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El terrible final de Pascual: lo mató el toro que iba a sacrificar

Los habitantes del pueblo aseguran que “el demonio se soltó” este martes.

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La gente de Camarones (La Guajira) dice que el demonio se soltó el pasado martes en el pueblo, porque previo al incidente donde un toro en un inesperado ataque de furia atacó a un adulto quitándole la vida y dejando heridos a dos hombres más, se presentaron dos tornados sin que hubiera nubarrones ni lluvias y varias personas debieron agarrarse fuerte para no ser arrastradas o elevadas por lo que consideraron una descomunal brisa.

Lo primero, ocurrió alrededor de las dos de la tarde, y posteriormente cuando eran a las 4 p.m.,sucedió el segundo tornado que causó un temor entre la gente. Después sucedió que un novillo de raza cebú de color blanco y cuernos medianos, atacó a los hombres que lo acababan de bajar de un camión para conducirlo al matadero, donde sería sacrificado para la venta de carne en el pueblo.

“El animal estaba como encabritado, de pronto arremetió contra los que acababan de bajarlo del carro. Pascualito (Pascual Arregocés Mejía) con sus 76 años a cuesta, no pudo correr mucho y fue alcanzado por el animal, le dio varias veces contra la cerca hasta cuando lo dejó tirado en el suelo, comentó uno de los testigos.

Una mujer de nombre Yomaira Gómez, dijo que posteriormente el astado atacó a su hermano Esteban López Toro, a quien corneó gravemente en la parte derecha del abdomen. El herido ayer en la mañana fue llevado a cirugía al hospital Nuestra Señora de los Remedios y estaba en franca recuperación.

Un tercer hombre de nombre Israel que estaba ayudando a Esteban que es lo que en el pueblo llaman el matarife (sacrifica las reses) también fue embestido, pero tuvo la agilidad para meterse bajo el camión y apenas logró luxarle un pie y una mano.

Primero habían propuesto comer el animal en el velorio de Pascualito, que era el dueño y conductor del camión donde llevaron el toro, pero la comunidad se opuso, pues consideran que estaba endemoniado y les podría producir daño. El animal al final fue sacrificado en el pueblo, pero su carne fue llevada al mercado de Riohacha.