¿Qué Pasa?

Murió Carolina, la menor de 11 años herida en el tiroteo en El Ferry

Tres hijos del hombre asesinado en estos hechos resultaron heridos, todos son menores de edad.

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Cuando estalló la ráfaga de la subametralladora Mini Uzi contra las personas que veían por Tv el juego Junior - Nacional en el estadero La Banda del Tiburón, en el barrio El Ferry;

Carolina Isabel Fernández Licona

, una niña de 11 años, caminaba presurosa hacia la casa de su abuela situada cerca al establecimiento.

Carolina Fernández, de 11 años, murió tras recibir un tiro.

La menor había pasado minutos antes por allí en compañía de su mamá, Lesbia Licona, quien iba a hacer una diligencia donde unas amigas. Carolina Isabel se arrepintió de seguir con su madre y decidió regresar y esperarla en casa de la pariente.

Justo en el instante en que transitaba de nuevo frente al estadero, aparecieron los dos criminales de la motocicleta abriendo fuego contra los desprevenidos hinchas futboleros.

En este establecimiento de razón social La Banda del Tiburón del Ferry ocurrió el ataque criminal con Mini Uzi.

“Mi sobrina recibió un balazo en el pómulo derecho que prácticamente le desfiguró la carita”, contó ayer anegada en llanto y destrozada por el dolor Magaly Licona, tía de la inocente criatura.

La niña fue auxiliada por los vecinos y trasladada en un taxi al Camino del barrio Simón Bolívar, de donde la remitieron al Camino Distrital Adelita de Char. Allí la atendieron, pero a las 10:30 de la noche reportaron el deceso.

Carolina Isabel Fernández Licona cursaba segundo grado de primaria en el CED 089 del barrio El Ferry. La familia acudió ayer a la solidaridad del vecindario para reunir dinero y comprar el féretro pues carecían de recursos para la velación y sepultura.

La pequeña se convirtió así en la segunda víctima fatal del atentado ocurrido a las 7:35 de la noche del jueves en este populoso sector de la ciudad.

(

VER:

Así fue la noche de terror en El Ferry: atentado durante el partido de Junior)

Al parecer el acto criminal obedeció a un recrudecimiento de la guerra entre los grupos delincuenciales los Papalope y los 40 negritos, de acuerdo con las pesquisas que hizo la Policía la misma noche de los hechos. Como se informó, dos asesinos en moto balearon a ocho personas con fuego de subametralladora cuando observaban por televisión el partido de Junior.

Casi en el acto murió

Tomás de los Santos Jiménez Pérez

, de 44 años.

Tomás de los Santos Jiménez Pérez, de 44 años, occiso.

Entre los heridos se encuentra Luis Guillermo Castaño Moreno, de 41 años, quien recibió un disparo en la mano derecha.

También se cuentan cinco menores de edad de 17, 14, 12, 11 y 5 años. El de 14 es un joven que tiene un tiro en el abdomen, su estado es crítico en la UCI del Camino Adelita de Char.

Hijo de 11 años de Tomás, con herida en el muslo derecho.

El niño de 5 años tiene una herida en la pierna izquierda.

EL TEMOR DE TOMÁS DE LOS SANTOS

Tomás de los Santos Jiménez Pérez al parecer tenía el presentimiento de que algo funesto podía pasar alrededor del encuentro entre Junior y Nacional en la final de la Copa Águila.

Así lo manifestó ayer a AL DÍA su hermana Marta Jiménez Pérez.

Cuando regresaba de hacer la llamada Tomás de los Santos, o Tito, como lo llamaban cariñosamente en la familia, se quedó en La Barra del Tiburón viendo por televisión el partido de Junior. Allí estaban tres de sus hijos, de 5, 11 y 12 años, que lo habían acompañado a hacer la llamada y prefirieron quedarse ahí con él.

Los otros dos niños, de 11 y 12 años, fueron baleados por el fuego indiscriminado que hicieron los homicidas. Tomás de los Santos Jiménez Pérez residía a tres casas del estadero objeto del atentado.

Gozaba del aprecio de la comunidad que lo reconocía por su espiritu trabajador al frente de una venta de pasteles, sopas, fritos y refrescos, con el que ayudaba a mantener a la familia.

GUERRA ENTRE PAPALOPE Y 40 NEGRITOS

Para el comandante operativo de la Policía Metropolitana, coronel José Luis Palomino, no cabe la menor duda de que este hecho cobarde y criminal hace parte de “la confrontación entre dos grupos delincuenciales que se autodenominan los 40 Negritos y los Papalope”.

“Estos sujetos han mantenido una retaliación entre ellos por ilícitos que cometen en sectores del Ferry, La Luz y La Chinita”, aseguró el oficial.

Los hechos de la noche del jueves sería una incursión de los Papalope, que tienen su base en la Chinita; contra los 40 Negritos, que se refugían en El Ferry.

La Policía custodió ayer la carrera 7B, entre calles 5B y 6, barrio El Ferry, para evitar que se alterara el orden público.

Sin embargo, no se ha determinado si en el estadero se encontraban integrantes de esta última agrupación. El alcalde de Barranquilla, Alejandro Char, exigió ayer a las autoridades policivas que esclarezcan y den rápidamente den con el paradero de los responsables de este ataque criminal que enluta a dos familias humildes. Ayer el temor se evidenciaba en los habitantes de El Ferry.