Historias

ESPECIAL | Ley Martin, un 'loco' de ideas geniales

El locutor salió de su barrio, Lucero en 1972 y no miro atrás.

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Más que ‘Hombre de Radio’, calificativo que le cae como anillo al dedo por su diestro desenvolvimiento en el medio de las ondas hertzianas, Ley Martin es un ‘Hombre de las comunicaciones’.

Ni más ni menos, porque ha desempeñado diferentes roles, no solo en la radiodifusión, sino también en la televisión, la prensa y la comunicación organizacional.

Y los ejemplos no son escasos. Su talento ha salido a flote a lo largo de los lustros, bien sea como programador, lector, locutor, actor y director. En los últimos 17 años su voz ha sido reconocida en los hogares colombianos gracias a su participación en La luciérnaga, popular espacio emitido por la cadena básica de Caracol Radio.

Así mismo, la lista de las emisoras por las que ha pasado es respetable: Radio Reloj, Radio Universal, Barranquilla Estéreo (de RCN), Caribe Estéreo, La Vallenata, Tropicana, Oxígeno Radio y Caracol Radio, en la que a nivel nacional presenta desde hace casi cuatro años el exitoso programa Una voz en el camino, que se emite de lunes a viernes desde las 12 de la noche a las 3 de la madrugada.

Su pericia en todo lo relacionado con el bello oficio de comunicar lo llevaron a ocupar la vicepresidencia de la Red de Emisoras Comunitarias de la Región Caribe.

A nivel de periodismo escrito es de grata recordación su experiencia como director propietario de la revista Salsa, que salió a la luz entre 1980 y 1983 bajo el sello editorial de Casa Clavería.

De igual modo dentro de sus labores profesionales, Ley ha mostrado sushabilidades en la promoción de productos fonográficos, en la actuación y en el terreno de la composición musical y empresarial.

Es preciso recordar que fue programador de las licencias Tico y Alegre, distribuidas por Discomoda; es compositor de los cadenciosos temas Una palomita y Soñando despierto, interpretados por Saulo Sánchez, con Los Titanes, y La tristeza, cantado por Jairo Licazale con la orquesta del excelso pianista Joe Madrid, ya fallecido.

Pero en el ámbito musical no todo queda ahí: participó en la elaboración del primer trabajo discográfico del Grupo Raíces y del primero de Los Titanes; produjo un LP de Louie Ramírez con Ray De la Paz; fue creador y realizador de la Colombia All Star, conformada, entre otras estrellas nacionales, por Joe Arroyo, Wilson Saoco, Piper Pimienta Díaz, Juan Piña, Jimmy Salcedo, Joe Madrid; fue el creador del eslogan El Gran Combo de Puerto Rico, ‘la Universidad de la Salsa’, y se permitió el lujo de traer por tercera y última vez a Héctor Lavoe, a Barranquilla, donde lo presentó el jueves 21 de agosto de 1986 en el estadio Romelio Martínez, en un programa en el que alternó con Pete ‘El Conde’ Rodríguez, Roberto Blades y Naty. En el terreno actoral, es recordado por su papel de Jimmy Salcedo en la serie Joe, la leyenda, realizada por RCN. En televisión también se ha destacado por su accionar en el canal regional Telecaribe, con programas en vivo de gran audiencia como El sabroshow y El show de Ley Martin, además de haber sido durante varios años director artístico de Olímpica Televisión.

En otras palabras, Ley Martin es un todoterreno que se destaca por su chispa, audacia y por sus proyectos novedosos. Y lo más relevante de todo: nunca pasa inadvertido.

De él, el desaparecido líder Jairo Paba, se refería de la siguiente manera: “Ley Martin es el loco más cuerdo que yo he conocido en el ámbito de la radio. Hay que ponerle mucho cuidado a todo lo que se le ocurra, así parezca la locura más descabellada. Al final, de sus ideas resultan genuinas genialidades”.

Así mismo, su amiga Celia Cruz lo calificó como ‘un loco de ideas geniales’.

