Historias

¿Por qué cambiamos la foto de perfil para ciertas tragedias y para otras no?

Así explican los expertos esa ambigüedad tan incómoda en las redes sociales.

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Esta semana el Huffington Post recogió de manera muy pertinente describió ese extraño sentimiento mundial de solidarizarse por tragedias con ciertos países y la poca o nula atención que reciben genocidios, tragedias o catástrofes -incluso mucho peores- que suceden en otros lugares. Esto, luego de los ataques en Bélgica, pero también por los de París el pasado noviembre, donde se impuso aún más, gracias a Facebook, la postura de cambiar la foto del perfil y colgarse a un hashtag solidario.

Esta incómoda ambigüedad se siente en Europa pero también en Colombia. Incluso entre regiones. De hecho, en el país algunos usan este tipo de atentados para cobrar cuentas políticas, religiosas o sociales más que para lamentarse en serio. Esta misma semana les contamos cómo a Marco Fidel Ramírez, concejal colombiano, le pareció bien solidarizarse con las víctimas de Bélgica usando el mismo argumento que el Estado Islámico usa para perpetrar este tipo de ataques.

Es apenas natural que lo que llamamos “occidente” se sienta más afectado por los ataques a ciudades que conocemos o que quisiéramos conocer, lugares “importantes” en los que podría estar gente “importante”, culturas que conocemos o admiramos.

Ciudades como París, Atenas, Nueva York, Roma o Madrid han influenciado tanto nuestros modos de vida que no es difícil adivinar por qué nos duelen más sus tragedias que las de Bagdad, Damasco, Nairobi o Beirut, cuya ubicación muchos -en occidente- apenas si pueden adivinar.

Hablando de mapas, el artista mexicano Eduardo Salles había publicado hace unos meses lo que llamó el Mapa Trágico de Occidente, donde responde a la pregunta ¿Qué tan terrible es para el mundo que una tragedia suceda en…?

Cinismoilustrado.com


Pero para ser justos, hay que decir que esto sucede también en la vía contraria y todos en los rincones del mundo. El mapa de Salles podría verse distinto si lo pinta un artista congoleño, un japonés o un ruso, por ejemplo. Por eso no está de más recordar que no es que haya muertes más importantes que otras, simplemente nos interesa más lo que más nos identifica, y no solo en la solidaridad 2.0, sino en todo lo que somos y consumimos a diario.

"La mayoría de las personas de Occidente no sabría situar Líbano en un mapa. Empatizamos más con gente con la que nos sentimos más similares", aseguró a Huffington Post Emma Seppälä, psicóloga de la Universidad de Stanford y directora científica del Centro para la Investigación y la Educación sobre la Compasión y el Altruismo.

En teoría, debería dolernos igual cada muerte porque nuestra naturaleza nos dice que somos iguales, pero tiene más que ver con lo que Seppälä llama la “brecha de empatía”. Por eso en medio de las tragedias foráneas es normal leer y oír comentarios locales preguntando a gritos, pidiendo dolores y lamentos equivalentes, bajo algunas fórmulas como estas:

Les duele (inserte una tragedia extranjera) pero no se solidarizan con (inserte una tragedia nacional)

Por qué cambia la foto de perfil por (inserte una tragedia extranjera) en lugar de cambiarla por (inserte una tragedia nacional)

La gente en (inserte un país de primer mundo que sufrió una tragedia) no cambiaría su foto de perfil por (inserte una tragedia nacional)

Salen a rechazar (inserte acto terrorista internacional) pero no rechazan (acto terrorista nacional)

En Europa, por ser menos frecuentes las tragedias a gran escala, sienten más esa ambivalencia. El portal español Verne publicó hace unos meses lo que ya se conoce como “la jerarquía de la muerte”, y se apoyó en el periodista Miguel Ángel Bastenier para explicarlo:

"Proximidad y vías de comunicación con el hecho determinan el eco de la noticia. Por eso 150 muertos en Kenia movilizan menos que 13 en París", Miguel Bastenier.

Verne le preguntó a la periodista Leila Nachawati por la razón de este dilema moral y sucede que también tiene relación –explica- la calidad de la información que viene del lugar de origen de la tragedia.

“Son muchos los medios que cuentan con corresponsales o enviados especiales en países europeos y americanos, incluidas las agencias, mientras que se cuentan con menos medios y recursos en países como Kenia, Nigeria o Siria, que a menudo son más peligrosos”, señala Verne.

También lo hizo The Guardian con su sitio dedicado a África. “En otro continente, una Guerra tan devastadora jamás hubiera sido permitida por tanto tiempo. Las vidas africanas simplemente no importan lo suficiente: la muerte de más de 6 millones seguramente nunca hubiera sido tolerada en otra parte”, escribió Owen Jones en el medio británico.

Para hacer el ejercicio completo, como lo hizo el Huffington Post, les dejamos ocho atentados recientes que debieron despertar tanta indignación y solidaridad en occidente como cualquier otro, pero que por la explicación anterior, no lo hicieron:

Atentado en Turquía, 13 de marzo de 2016: 37 muertos



Reuters


Irak, 28 de febrero de 2016: 70 muertos


Reuters


Siria, 21 de febrero de 2016: 140 muertos


ScanPix


Nigeria, 1 de febrero de 2016: 86 muertos


Twitter


Líbano, 12 de noviembre de 2015: 41 muertos


EFE


Turquía, 10 de octubre de 2015: 97 muertos


EFE


Kenia, 2 de abril de 2015: 147 muertos


AFP


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