¿Qué Pasa?

El terrible atentado que dejó 8 policías muertos

Atribuyen el atentado con explosivos al ‘Clan del Golfo’.

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La tierra se estremeció con una potente explosión y la patrulla en la que se movilizaban ocho uniformados de la Policía Nacional voló por los aires semidestrozada en su parte delantera. A las 8:20 de la mañana de ayer, una comisión de funcionarios de la Unidad Nacional de Restitución de Tierras y Antiterrorismo se movilizaba por una vía destapada cerca de la vereda El Tomate, jurisdicción del municipio de San Pedro de Urabá (Antioquia).

Eran escoltados por ocho agentes. Primero pasó por un tramo de la vía el vehículo en donde se desplazaban los funcionarios civiles y cuando la patrulla lo hizo fue activada una carga explosiva. El saldo de la detonación fue la muerte instantánea de los ocho policías, quienes fueron identificados como el subintendente Fabio Sarmiento Sarmiento, y los patrulleros John Jairo González Cardona, José David Pérez Hernández, barranquillero de 25 años; Darlin Rodríguez Sarabia, de 29 años, nacido en Suán (Atlántico); Giovanny Rodríguez Castaño y José Alejandro Saade Ballesteros, de El Retén (Magdalena).Otros dos patrulleros que fallecieron en el ataque fueron identificados como Jorge Pacheco Solano, de 23 años, oriundo de Sabanalarga (Atlántico) y Never Alfonso Sierra Blanco, 39 años, de Sincelejo pero residía en este municipio atlanticense junto con su familia. Las autoridades atribuyeron el brutal atentado al ‘Clan del Golfo’.

SOBRE LAS VÍCTIMAS

José David Pérez Hernández, el policía barranquillero, tenía siete años de pertenecer a la Institución y había sido felicitado en nueve ocaciones por su intachable hoja de vida. Jorge Pacheco Solano, de Sabanalarga, tenía cinco años en la institución. En su hoja de vida le figuran dos felicitaciones. Residía en la calle 28 del sector conocido como La Ribón de Sabanalarga. Vivía junto con sus padres Jorge Pacheco y Venis Solano. Era soltero pero tenía una relación con Elizabeth Osorio, quien tiene tres meses de embarazo.

Darlin Rodríguez Sarabia, de Suan, tenía seis años en la Policía, era soltero y sin hijos. Never Sierra Franco era de Sincelejo pero residía en Sabanalrga con su familia. Tenía doce años en la Policía.

EL DOLOR DE UN PADRE

David Pérez Orozco recuerda las palabras que le dijo su hijo José David veinte días atrás: “Hubo un atentado allá por donde él estaba y me llamó llorando, me dijo: Papi, no tengo ganas de seguir aquí, tengo miedo. Unos compañeros y yo queremos pedir la baja. Quiero estar allá con ustedes”. El hombre llora la muerte de su hijo y la vive como una “pesadilla”de la que cree que va a despertar.

El barranquillero José David Pérez Hernández fue uno de los ocho uniformados que fallecieron ayer en la vereda El Tomate del municipio de San Pedro de Urabá (Antioquia). “Lo que son las cosas, él como que presentía que iba a pasar algo porque estaba con el son de que se quería venir. El día que me dejó mal fue cuando me dijo que se había visto muerto, quedé preocupado. Hace semana y media vino sin avisar por un solo día, me dio un abrazo fuerte y me dijo que me quería mucho, compartió bastante con su mamá también. Ahora sé que se estaba despidiendo, porque él nunca hablaba así”, agrega Pérez Orozco al tiempo que confiesa que de tanto llorar ya se le secaron las lágrimas.

“No me sale llanto, pero el dolor que siento por dentro es inexplicable, parece mentira que mi hijo esté muerto”. El próximo 9 de mayo, el patrullero José David cumpliría 26 años. Desde que entró a la Policía había estado por fuera de Barranquilla, prestando el servicio en San Andrés, Valledupar y en algunos municipios del departamento de Sucre. “Su sueño era ser policía. Nunca se me va a olvidar la vez que creía que se le habían acabado las oportunidades porque tenía que conseguir un millón de pesos para comprar unos elementos que le faltaban para poder entrar, y no los teníamos, pero cuando me los prestaron, ese pelao saltaba de la felicidad”.

Pertenecer a la Policía Nacional le iba a permitir a José David, según se lo decía a su papá, cumplir sus expectativas de ayudar a su familia a salir adelante; quería ser abogado y tener un negocio propio, pero lo que sentía, como le hizo saber a David en varias ocasiones, terminó siendo verdad.“Sabía que ser policía le iba a ayudar poco a poco a ir escalando. Él quería colaborarnos a nosotros, era de lo que siempre hablaba. Pero de un tiempo para acá empezó a demostrar intranquilidad”.

El domingo pasado había estado hablando por Facebook con su hermana Saray. “Me estaba molestando y hasta me mandó una nota de voz. Hablamos muy contentos”, comenta la joven. “La última que habló con él fue Emma, su mujer, ella está muy mal, dice que se fue el amor de su vida. Esta mañana (ayer) Jose le mandó un mensaje y le dijo que no quería ir a trabajar hoy, pero que le tocaba porque era su compromiso”, explica David, quien recuerda también que su hijo quería estudiar derecho y tenía otro sueño que era el de montar un negocio porque “quería ayudar a la familia”.

El presidente Juan Manuel Santos y el alto mando policial rechazaron ayer el atentado que le costó la vida a los ocho uniformados y expresaron sus condolencias a los familiares de las víctimas.

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