¿Qué Pasa?

¿El linchado y ‘Boca de perro‘ la misma persona? Fiscalía tiene la palabra

El cadáver de Gabriel Antonio Palomino García, lapidado en Los Almendros, será velado y sepultado en su pueblo: Algodonal

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El linchamiento de Gabriel Antonio Palomino García abre un cuestionamiento a la forma cómo se está administrando justicia en nuestro país. Gabriel Antonio, de 28 años, fue asesinado por una turba enardecida que lo acusaba de ser alias ‘Boca de perro’, un violador serial que tenía su guarida en una zona enmontada situada en límites de los barrios Los Almendros, el Sinaí y Sevilla Real, en Soledad.

El brutal ataque ocurrió pasado al mediodía de este lunes 21 de mayo, y fue viral porque muchos lo grabaron y difundieron las imágenes por redes sociales. Paradójicamente esos videos son la base de la investigación que abrió la Fiscalía para judicializar a quienes apuñalaron, apedrearon y golpearon a Gabriel Antonio, cuyo cadáver será velado y sepultado en su pueblo natal, Algodonal, jurisdicción de Santa Lucía, sur del Atlántico.

AL DÍA visitó nuevamente la zona donde ocurrieron los hechos y la verdad es que nadie se arrepiente de lo ocurrido. Muchos volvieron a manifestar que ‘Boca de perro’ estaba violando a mujeres desde hace dos meses, y las autoridades no le hicieron caso a los reportes que presentaba la comunidad de manera verbal, ni tampoco a las denuncias que radicaron las víctimas ante la Fiscalía.

Este medio tuvo acceso a la denuncia que instauró el papá de una adolescente de 17 años, violada en el monte por el depravado. La muchacha tiene tres meses de embarazo y sostiene que antes de ser violada le rogó al sujeto “que no me perjudicara porque estaba encinta”, pero el tipo se burló de ella y le manifestó que “así era más rico”.

La violación de la adolescente ocurrió entre las 7:30 de la noche del jueves 17 de mayo y las 2:30 de la madrugada del 18. La denuncia fue presentada ante la Fiscalía de Barranquilla el 18 en la mañana, tres días antes del linchamiento.

En un aparte el padre de la víctima cuenta: “Me dice (la hija) que el sujeto le decía que si decía algo sobre lo sucedido la mataba, que no fuera a denunciar, y que desde las 8:00 de la noche hasta las 2:00 de la mañana del día de hoy la tuvo en ese monte, que la violó por ambas partes, que la golpeaba (…) me cuenta que el hombre le echaba en el rostro humo como de marihuana (…) y que ella alcanzó a ver una motorizada de la Policía que pasó por el lugar alumbrando, pero que el sujeto le tenía la navaja en el cuello y la amenazaba de matarla si gritaba”.

POR QUÉ ‘BOCA DE PERRO’

Este diario también habló nuevamente con la venezolana de 23 años, quien sería la primera víctima de ‘Boca e perro’. La violó el 2 de mayo (21 días antes del linchamiento), a las 7:30 de la noche. La mujer relata una historia idéntica a la que cuenta la muchacha de 17 años, varia únicamente en que el depravado “solo me accedió una vez porque se dio cuenta de que yo estaba en mis días”.

La venezolana recalcó que los policías que atendieron su caso le manifestaron que no podía poner denuncia “porque no había visto el rostro del violador”, y ella, por temor a ser deportada ya que está ilegal en Colombia, prefirió guardar silencio. Sin embargo, su historia se difundió por el barrio y los sectores vecinos y la gente empezó a hablar sobre ‘Boca de perro’, y le contaron a los policías que patrullan el sector lo que pasaba con el sujeto. Al cometer ambas violaciones ‘Boca de perro’ no uso preservativo y, según sus víctimas, estaba “muy drogado”.

Incluso la joven de 17 años relató que el degenerado fumó marihuana y “olió perico” mientras la abusaba. También coinciden en que el abusador fue un hombre de ascendencia afro, alto y flaco, con los dientes en desorden y mal aliento, de ahí que le pusieran en alias de ‘Boca de perro’.

Las víctimas y sus familiares manifestaron que sienten temor por posibles retaliaciones derivada del linchamiento de Gabriel Antonio, y denunciaron que esa noche sus casas fueron apedreadas por desconocidos.

Un habitante del sector, quien pidió reserva, manifestó ayer que la comunidad no entiende por qué las autoridades sabiendo que en ese monte se ocultaba un violador serial, a raíz de las denuncias verbales de los vecinos y la que presentaron los papas de la adolescente abusada, no hicieron nada para capturarlo.

