¿Qué Pasa?

¡No dé papaya! Así se están robando los vehículos en Barranquilla

Modalidades, ejemplos, recomendaciones y los barrios donde más roban.

Compartir en:
Por:

“A papaya puesta, papaya partida”, dice el viejo adagio. Pues los delincuentes dedicados al hurto de automotores sí que conocen de este dicho callejero.

Un vehículo parqueado en una zona oscura y desolada es una mina de oro para ellos. Basta con sacar una plumilla –pieza de metal en forma de llave maestra–, hurgar unos cuantos segundos en el switchde encendido y listo.

En cuestión de segundos desaparecen la moto o automóvil y van directo al desguazadero, donde

los desarman y venden por partes. O los "los enfrían”

, como se conoce al proceso de esconder los vehículos de la búsqueda policial o asegurarlos en un lugar para luego pedir rescate.

Modalidades hay muchas, por eso contactamos al investigador criminal adscrito al área de Automotores de la Sijín Metropolitana, subintendente John Rubiano, para que nos explicara

en qué consiste cada modalidad

. Enseñó algunos ejemplos y entregó recomendaciones para que los “amigos de lo ajeno”no se lleven en 60 segundos lo que usted tardó muchos años en conseguir con esfuerzo, dedicación y sacrificio.

MODALIDADES

Toman la carrera, se ganan su confianza, al llegar al lugar hurtan el vehículo, intimidando a la víctima con arma de fuego o arma blanca, y luego huyen en él, dejando ‘embarcado’ al mototaxista que nada tiene que ver en el robo. Esta es una manera de distraer al afectado, mientras el ladrón huye.

Los ladrones salen a ‘ruletear’ (buscar a cualquiera en la calle) para ver si encuentran una posible víctima que esté ‘dando papaya’. Cuando la detectan, la siguen hasta un punto desolado, la interceptan, la intimidan con arma de fuego y le quitan el vehículo.

En esta modalidad de robo los estafadores convencen a sus víctimas de alquilar su vehículo por una buena suma de dinero. A pesar de decir que se trata de un negocio serio, al entregar el vehículo para tramitar el alquiler, lo desaparecen.

Con esta estrategia el ladrón le informa al conductor del vehículo que está conduciendo con una llanta averiada. Cuando el conductor se baja del carro a revisar el percance, lo atracan o le roban su vehículo.

Otra frecuente modalidad de asalto en el país consiste en lanzar objetos, sustancias o líquidos al parabrisas de un carro con el fin de reducir la visibilidad del conductor y cuando frene pueda ser robado.

El dueño del vehículo publica un anuncio en internet. El ladrón se hace pasar por supuesto cliente y lo contacta, concerta una cita, se gana su confianza y hace que acceda al negocio, le pide probar el vehículo, se monta y no vuelve a aparecer.

Hasta tensiómetros (aparato médico que sirve para medir la tensión arterial) están utilizando los haladores de carros. Consiste en introducir el tensiómetro en la ranura de la puerta para que, cuando se esté inflando, empiece a expandirla. Después meten una varilla, una ganzúa o un alambre para retirar el seguro y abrirlo.

DOS EJEMPLOS

Dos personas supuestamente llegaron del interior del país con la idea de comprar un vehículo. Contactaron al dueño de una camioneta Kia Sportage, que la vendía por 85 millones de pesos. Este delegó a un familiar para que se encontrara con ellos en un centro comercial.

Allí lo sedujeron con atenciones e invitaciones. Luego, con la confianza del familiar, fue más fácil ir a donde el propietario y la pareja le informó que un pariente de ellos le haría una consignación a través de un cheque. Al dueño de la Kia le llegó un mensaje de consignación y creyó que el negocio se había cerrado como lo planeó.

Pero, no era así. Los ladrones aprovechan los viernes al cierre de la jornada para hacer consignaciones con cheques sin fondo y el lunes, al iniciar la semana, los bancos le notifican esto. Es decir, quedó sin vehículo y sin dinero.

Un hombre identificado como Johnny Fernando Balanta Arango, fue detenido el año pasado en Barranquilla, en Cali y antes de eso en Chile, por el hurto de vehículos. Este llegaba con la excusa de alquilarlos con el fin de ponerlos a trabajar con una empresa para el transporte de personal. Pero en realidad lo que hacía era vendérselos y/o volver a alquilárselos otros.“Se llegaron a correlacionar 30 casos seguidos”, explicó el subintendente John Rubiano, de la Sijín Metropolitana.

Recomendaciones

1) Principalmente, no dejar los vehículos en sitios desolados o reconocidos como inseguros.

2) Si van a vender un vehículo o a comprar, que sea en un lugar de confianza, puede ser un CAI o una estación de Policía, y pueden tener como testigo a un agente de la venta del vehículo para que verifique.

3) La más importante: Denuncie. Con la denuncia es que la Sijín puede trabajar en la recuperación del vehículo. No pague “rescate”, cuando lo hace está siendo víctima de dos delitos: hurto y extorsión.