¿Qué Pasa?

Santander fue apuñalado en el cuello porque le pidió a su suegra que le bajara el volumen a la música

El hecho sucedió en el municipio de Soledad, Atlántico.

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Y un día los continuos altercados lle­varon sangre al hogar. Marta Nelly Rodríguez García asesinó de dos puñaladas a su yerno Santander Enrique Moreno Pacheco, esposo de Ana López, quien declaró en contra de su madre durante la audiencia de impu­tación de cargos que resolvió detención preventiva contra la indiciada.

Rodríguez, 62 años, fue acusada por su propia hija de quitarle la vida a San­tander, de 38 años, luego de una discusión con él.

El hecho sucedió a las 3:15 de la ma­drugada de ayer dentro de una vivienda situada en la calle 57A No. 7-64, barrio Ciudadela Metropolitana, Soledad.

Después de un forcejeo entre Santan­der y Marta, esta última le propinó dos puñaladas con un cuchillo a su yerno, hi­riéndolo en el lado derecho de la clavícu­la y luego en la zona izquierda del cuello.

“No me dejen morir”, gritaba Moreno mientras se desangraba en brazos de los vecinos que lo llevaron al Hospital Mater­no Infantil de Soledad. De ahí lo remitie­ron al General de Barranquilla, donde al poco tiempo murió.

‘MI MAMÁ LO APUÑALÓ’

El reporte preliminar de la Policía Me­tropolitana Barranquilla señaló que Marta asesinó a Santander para evitar que este siguiera golpeando a su hija. La versión fue desmentida por Ana Ló­pez, quien defendió a su pareja senti­mental en la audiencia del caso.

Según Ana, ella y su esposo volvieron alrededor de la medianoche a la ca­sa. Dentro del inmueble estaba Marta, escuchando música en volúmenes no apropiados con respecto a la hora.

Al parecer Santander y su mujer ma­nifestaron que no era momento de pa­rrandear, lo que disgustó a Marta, que por ser propietaria de la vivienda co­menzó a lanzarles improperios propios de esa posición.

“A cada rato esa mujer echaba a San­tander, le decía que se fuera, sin embar­go él no respondía a sus insultos”, ex­presó otro morador del sector.

Con una nueva cantaleta en proceso y una discusión iniciada, Ana aseguró que se encerró con su marido en la habita­ción a esperar que Marta se calmara. “Cuando Santander salió del cuarto mi mamá lo enfrentó y apuñaló en la claví­cula y cuello”, declaró López.

Ante las acusaciones de su hija, Marta simplemente dijo que lo hizo en defensa propia. “Él estaba armado, me quería lastimar y lo que hice fue forcejear para desarmarlo, le quité el cuchillo y lo ata­qué en defensa propia”, aseguró.

El cobro de los 200 mil pesos mensua­les que pagaba Santander como arrien­do para residir en el mismo techo de su suegra era una de las tantas razones por las cuales discutían cotidianamente.

ENVIADA A LA CÁRCEL

Con las pruebas respectivas y el testi­monio de Ana López, el juez sexto penal municipal le dictó a Marta Rodríguez medida de aseguramiento consistente en detención intramural en la cárcel El Buen Pastor.

Su hija lloró por la pérdida de su marido y de su madre.

En el barrio soledeño, los vecinos la­mentaron el hecho, más que todo por­que Santander “era un hombre ejem­plar, buen amigo, incapaz de maltratar a su suegra. Dedicado a su familia y al oficio de comerciante”.