¿Qué Pasa?

La historia de la herencia maldita que le habría costado la vida a 3 miembros de una familia

El caso salió a la luz después de la muerte de Pablo Pérez Machado, el hombre que murió incinerado en su cuarto.

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Un sino trágico ha caído sobre los miembros de la familia Tatis – Pé­rez, que mantienen una enreda­da y feroz disputa legal por una herencia que incluye el derecho de propiedad de dos casas y el cobro de dos pensiones que suman $2.9 millones mensuales.

El caso salió a la luz este miércoles 31 de mayo, cuando en una de las ca­sas en disputa, calle 37 No. 27-105, ba­rrio San Roque, en Barraquilla,murió en extrañas circunstancias Pablo Pérez Machado, de 55 años, quien padecía es­quizofrenia a raíz de un defecto cerebral congénito.

[ Ver: La terrible hipótesis de los familiares del hombre incinerado en B/quilla sobre su muerte ]

El cadáver calcinado de Pérez Macha­do, apodado ‘Uñito’, fue encontrado de­ bajo de la cama de la habitación donde dormía, en el patio de la vivienda. Sus fa­miliares aseguraron que no escucharon ruidos, ni voces de auxilio, pero tampoco creen la versión policial de una muerte accidental.

CADENA DE MUERTES

La extraña muerte de Pablo es el esla­bón más reciente de tres fallecimientos que han ocurrido en el seno de esa fami­lia desde mediados del año pasado y que, algunos creen, se encuentran ligados con la herencia que algunos vecinos del ba­rrio San Roque denominaron ‘maldita’.

La primera muerte ocurrió el 16 de ju­lio del año pasado, la víctima fue Walter Pérez Machado, 47 años, a quien le so­brevino un paro cardiaco mientras dor­mía en uno de los cuartos de la casa.

Walter era hermano de Pablo y tam­bién padecía esquizofrenia.

Pasaron seis meses y la muerte regre­só para llevarse a Judith Machado Tatis, 75 años, la mamá de Pablo y Walter. La causa certificada de su muerte, el pasa­do 6 de febrero, fue un infarto ocasiona­do por una trombosis venosa profunda.

Judith Machado Tatis

Judith también sufría alzheimer y era la beneficiaria de la pensión de su espo­so Pablo Emilio Pérez Henao, quien fue trabajador del Puerto de Barranquilla, donde se desempeñó como mecánico e instructor de reparación de maquina­ria Diesel. La mesada puede llegar a los $2 millones.

Además, la difunta era propietaria de ambas casas y tenía una pensión propia de $900.000 que obtuvo luego de trabajar du­rante toda su vida como jefe de perso­nal de la histórica Cafetería Almendra Tropical.

Al morir Judith las dos pensiones le que­daron a sus dos hijos especiales, sobrevi­vientes en ese momento: Pablo y Jorge.

Jorge Pérez Machado

Ahora, tras la extraña muerte de Pablo, las mesadas le corresponden a Jorge, 60 años, el mayor de los hermanos, soltero, sin hijos, también esquizofrénico, pero capaz de valerse por sí mismo, a diferen­cia de sus dos hermanos muertos, cuyas psiquis estaban más deterioradas por la enfermedad.

FISCALÍA INVESTIGA

Por la muerte de Pablo Pérez Machado la Fiscalía abrió una investigación dadas las extrañas circunstancias en que ocu­rrió y que rodean todo el caso. Una fuen­te del órgano investigativo anotó que muy pronto habrá resultados y que se está en la recopilación de evidencias.

Por el momento se presume que el fa­llecimiento de ‘Uñito’ sucedió entre las 3 y las 4 de la madrugada de este jueves 1o. de junio.

La causa de la muerte, al parecer, fue asfixia por la emanación de los gases del incendio; sin embargo a los investigado­res les llamó la atención que el cuarto donde lo encontraron no se quemó total­mente ya que un tubo del agua aparen­temente se reventó por el calor y apagó las llamas.

En ese momento en la casa estaban Kelly Pérez, sobrina y cuidadora de Pablo y Walter, su esposo John Carlos Maury Paternina, sus dos hijos menores, y Juan José Reyes un venezolano contratado pa­ra ayudar a cuidar a los hermanos esqui­zofrénicos.

Kelly está convencida de que la muer­te de Pablo fue un asesinato y señaló que al revisar el patio con cuidado (el viernes en la mañana, un día después de la muer­te) encontraron huellas de manos en las paredes del patio, “como si Pablo hubie­ra tratado de salir y lo hubieran jalado para la pieza”.

Kelly Pérez

La mujer agregó que Walter, su otro tío especial, le contó que esa madrugada fa­tídica vio a “un hombre negro merodean­do el patio, cuando él salió a orinar y el tipo le dijo que se entrara para la casa. No nos dijo ese mismo día porque estaba nervioso, pero ahora, ya calmado nos di­jo que había visto a alguien en el patio”, sostiene Kelly. Y recalcó que la muerte de su tío Pablo ocurrió faltando una semana para que ella fuera declarada su tutora legal y tam­bién de Walter. La audiencia se iba a rea­lizar este jueves 8 de junio y le permitiría cobrar y manejar las mesadas de sus tíos, ya que ellos son incapaces ante la ley.

De acuerdo con Kelly unos familiares le quieren quitar los derechos que ha ad­quirido al ser la única persona que se hi­zo cargo de su abuela Judith y de sus tres tíos esquizofrénicos.

Kelly es hija de Javier Pérez, el cuar­to hijo de Judith, y el único que nació sin problemas mentales. Su papá habita en la casa que tiene la familia en Rebolo.

“Mis familiares están especulando que yo he sido la autora intelectual de todos los daños que han pasado en la casa y eso es mentira, y se lo puedo demostrar a las autoridades, al mundo entero y a Dios”, sentenció Kelly.

LA CASA HIPOTECADA

Otra cara de la disputa que mantiene esta familia por la herencia, es la situa­ción legal de la casa que ha sido el epi­centro de las extrañas muertes, la de San Roque, la cual está hipotecada.

Kelly Pérez sostiene que la vivienda fue hipotecada por su abuela en pleno uso de sus facultades mentales; mien­tras que una de sus tías, en comunica­ción telefónica con este medio, afirmó que Kelly se aprovechó del alzheimer de su abuela para hacer el negocio con el inmueble y capitalizar unos negocios de su propiedad.

Sin entrar en una dinámica de lleva y trae, de dime y te diré, el caso de la fami­lia Tatis – Pérez plantea muchas incóg­nitas que ojalá encuentren respuesta en la investigación que abrió la Fiscalía, por ejemplo: ¿A quién beneficia la muerte de los especiales? ¿La horrible muerte de ‘Uñito’ fue un accidente o un asesinato? Y si fue un homicidio ¿Quién lo mató?

Como están las cosas lo más seguro es que todavía no se haya escrito el último capítulo de esta historia que no le tiene nada que envidiar a los enigmas que re­suelven los grandes detectives de ficción como Sherlock Holmes, Philip Marlowe, Kojak o el teniente Horatio Caine, de la exitosa serie CSI Miami.