¿Qué Pasa?

ESPECIAL | Así se ‘amangularon’ para matar a Salomón Meneses

El vigilante de Sobusa que cuadró un atraco contra el empresario, llevaba cuatro meses trabajando allí.

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El empresario del transporte Salomón Meneses Ruedas, de 81 años, es otra víctima de la inseguridad que azota a Barranquilla. El socio fundador de Sobusa fue baleado dentro de su camioneta Mercedes Benz el pasado domingo 21 de octubre, en la calle Murillo, cerca de la Terminal de Transporte de Soledad, en la calle 63 con carrera 14C, barrio Nuevo Milenio.

Durante las audiencias preliminares del último de los tres capturados por el homicidio: el vigilante Mauricio Saúl Pacheco Suárez, la Fiscalía explicó cómo este guardia de seguridad se concertó con una pareja de atracadores para robarle a Meneses Rueda dinero, el reloj y las prendas de oro que usaba.

El día de los hechos, 21 de octubre, fueron capturados John Jaynner Morales Sierra, de 33 años; y Daniel Antonio Ariza Insignares, de 18. La Fiscalía los acusa de balear a Meneses cuando este trató de evitar que lo robaran, y aceleró su lujosa camioneta para intentar escapar.

En menos de 36 horas ambos fueron procesados y enviados a la cárcel La Modelo, sindicados de homicidio agravado y porte ilegal de armas. Ninguno aceptó los cargos a pesar de que les encontraron el revólver calibre 38 largo que se usó para matar a Meneses, la moto que los testigos identifican como el medio de transporte de los asesinos, y también dos teléfonos celulares.

Los aparatos: un Samsung Galaxy J2 y un Nokia sencillo (de los famosos ‘flechas’), permitieron al ente investigador llegar hasta el vigilante Mauricio Saúl Pacheco Suárez, quien estaba de guardia en la empresa Sobusa la mañana del fatídico 21 de octubre.

La investigación señala que Meneses, quien era un hombre de hábitos y disciplina, ese domingo trágico llegó a la empresa pasadas las 5:30 de la mañana, como era su costumbre.

El empresario santandereano arregló asuntos laborales con sus empleados, desayunó con los conductores (como también era su costumbre), y pasadas las 9:30 de la mañana salió en su camioneta.

Fue la última vez que sus socios, amigos y empleados lo vieron con vida.

Según Fiscalía, el vigilante Mauricio Saúl Pacheco Suárez y los presuntos atracadores Daniel Antonio Ariza Insignares y John Jaynner Morales Sierra, se ‘asociaron’ para atracar a Meneses, y dividieron funciones para llevar a cabo la empresa criminal.

Mauricio se encargó de hacer inteligencia y ‘tirarle la zona’ a sus compañeros, a quienes les correspondió la función de ‘entrompar’ al ‘viejo’ (así apodaron a Meneses los delincuentes).

La revisión de los celulares incautados a los pistoleros permitió descubrir que el pasado 21 de octubre desde muy temprano Daniel y un individuo quien para la Fiscalía es Mauricio estuvieron chateando por WhatsApp planeando el golpe.

En las conversaciones Mauricio envió imágenes, textos y audios a Daniel que fueron determinantes para ejecutar el frustrado atraco, que terminó en el asesinato de Meneses.

En las audiencias el Fiscal recalcó que el vigilante desde el interior de Sobusa le envió a sus compañeros fotos de la camioneta de la víctima, un lujoso vehículo marca Mercedes Benz, color gris, de placas de DTW-278.

En uno de los chats se lee:

Mauricio: Mijo, ese es el vehículo de la pinta. (Le envía una foto de la camioneta).
Daniel: ¿Qué placa es?
Mauricio: DTW-278.
Daniel: Mándame una foto del viejo si puedes.
Mauricio: Espera a ver.

El vigilante, quien llevaba cuatro meses laborando en Sobusa y estaba adscrito a la empresa Guardianes de la Costa, les explicó a sus amigos que Meneses usa prendas de oro, un reloj de gran valor comercial y siempre lleva dinero en efectivo en sus bolsillos y en la guantera de la camioneta.

En otro de los chats se lee:

Daniel: ¿El otro viejo es seguro que va hoy?
Mauricio: Si, siempre lleva efectivo en la guantera del carro, anda con un fajo en el bolsillo también.
Mauricio para disimular las fotos que enviaba se tomó varias selfies que tenían como fondo la camioneta y al mismo Meneses, dichas fotos son parte de las pruebas que tiene la Fiscalía en su contra.
Además, en las cámaras de seguridad de Sobusa quedó grabado todo lo que hizo el vigilante, y la Fiscalía pudo establecer relaciones temporales entre los mensajes registrados en el celular incautado a Daniel y las horas en que se ve a Mauricio chateando en su puesto de trabajo.

Mauricio: El viejo está todavía ahí.
Daniel: ¿Esta solo?
Mauricio: Si, si, solo. Ya mijo yo te envió, está cerca.
Daniel: Me envías apenas salga el viejo.
Mauricio: Listo, el viejo esta todavía ahí, hoy está solo.
Daniel: Listo, estoy aquí en El Manantial.
Mauricio: Bien, pendiente.
Daniel: Ya mijo, todo bien, de todos modos el viejo sale es para acá, para el Portal.

AL DÍA conoció que después del asesinato de Meneses al celular de Daniel siguieron llegando mensajes, y por eso los investigadores lo revisaron y empezaron a desentrañar todo el entramado criminal que los tres habían tejido.

También se supo que podría haber más capturas de personas vinculadas al asesinato del empresario. Mientras tanto Mauricio Saúl Pacheco Suárez fue asegurado en la cárcel La Modelo, donde se encontrara con quienes las autoridades señalan de ser sus ‘llaves’ en el crimen: Daniel y John.

Dice que lo engañaron

Durante las audiencias en contra de Mauricio su abogada defensora, Vilma Mendoza Pagano, hizo un relato de lo que sería su teoría del caso que armó con base en la información que le ha suministrado su cliente.

La defensora asegura que su cliente le manifestó que hace unas semanas empezó a tener problemas económicos y se contactó con dos pagadiarios, quienes serían Daniel y John.

Estos le dijeron que le podían prestar dinero, pero que a cambio (además del pago) tenía que enviarles fotos de los socios de Sobusa, porque ellos estaban cansados de trabajar en la calle y querían llevar hojas de vida, pero directamente con los ‘duros’.

Inocentemente el guardia de seguridad accedió a ayudarles y por eso les envió las fotos del carro de Meneses y de Meneses mismo, para que ellos supieran a quien le tenían que entregar las hojas de vida.

La defensa asegura que Mauricio nunca creyó que Daniel y John iban a utilizar esa información para cometer un atraco.