¿Qué Pasa?

El estremecedor caso de una niña a la que drogaron, violaron y tatuaron

Fue encontrada con vida por varios vecinos cerca a una bodega de un barrio al sur de Montería.

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Dos horas después de conocerse la denuncia de un padre sobre la desaparición de su hija, de 13 años, al sur de un barrio Montería, la menor fue hallada con vida en cercanías al barrio Mogambo, y tras ser sometida a exámenes médicos por el Instituto de Medicina Legal, se confirmó que la adolescente fue abusada sexualmente, golpeada en el rostro y tatuada a la fuerza en la pierna izquierda a la altura del muslo, con la figura de dos cerezas.

De acuerdo con el relato del progenitor, su hija fue invitada por una amiga de mayor edad, a las 3:48 p.m. del martes, a realizar una diligencia en el barrio La Granja, pero, por información de un amigo de la familia no fue esa la ruta que tomaron y por el contrario, la adolescente fue subida en una moto de alto cilindraje en la que el conductor de la misma la desapareció rápidamente.

La corazonada del padre resultó ser realidad, cuando empezó a pedir ayuda dijo que sospechaba que su hija estaba en poder “de una red de prostitución” y se refirió –sin entregar mayores detalles– a un negocio de Internet que funciona en el sur de Montería, desde donde se estaría ejerciendo esa modalidad delictiva.

“Un amigo que pasaba les tomó una foto y observó que se la llevaron para el barrio los Robles. Tengo entendido que hacia ese sector, desde un negocio de Internet, se está manejando una red de prostitución”, sostuvo el padre de la menor.

La meñor fue hallada por conocidos de su familia en aparente estado de somnolencia, lo que hace creer a las autoridades que le fue suministrada alguna droga para abusar de ella sin que se resistiera.

“La niña está en malas condiciones, ahora pido a las autoridades que investiguen y que caiga todo el peso de la ley sobre los responsables. Ya le hemos entregado detalles a la Policía para que proceda con este caso”, sostuvo padre de la joven.

Intentó defenderse

El hombre cree que los golpes que recibió su hija en el rostro fueron producto de su lucha por ponerse a salvo, pero dice que, al parecer, no tuvo la fuerza suficiente para defenderse. Agregó que en lo poco que ha podido hablar con su hija esta le relató que cuando despertó estaba en una de las habitaciones de una casa, deshabitada, en el sur, pero que no alcanzó a precisar el barrio. De allí salió caminando aún con efectos de la droga que los delincuentes le habrían suministrado.

EL HERALDO intentó obtener declaraciones del comandante de la Policía Metropolitana de Montería, coronel Carlos Rojas, para conocer el avance de las investigaciones del caso, pero el oficial no contestó su teléfono celular en las reiteradas llamadas.

Por: Eduardo García