“Ni siquiera se metieron a buscarlo. El sábado (19 de mayo, dos días antes del linchamiento) el tipo arrastró a otra muchacha para violarla, pero la pelada es una ‘abeja’, le pegó una patada en los testículos y se escapó. Llamamos a la Policía y llegaron varias motos y el helicóptero estuvo alumbrando el monte un rato, pero luego se fueron. Si las autoridades hubieran tomado el caso en serio desde el principio, seguramente hoy las cosas serían diferentes”, sentenció el hombre.

FAMILIA DE GABRIEL PIDE JUSTICIA

En la otra orilla están los familiares del linchado, quienes afirman que Gabriel Antonio Palomino García no era ‘Boca de perro’, y señalan “que así lo fuera no merecía que lo mataran peor que un animal”, sino que debía ser capturado por la Policía y ser presentado ante la Fiscalía para afrontar un proceso judicial con todas las garantías que brinda el Estado Social de Derecho que prima en Colombia.

Un hermano de la víctima, quien no quiso revelar su nombre, aseguró que Gabriel Antonio apenas llevaba 15 días viviendo en Los Almendros, y que estaba visitando a su mamá en ese barrio. Agregó que su hermano era agricultor “nacido y criado en Algodonal”.

Sin embargo, no supo explicar que hacía internado en el monte donde operaba ‘Boca de perro’. Gabriel Antonio Palomino García fue velado y sepultado ayer en su natal Algodonal. Sus familiares manifestaron que la ceremonia iba a ser privada y no querían curiosos, pero nuevamente les pidieron a las autoridades que judicialicen a las personas que participaron en el linchamiento.

Y atendiendo este llamado se han pronunciado la Secretaria de Gobierno de Soledad y la Policía Metropolitana de Barranquilla. Las dos autoridades han prometido capturar y judicializar a los responsables del linchamiento.

El subcomandante de la Policía Metropolitana, coronel Engelbert Grijalba, señaló que existe una máxima en derecho que indica: “es mejor perdonar a un culpable que condenar a un inocente”, para explicar lo que, para él, es el sentido del garantismo judicial.

“Si se permite que la sociedad haga la justicia por su propia mano entraríamos en una sociedad incivilizada porque esta justicia sumaria no tiene en cuenta las garantías, y obedece a razones de momentos, a alteraciones de ánimos, y se puede culpar a un inocente y se le puede generar un daño, debemos creer en el Estado, en las normas, y debemos consolidarlo, no acabarlo”, manifestó el oficial.

GARANTISMO CON AUTORIDAD

Al DÍA dialogó con varios abogados sobre este caso. Los profesionales pidieron que se guardara su identidad para opinar con total libertad. Sobre el garantismo anotaron que sistema judicial actual tiene ese enfoque que sirve para proteger a los ciudadanos de una posible injusticia, o de los abusos de las autoridades.

“Por ejemplo, a usted por circunstancias de la vida le meten un arma de fuego en el bolso sin que se dé cuenta, y luego lo capturan en una requisa. El sistema actual, con el enfoque garantista, le brinda muchas posibilidades para defenderse y salir bien librado del problema”, afirmó uno de los abogados consultados.

Advirtió que el buen funcionamiento de este enfoque también depende de unas autoridades que sean rápidas, eficaces y efectivas para atender e investigar las denuncias y de esta forma también se garantizan el derecho de las víctimas para acceder a la justicia. Las fuentes consideran que hubo una falla de las autoridades al no atender rápidamente los reportes que indicaban que en los Almendros había empezado a operar un violador serial.

“Si a este depravado lo hubieran capturado e iniciado el proceso correspondiente para determinar su responsabilidad, seguramente Gabriel Antonio Palomino García no habría sido linchado”. Además, con una acción oportuna se sabría a ciencia cierta si Gabriel Antonio Palomino García y ‘Boca de perro’ eran la misma persona.

“No lo habrían linchado porque si es inocente, como afirma la familia, el verdadero violador hubiera sido identificado y si infortunadamente era el hombre que lincharon, pues estaría preso”, explicó el abogado.

“En este caso también es muy importante que se determine si la persona que lincharon era o no el violador, y es posible a través de las ciencias forenses, por ejemplo comparando el ADN del cadáver con los restos de semen que deben haber tomado en Medicina Legal de las víctimas”, opinó otra de las fuentes consultadas.

Todas las fuentes estuvieron en desacuerdo con el linchamiento de Gabriel Antonio Palomino García, y manifestaron que este tipo de actos son propios de una sociedad que no ha salido de la barbarie y no confía en su sistema judicial, ni en el Estado.