendieron en las zonas del centro y barrios de la capital cordobesa. Asimismo, los faroles impusieron la tradición de esta fecha, en la que la ilusión de pedir deseos en cada vela encendida integró a las familias sinuanas.

La tradición se mantiene en Valledupar

Los vallenatos prendieron velas de colores entre la noche del 7 y la madrugada del 8 de diciembre, para conservar una de las tradiciones más arraigadas en la capital del Cesar. El grupo cívico infantil de la Policía lo hizo en la emblemática plaza Alfonso López, con un mensaje de paz. En los barrios también se vivió la jornada con mucha alegría, porque se convirtió en un motivo de integración familiar.

"Show navideño adornó a Riohacha"

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