Martín Orozco Sánchez, como es su nombre de pila, reconoce que comenzó en la radio de manera providencial: “A finales de 1972 salí de mi barrio, Lucero, a caminar por las calles de Barranquilla, sin rumbo fijo. Yo era un extraordinario bailarín y quería cambiar de ambiente, pues mis compañeros de barrio fumaban marihuana, y yo veía que eso no conducía a nada bueno. Sin proponérmelo llegué hasta la calle 72. Se me ocurrió limpiar vidrios. Pero cuando estoy en la calle 72 con carrera 48 salió un cabellón del segundo piso de un local y me dijo: ‘Cómprame los cigarrillos y me los traes acá. El tipo me confundió con otra persona, y yo tuve ahí dos opciones: quedarme con el dinero o comprar los cigarrillos y llevarlos. El vendedor del kiosko del bulevar de la 72 fue quien me aclaró las cosas: ‘¡Ah!, ese es uno de los locutores’ de Caracol, que casi siempre manda a comprar cigarrillos’. Hice el mandado, y al subir los escalones e ingresar a la cabina estaba el cabellón que me había encomendado los cigarrillos, que terminó siendo Sergio Ramírez. Ahí descubrí un nuevo y fascinante mundo: el de los micrófonos y las consolas. Sergio era el director de Radio Reloj. Ahí estaba otro cabellón, que era locutor estrella de Radio Tropical: Roger Araújo. A partir de entonces comencé una relación de amistad con Sergio Ramírez. De hecho, fue él quien me puso el nombre de Ley Martin, pues Martín Orozco, en su concepto, no pegaba con nada. A Sergio le di a conocer mi interés por la radio, y el hombre me dio la mano, primero como su asistente y después como programador de Radio Reloj”.

LA BASE DE SU FELICIDAD

Ley Martín asegura que su felicidad tiene sus cimientos en su hogar. Desde hace 30 años está casado Lidis Rodríguez, con quien tuvo 11 años de noviazgo. De esa unión hay tres hijos: Vanessa, psicóloga de profesión; Danny Martin, presentadora de noticias de TV Azteca-México, y Martín, estudiante de comunicación social. Tiene dos nietos: David y Mía. Ley reconoce que la suya no es una gran voz, pero su talento está en el ingenio. Muchos años atrás, el veterano Álvaro Ruiz lo descartó de la radio por no tener buena voz. “Fui a Todelar con el propósito de hacer parte del elenco de La ley contra el hampa. Ese día, Álvaro Ruiz admitió a Jairo Paba, y a mí me rechazó”.

LOS PREMIOS LUNA, SU GRAN TALENTO

En el 2001, cuando Ley Martin trabajaba en la extinta Teledinámica, materializó el viejo sueño de reconocer el talento de los músicos colombianos con la entrega de un gran premio, tipo el Óscar de la Academia de las Artes Cinematográficas de Estados Unidos.

Un año antes había asistido con Israel Romero a la primera ceremonia de los Grammy Latino, en el Staples Center de Los Ángeles:

“Me causó curiosidad que en la entrega de los Grammy Latino solo se hablara de Carlos Vives, Shakira y Juanes. Yo le dije al ‘Pollo’ Isra: ‘Colombia es un país de una enorme riqueza artística. Aquí hay talentos de la talla de Los Diablitos, de Alfredo Gutiérrez, de Israel Romero, de Darío Gómez y de otros más que merecen ser reconocidos. A partir de ahí empecé a darle cuerpo y forma a la idea de crear un Premio”.

Y la idea la materializó en el 2001. Desde entonces, de manera ininterrumpida, cada año se lleva a cabo la ceremonia con la entrega de una estatuilla dorada ideada por el propio Ley: un ángel cargando la luna en sus espaldas. El diseño lo hizo Fernando Celis y fue esculpido por Roy Pérez. Las categorías que se premian en la actualidad son: Aplausos, que lo decide el público; Video, para mejor productor; Vallenato, Salsa, Champeta, Urbano. Desde la muerte de Joe Arroyo no se premia la categoría Tropical. Este año Óscar De León recibirá las llaves de la ciudad de parte de la Alcaldía Distrital.

A Richie Ray y Bobby Cruz se les hará un reconocimiento por sus 55 años de carrera artística. La entrega estará a cargo del Gobernador Eduardo Verano.

También serán exaltados el dominicano Wilfrido Vargas y el cubano Alfredo De la Fe. Y con ocasión del centenario del natalicio del maestro Billo Frómeta, este año se le rendirá un tributo póstumo. Lo recibirá su hija Magdalena, que llegará desde Caracas. El homenaje musical a la memoria del maestro Frómeta Pereira correrá por cuenta de la fabulosa Orquesta Voces de Billo Hoy, bajo la dirección de Saúl Campanella. También cantará Valentino, gran exponente de la música Urbana.