¿Qué Pasa?

Le dieron un tiro en la boca y vivió para contarlo

Esta viva porque Dios es grande, madre de la víctima.

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A Ceneris Marín Gómez la mala fortuna la encontró el pasado viernes en la puerta de su casa, en el barrio Torices, sector Santa Rita, después de que la mujer de 28 años fuera víctima de una bala perdida que entró por su boca alojándose en su cuello, circunstancias que la mantiene bajo observación en el Hospital Universitario del Caribe, donde fue conducida por sus familiares momentos después del incidente.

Su madre, Ceneris Marín, que tiene el mismo nombre de su hija, aseguró que tanto la mujer como su nieto volvieron a nacer pues contó que la víctima del ataque salió a la terraza de su vivienda a entrar a su hijo de dos años que se había quedado allí jugando en momentos en que se había desatado una pelea entre pandillas en esa zona.

“Estábamos viendo televisión sentados en la sala de la casa, cuando oímos la bulla de los pandilleros tirándose piedra y bala, entonces nos paramos e íbamos a encerrarnos, cuando de pronto mi hija se dio cuenta que su hijo menor estaba jugando en la terraza y sin pensarlo dos veces se paró en la puerta y fue por él.

Cuando lo cogió del suelo y lo cargó dice ella que sintió un ‘quemón’ en la garganta y de pronto empezó a sangrar y se desmayó. Yo pensaba que me la habían matado, fue un momento horrible porque en la confusión mi nieto también lloraba y no sabíamos si también a él lo habían herido, pero por fortuna solo era el susto de ver a su mamá tirada en el piso y sangrando”, relató la madre de Ceneris.

La mujer herida fue conducida según los familiares hasta la Clínica San José de Torices, donde aseguran que supuestamente se negaron a prestarle los primeros auxilios, indicando que ese centro asistencial no tenía contrato vigente con Comfamiliar EPS, a la que está suscrita Ceneris y sus tres pequeños hijos.

“Por más que le rogué y le supliqué llorando al médico de turno que siquiera la viera para ver lo mal que estaba, pero no sirvió para nada, porque lo que me contestó fue que lo lamentaba, pero que no podía hacer más nada. Entonces fue cuando la trajimos acá al Universitario donde gracias a Dios me la han tratado muy bien y poco a poco se recupera”, manifestó la madre de la víctima.