Historias

Efraín Mejía: Una leyenda de la música entre la soledad y el olvido

Figura del folclor y Rey Momo en 1997, cae en desgracia. El maestro Efraín Mejía Donado ahora reside en Montería, ciudad donde está internado en el asilo El Perpetuo Socorro.

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La simetría en sus manos para sacarle ritmo acompasado a las maracas sigue casi intacta; muy a pesar de las lagunas que se le forman en el cerebro a causa del alzheimer que lo aqueja desde hace seis años.

Nos referimos a Efraín Mejía Donado, uno de los pilares del folclor de la región Caribe, fundador de la Cumbia Soledeña, agrupación emblemática con la que grabó clásicos carnavaleros como La Danza del Garabato, Josefa Matía, El Mapalé, las Pilanderas criticonas, para mencionar solo tres, cuyos estribillos aún tararea. No hay duda de que el ritmo se apodera de su espíritu y una amplia sonrisa se asoma en su rostro cuando recuerda estas melodías.

Así lucía antes el maestro Efraín Mejía


El Mapalé

La Danza del Garabato

Las pilanderas criticonas

Josefa Matía

Quienes conocieron al maestro en sus años mozos tal vez no lo reconozcan ahora por la delgadez de su rostro y del resto de su anatomía; sin embargo, se le ve rozagante.

Las horas de Efraín Mejía Donado transcurren en completa calma, atrás quedaron los tiempos de los bailes, de las presentaciones ante grandes audiencias, y los días agitados con el público que bailaba sus canciones en medio del furor del Carnaval de Barranquilla, evento que construyó su historia.

A los 81 años no solo su aspecto robusto ha quedado atrás, su habla ha menguado en un porcentaje alto. El alzheimer lo viene aniquilando, y desde hace tres años está radicado en Montería, ciudad donde lo trasladó su hijo mayor, Efraín Antonio. Este confiesa que son muchas las cosas que necesita su progenitor, entre las que están un mejor subsidio o auxilio por parte de Sayco, un homenaje en vida y una casa propia; el sueño que siempre lo ha acompañado.

“De Sayco recibe un salario mínimo lo cual no alcanza, porque solo en drogas y medicamentos, al igual que otros elementos que necesita, nos estamos gastando más de un millón de pesos mensuales. Hablé con ellos y estuvieron muy abiertos, al parecer se hizo una aprobación para aumentar el auxilio, estoy a la espera de que me confirmen. Él nunca veló para una pensión, solo cotizó como 30 o 50 semanas más o menos”, dijo.

EN UN ASILO

El maestro Efraín Mejía Donado vive sus días en el asilo El Perpetuo Socorro de la capital de Córdoba, donde fue internado para que escapara de la soledad de la vivienda de su hijo.

“Confieso que me dio muy duro llevarlo allá, porque no es fácil, pero al día siguiente me di cuenta que estaba diferente porque comenzó a compartir con otras personas, habla y se entretiene con ellos y hacen jornadas lúdicas, allí están muy pendientes de él”, expresó Efraín Antonio.

Agregó que en diciembre pasado estuvo bastante mal porque tuvo una parálisis cerebral, que afortunadamente fue mínima. “Estaba tembloroso, y nos llamó la atención porque él cotidianamente se llevaba los alimentos a la boca, pero en esos días no podía hacerlo”, manifestó. La familia del intérprete de otros éxitos del folclor como La puya loca, Tusa sobre tusa, El Guataco y la Guataca, Santo parrandero, De qué me disfrazaré, Visión del Carnaval, temas de obligada referencia en los Carnavales;ahora solo pide que el maestro reciba un homenaje y especialmente una casa propia.

“Mi papá siempre iba a buscar ayuda a Carnaval S.A., y le daban unos contratos muy paupérrimos, no lo trataban como se merecía, como un ícono. Es más, hoy en día se ha vuelto eso tan comercial que aunque fue Rey Momo en 1997, más nunca lo han apoyado”, expresó.

De la Gobernación del Atlántico Efraín Antonio también espera ayuda para su padre, aprovechando las múltiples relaciones que este tenía con personalidades de la política, a los que les cantaba y tocaba en sus reuniones.

'“Eduardo Verano conoce mucho a mi papá, Alejandro Char también; por eso estoy tocando las puertas de ellos para que primero le hagan un homenaje en vida y en segundo lugar lo ayuden con una casa. Él tuvo una hace más de 45 años en el barrio Hipódromo en Soledad (municipio donde nació), pero la vendió e hizo otro tipo de inversiones y nunca más volvió a tener vivienda”,rememoró su hijo. El neurólogo les ha recomendado que para tratar su enfermedad lo retornen a Barranquilla, pero acá no tienen con quien dejarlo. Según Efraín Antonio, eso se hará “cuando las variables se conjuguen y sepan que está bien”.

El recuerdo de su música, aunque un poco lejano, seguirá acompañando a Efraín Mejía, manteniéndolo con vigor, a pesar de las circunstancias.

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