¿Qué Pasa?

EXCLUSIVO | Toro Pote asegura que ya no es un criminal y ahora es hombre de Dios

Hablamos en exclusiva con él.

Compartir en:
Por:

Rafael Toro Pote, conocido en la ciudad por haber sido capturado 18 veces por la Policía, afirma que está por fuera del delito, que conoció a Dios en la Cárcel Modelo cuando estaba ebrio y hundido en la droga, y reaccionó. Desde entonces empezó un proceso de restauración, y ahora se dedica a vender comestibles puerta a puerta y a domicilio. No obstante, fue capturado a principios de esta semana por violar una medida de detención domiciliaria. Toro Pote afirma que ya pagó esa condena, y no le han dado la libertad plena por un tecnicismo legal. De este y otros tema habló con AL DÍA.

¿Por qué lo capturaron esta última vez?

Estaba repartiendo unos productos y me pararon a hacerme una requisa, le manifesté a los agentes que yo tengo un proceso y fui condenado en Santa Marta, tengo una medida de detención domiciliaria que ya pagué cuatro veces. Solo me llevaron a la URI a verifi car lo que le había dicho a los agentes.

¿Por qué tiene detención domiciliaria?

En Santa Marta yo asumí los cargos por hurto y porte ilegal de armas.

¿En qué momento conoció a Dios?

Dios habló a mi vida en el momento más difícil, en la Cárcel Modelo de Barranquilla, hace aproximadamente dos años y desde ese momento mi vida ha sido transformada. Hoy manejo una conducta totalmente diferente, ya no tengo esa vida sucia, pero aún me encuentro sufriendo señalamientos por mi pasado, pero sé que Cristo pagó por mi y ando en integridad porque sé que no estoy cometiendo nada malo.

¿Por qué salió a los medios de comunicación?

Porque quiero aclarar que no estoy delinquiendo, estoy trabajando para proveerle a mi familia.

¿En que está trabajando?

Soy distribuidor independiente de productos Coolechera, vendo puerta a puerta y a los conocidos, amigos, familiares que me colaboran.

¿Cómo le va en este trabajo?

Gracias a Dios bien y puedo solventar los gastos de mi casa y estar tranquilo, no me gano millones pero estoy tranquilo sin necesidad de andar cometiendo fechorías. Yo trabajo con mi esposa, podemos ganarnos un millón, millón y medio, y con eso mantenemos a nuestros tres hijos.

¿Cuando estaba en la vida criminal qué delitos cometió?

Dicen que para qué traer a la memoria las cosas pasadas, yo hurté, ese era mi delito, mi problema.

¿De dónde es usted?

Soy de Barranquilla, nacido, criado y vivo en el barrio 7 de Abril. los puede sacar de ese mundo para que vivan una vida integra y de respeto.

¿Cuántos años estuvo en la delincuencia?

Tengo 36 años y estuve varios años perdido en ese mundo, pero fue necesario para que Dios tuviera misericordia de mí.

¿Qué lo que lo hizo cambiar?

Un momento de mi vida triste, estaba preso, sin dinero, sin familia y se levantaron todos los inconvenientes en mi contra y escuche la palabra: Jeremías 31-3 “Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia”. Esa palabra me llegó y transformó mi vida y mi corazón y desde ese momento entregue mi vida al Señor. Les pido perdón a la sociedad, a los barranquilleros, por las faltas que cometí.

¿Cómo le llegó esa palabra?

Estaba perdido en el momento más difícil de mi vida, estaba en la cárcel, en estado de beodez (borracho), sumido en la droga, y un predicador, un siervo de Dios, me habló y esa palabra fue para mi vida. Anteriormente decía tener y no tenía nada, hoy puede que no tenga plata, riqueza, pero lo tengo todo, tengo a mi familia, hogar, hoy son diferente, es duro, estoy pasando momentos difíciles, pero de la mano de Dios saldré adelante.

¿Cómo ve el dinero ahora?

Antes como la plata se ganaba fácil y se iba fácil; hoy no, todo es medido, hay compromiso, responsabilidad, ya no malgasto la plata, vivo dignamente con lo que Dios me permite vivir. Dios me transformo completamente, no tengo vicios, llevo una vida integra.

¿Qué le pide a Dios?

Fuerza para mantenerme en pie antes las adversidades y tantas pruebas, hoy la tengo clara, separado de Dios no puedo hacer nada.