Historias

¡Así es un operativo del Halcón contra el hampa!

El helicóptero de la Policía ha participado en 2.004 operaciones.

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Una de las armas más eficaces con las que cuenta la Policía Nacional contra la delincuencia en Colombia es el programa de Vigilancia Aérea Urbana, el cual opera en cinco ciudades del país.

A cualquier hora del día, de la noche o la madrugada, siempre y cuando las condiciones meteorológicas lo permitan, es común ver sobrevolando el espacio aéreo de Barranquilla y su Área Metropoliana un helicóptero, conocido en el argot policial como El Halcón.

Se trata de un Bell 407 de fabricación estadounidense, que vigila y controla desde el aire la ciudad en coordinación con las patrullas en tierra. Su tripulación la componen un piloto, un técnico aéreo y un radioperador, que está en comunicación con las patrullas de todos los cuadrantes para hacer más eficiente el servicio de vigilancia policial. Este programa cumplirá en noviembre su primer año de operaciones en Barranquilla.

Cómo opera El Halcón

AL DÍA

participó la tarde del pasado jueves en un sobrevuelo de casi dos horas sobre la ciudad en El Halcón, y fue testigo de la forma como los integrantes de esta unidad especial de la Policía Nacional ejecutan su trabajo desde el aire para garantizar la seguridad de la ciudadanía.

La aeronave, al mando del piloto José Orjuela Bautista, mayor de la Policía Nacional, despegó a las 4:20 de la tarde de la Escuela de Policía Antonio Nariño, y casi un minuto después ya sobrevolaba el sector de la calle 17, a la altura de La Chinita y La Luz.

En la parte posterior de la cabina viajaba el patrullero Wilder Jiménez, operador de los equipos del helicóptero. Es el hombre que observa una computadora en donde están graficados en planos todos los sectores de la ciudad. Este joven uniformado no pierde detalles de lo que la cámara del Halcón capta. “Cuando observamos un vehículo o una persona sospechosa, nos comunicamos de inmediato con el Centro Automático de Despacho o las patrullas del cuadrante para que intercepten el objetivo. Nosotros los guiamos desde el aire”, dijo Jiménez.

Así sucedió cuando a la media hora de vuelo el patrullero Jiménez le comunicó a la Central la presencia de un sospechoso en motocicleta en la calle 30 con carrera 35. “Patrulla del cuadrante en servicio de vigilancia en la calle 30 con carrera 35, diríjase a ese sector. Sospechoso en moto, extremen medidas de seguridad”, transmitió Jiménez por su equipo de comunicación. En cuestión de un minuto, el Halcón persiguió desde el aire al motorizado, mientras una patrulla en tierra lo interceptó.

La adrenalina fluye en la tripulación del helicóptero cada vez que inician un sobrevuelo. Sin embargo, en sus rostros se nota mucha tranquilidad y seguridad al momento de realizar sus labores de vigilancia aérea. Durante el sobrevuelo con

AL DÍA

, El Halcón realizó cerca de 15 contactos con las unidades policiales en tierra para contrarrestar actitudes sospechosas de personas o vehículos.

En el sector de la calle 112 con carrera 32, La Pradera, detectó a un tipo extraño en una moto. De inmediato el patrullero Jiménez reportó la novedad a una unidad en tierra, los uniformados llegaron y requisaron al individuo. “De esta manera transmitimos sensación de seguridad a la ciudadanía desde el aire”, precisó el mayor Orjuela. En los vuelos también se corren riesgos. Uno de ellos son las bandadas de goleros o gallinazos que abundan en los cielos de Barranquilla, para lo cual el piloto debe estar preparado y maniobrar la aeronave a fin de evitar una colisión con estas aves.

Especificaciones técnicas

El Halcón tiene capacidad para transportar a cinco personas (piloto, copiloto y otros tres tripulantes). El combustible lo aporta la Policía Nacional, que invierte 550 millones de pesos anuales. Por gestión de la Alcaldía Distrital y la Gobernación del Atlántico, el aparato está dotado de tecnología de punta en materia de aeronavegabilidad. Cuenta con un Flir o cámara térmica de alta resolución, instalada en la parte externa delantera del helicóptero, la cual puede grabar o fotografiar el rostro de una persona desde una altura de 2.500 metros, así como las placas de carros y motos.

“Esta cámara tiene un alcance de tres a cuatro kilómetros y puede dar un viraje de 360 grados. Posee visión nocturna y capacidad para detectar el calor en la noche. Ha sido muy efectiva en el seguimiento a integrantes de bandas delincuenciales que se movilicen a pie o en cualquier clase de vehículo. Cuando la cámara del Halcón fija un vehículo o persona en tierra no lo suelta, lo sigue hacia donde vaya. Incluso, si el helicóptero se desplaza hacia otra zona de la ciudad, la cámara sigue enfocando al objetivo, es decir lo ‘engancha’ hasta terminar la misión”, explicó el mayor Orjuela.

El Flir es una cámara de alta definición que detecta el calor de personas y animales en tierra en sitios oscuros. También cuenta con un reflector, el ‘Ojo de Dios’, llamado así por su potente haz de luz que tiene un alcance de tres kilómetros y un radio de 25 metros de ancho. Se utiliza especialmente de noche, en sectores oscuros o boscosos. La cabina posee un sistema de pantallas de navegación aérea en las que se introducen coordenadas y mapas y el aparato se dirige a ellas cuando el piloto lo decida. Cuenta con un sistema de comunicación con la torre del aeropuerto, las patrullas en tierra y un equipo de perifoneo y sirenas.

La nave ha participado en 2.004 operativos realizados por la Policía en Barranquilla y su Área Metropolitana en contra de la delincuencia. Desde el aire ha apoyado a las patrullas en casos de atracos, robos a residencias y riñas callejeras, precisó el mayor Orjuela.