En San Roque un jíbaro estaría matando a quien no le compre droga

El asesinato del excampeón de boxeo aficionado, Reinaldo Sepúlveda Echeverry, la mañana del pasado viernes, encendió las alarmas entre los moradores del barrio San Roque. Y no es para menos, desde el 12 de junio hasta el 15 de julio este populoso sector ha sido el epicentro de cuatro crímenes.

Entre vecinos impera la ley del silencio por temor a represalias, pero es un secreto a voces lo que está ocurriendo en esa zona de la localidad Norte - Centro Histórico.

Fuentes policiales consultadas por

AL DÍA

confirmaron que el móvil de esta racha criminal es una retaliación entre líderes de bandas delincuenciales por la lucha del territorio en el expendio de estupefacientes.

“Tenemos información precisa de que alias ‘Cachete’ está mandando a asesinar a los jíbaros y consumidores que le compran la droga en la Zona Cachacal a alias ‘Martha’. Como estos se han rehusado a comprarle a él, los amenaza vía telefónica, y si hacen caso omiso a sus pretensiones los ultima”, explicó la fuente.

Un morador del barrio, que prefirió reservarse el nombre para salvaguardar su integridad, aseguró que existe una lista con los objetivos criminales. Serían veinte los nombres que la integran –la mayoría de ellos son habitantes de la calle-, de los cuales cuatro ya fueron ultimados entre junio y julio del presente año. “Todo el mundo lo sabe, pero nadie se atreve a decirlo. Alias ‘Cachete’ amenaza a los manes y a los días amanecen muerto. Está exterminando a los habitantes de la calle por no comprarle droga. A alias ‘Mondongo’ se lo pasaron al teléfono y quién sabe qué le habrá respondido este, que los emisarios de ‘Cachete’ le cayeron a cuchillo”, indicó el vecino.

Agregó que ‘Cachete’ le advirtió a ‘Mondongo’ que en diez días volvería al barrio a matarlo. La fuente policial indicó que alias ‘Martha’ actualmente tiene detención domiciliaria, mientras que alias ‘Cachete’ coordina vía telefónica todo el andamiaje delincuencial de su banda, tras las rejas de un establecimiento carcelario y penitenciario de la ciudad.

LAS VÍCTIMAS

La primera víctima de esta retaliación fue identificada por la Policía como Yulder de Jesús Guzmán Martínez, de 20 años, apodado ‘Yurvito’, quien tenía cuatro anotaciones judiciales y había estado preso por los delitos de hurto calificado, porte ilegal de armas de fuego y receptación.

Los hechos en los que perdió la vida este joven ocurrieron a las 11:30 de la mañana del domingo 12 de junio en la calle 33 con carrera 33, del barrio San Roque, dentro de una tienda de razón social ‘Mercadito Girón’. Tenía cuatro días de haber salido de la cárcel.

De acuerdo con la versión que algunos testigos entregaron a la Policía, Guzmán Martínez se dirigía al referido negocio en compañía de su mamá a comprar cervezas. “Cuando se disponía a ingresar a la tienda, se dio cuenta de la llegada de dos sujetos en una moto de color negro y de inmediato corrió y se metió al mercadito. Al parecer se metió a un cuarto, el sujeto lo persiguió hasta ese lugar y le disparó”, dijeron testigos del atentado.

Gravemente herido, el expresidiario fue llevado hasta la emergencia del Hospital General de Barranquilla, donde murió a los pocos minutos como consecuencia de los balazos que le propinaron.

EL BOCA E’ MULO

En la noche del lunes 20 de junio fue ultimada la segunda víctima. Este fue identificado por las autoridades como Rosember Gómez Murillo, de 29 años.

“Esta persona no venía de acá, venía de Santa Marta; allí purgó una pena por el delito de hurto, recientemente salió de la cárcel y fue ultimado en la calle”, declaró al día siguiente el general Gonzalo Londoño Portela, comandante de la Policía Metropolitana.

Gómez fue baleado en la calle 35 con carrera 35, barrio San Roque, por el parrillero de una moto. Testigos indicaron a investigadores que el homicida tiene apariencia de ser un menor de edad. El exconvicto recibió tres impactos.

La víctima registraba dos anotaciones penales por hurto calificado y porte ilegal de armas. Uno de esos delitos lo cometió el 9 de septiembre del 2014, cuando en compañía de cuatro integrantes de la banda de fleteros ‘los Killeros’, entre ellos el reconocido delincuente Rafael Antonio Toro Pote, atracaron a un comerciante al que despojaron de diez millones de pesos en la Vía Troncal del Caribe, a la altura de Mamatoco, jurisdicción de Santa Marta.

LA TERCERA VÍCTIMA

Un pistolero completamente vestido de negro asesinó a balazos a un habitante de la calle identificado por las autoridades policiales como Michael David Villadiego Paternina, de 25 años. El homicidio ocurrió en el barrio San Roque, en la calle 32 con carrera 36, a las 7:30 de la mañana del pasado miércoles 6 de julio, en plena Zona Cachacal. El reporte de la Policía indica que Michael David fue asesinado de tres disparos.

El asesino huyó caminando tranquilamente y se montó en un bus que bajaba por la carrera 38, relataron testigos. Nadie se atrevió a detenerlo. Compañeros de drogas fueron quienes auxiliaron a Michael David y lo llevaron a urgencias del Hospital Barranquilla en una carretilla, que se quedó atascada a pocos metros de la entrada del hospital. Posteriormente falleció.

EL EXBOXEADOR AFICIONADO

El excampeón de boxeo aficionado Reinaldo Andrés Sepúlveda Echeverry, de 23 años, se convirtió en la cuarta víctima mortal en 33 días. Los impactos de bala ingresaron por la cabeza y de inmediato lo dejaron sin signos vitales. Este se encontraba desayunando, en la mañana del pasado viernes 15 de julio, en la calle 32 con carrera 35, cerca de donde se construye la Plaza del Hospital Barranquilla, en el barrio San Roque, cuando un hombre pasó a pie por su lado y le disparó sin mediar palabra. “El victimario continuó su camino hasta la carrera 35, donde abordó una motocicleta Yamaha y huyó con su cómplice a toda velocidad”, explicó la Policía Metropolitana después de las labores preliminares de vecindario. Desafortunadamente, admitió la familia, Sepúlveda Echeverry desde hace algunos años cambió los guantes por las drogas, lo cual lo llevó a convertirse en un habitante de la calle y a dedicarse a reciclar. En tres de los cuatro casos se habla de que el pistolero es un joven, con apariencia de menor de edad, pero muy certero a la hora de disparar. Las autoridades se encuentran tras la pista de los integrantes de estas bandas delincuenciales, que se han declarado la guerra para dominar la venta del estupefaciente

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