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VIDEO | Aficionados llenan de color las tribunas de los Juegos 2018

Más de 5.000 espectadores asistieron este jueves a ver béisbol, boxeo y baloncesto 3x3 con particulares formas de apoyar a sus deportistas. Las banderas y la música no faltan.

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Lo que antes era un ambiente carnavalero en los escenarios deportivos, como el Elías Chegwin o el Tomás Arrieta —ahora Édgar Rentería—, cuando se celebraban en ese entonces el Festival de Orquestas y desfiles en la Vía 40, se convirtió en romería de aficionados amantes de los Juegos 2018, quienes festejan su propio Carnaval en las tribunas de los estadios.

Y eso se refleja en los periodos previos, durante y después de los compromisos competitivos en el marco de los Juegos Centroamericanos y del Caribe Barranquilla 2018. Al menos en la zona exterior del estadio de béisbol, un grupo de barranquilleros le dio ayer un tono festivo al jueves por medio de la tambora, la flauta de millo y la guacharaca con la que estaban acompañados, mientras esperaban el inicio del duelo entre Colombia y Puerto Rico.

Sin embargo, ellos no eran los únicos músicos del lugar. Si en la cancha se preparaba una confrontación deportiva entre ‘cafeteros’ y ‘boricuas’, afuera había un “sano enfrentamiento musical” entre estos dos países, con la presencia de Rubén García y su conjunto, quienes llegaron entonando bomba y plena, música tradicional de Puerto Rico, para hacerle competencia al mapalé de Arturo González, quien oficiaba como local.

Los más favorecidos eran los asistentes, quienes grababan y movían sus hombros coordinados con ambos ritmos.

Ya en el interior del escenario el ambiente no era tan amistoso. Los puetorriqueños querían corear una estrofa alentadora a su novena, que perdía una carrera por cero en el cuarto inning, pero la masiva colombiana se unía para exclamar “¡Colombia, Colombia!”, ahogando el impulso visitante.

Al término del juego, no importó el resultado final. Locales y visitantes se estrecharon sus manos sonrientes y, unidos, “armaron” la fiesta en la gradería del estadio remodelado.

‘Golpes’ de alegría

Unas 29 calles más hacia el norte, en el salón Jumbo del Country Club, una delegación de 15 mexicanos no paraban de alentar a su luchadora, cuyo nombre es Dulce Vásquez.

Tampoco fueron solos, pues estaban acompañados de una matraca, una corneta, una flauta y las infaltables banderas del país ‘manito’, elementos con los que se hicieron sentir, como si el ruido que causaban le impregnaba fortaleza a su pugilista favorita. “Este es el estilo nuestro”, dijo orgulloso Ricardo Rodríguez, mientras los colombianos, por hacer oposición, gritaban “Guatemala, Guatemala” y se reían.

Por su parte, en la Plaza de la Paz, donde se adaptó un espacio para el baloncesto 3x3, el ingreso fue gratis, lo que causó una mayor demanda de público que, a diferencia de los dos eventos anteriores, permanecían en silencio viendo los movimientos de los deportistas. “Me llama la atención la talla de Clenia Noblet”, refiriéndose la espectadora Maryenis Ospino al biotipo de la basquetbolista cubana.

Aunque no se tiene un registro oficial de la asistencia a estos tres escenarios, unos 6.000 aficionados ingresaron a estas competencias.