Tecnofreak

Casi atropellan a su hermana con Síndrome de Down y creó un videojuego en su honor

Junto con dos compañeros del colegio tuvieron la iniciativa que busca evitar accidentes.

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Santiago Montes es estudiante de noveno grado del Gimnasio Los Caobos, un colegio ubicado en Chía, Cundinamarca. Su hermana de 12 años tiene síndrome de Down y estuvo cerca de sufrir un accidenteen una en una de las calles de Chía porque no conocía el significado de las señales del semáforo.

Este episodio le dejó una inquietud a Santiago, y junto con otros dos compañeros de su curso tuvieron la idea de crear una forma didáctica, divertida y eficiente para que los niños que tuvieran Síndrome de Down pudieran aprender lo que significan cada señal de tránsito y así evitar este tipo de tragedias.

Un videojuego al que bautizaron

Mission Street

fue la solución. La experiencia virtual les enseña a los niños con esta alteración genética, cuáles son esos patrones de conducta que deben implementar al movilizarse en un entorno urbano, cómo cruzar de manera segura las calles y logra que reconozcan las señales de tránsito, según informa El Tiempo.

En el juego, el niño se convierte en un personaje que camina por las calles de la ciudad, debe completar misiones y poner en práctica los conocimientos aprendidos de acuerdo vaya avanzando en niveles de dificultad.

Mission Street

participó en el concurso Your Ideas, Your Initiatives 2016, organizado por el Grupo Renault y terminó ganando el cuarto puesto entre las 400 instituciones educativas de todo el mundo que participaron.

El Tiempo también informa que Santiago Montes, Santiago Burbano y Gabriel Amado, obtuvieron 900 euros para poder terminar el video juego. Estos estudiantes obtuvieron la asesoría de Ana Rus Cano, estudiante de doctorado del Departamento de ingeniería de Software e Inteligencia Artificial de la Universidad Complutense de Madrid. Se comunicaron vía Skype durante nueve meses hasta que terminaron el prototipo.

El videojuego fue puesto a prueba con seis niños que padecen del Síndrome y hasta hicieron una simulación real con 15 niños de preescolar entre 4 y 6 años. Los resultados fueron positivos y la conclusión fue que el juego efectivamente ayudó a que los niños aprendieran las normas de tránsito y conducta vial.