Edwin Arrieta Arteaga, de 44 años
Edwin Arrieta Arteaga, de 44 añosCortesía
¿Qué Pasa?

Nuevos detalles de muerte de cirujano en Tailandia: estudió en B/quilla

El hombre prestaba servicios en clínicas de distintas ciudades del país y de Latinoamérica.

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El médico cirujano Edwin Arrieta Arteaga, de 44 años, oriundo de Lorica, Córdoba, y quien fue asesinado y posteriormente desmembrado, al parecer, por su pareja sentimental, el español Daniel Sancho Bronchalo, hijo del reconocido actor Rodolfo Sancho, en una isla de Tailandia, tuvo un paso importante de su vida en la ciudad de Barranquilla.

Sobre este caso: Desmembraron a un médico colombiano en una isla de Tailandia

Arrieta Arteaga realizó sus estudios en medicina en la Universidad Metropolitana de la capital del Atlántico, y se especializó en cirugía plástica, estética y reconstructiva en la Universidad de Buenos Aires, Argentina.

Allegados al occiso manifestaron a este medio que él actualmente estaba radicado en la ciudad de Montería, en donde prestaba sus servicios en distintas clínicas. Pero no solo trabajaba en este sector de Córdoba, sino que también laboraba en Bogotá y en Chile.

Según sus redes sociales, era miembro de la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica y Reconstructiva (SCCP).

El caso

Este jueves un recolector de basura descubrió una pelvis seccionada e intestinos humanos escondidos en una bolsa de fertilizantes arrojada a un vertedero de la turística isla de Koh Phangan, de Tailandia, lo que propició que la policía comenzara a investigar un posible asesinato.

Durante una nueva búsqueda en el mismo lugar el viernes, hallaron más restos humanos, entre ellos una bolsa que tenía dos partes de extremidades inferiores, junto a una camiseta y unos pantalones cortos, apuntaron medios locales.

Sancho estaba siendo interrogado desde el viernes por la policía tailandesa, después de que él mismo denunciara la noche del jueves en una comisaría de la isla la desaparición de Arrieta, quien supuestamente llegó un día antes.

En medio de la testificación, el español confesó ser el autor de este atroz crimen, asegurando que perpetró el hecho por “celos” y temor de que “me engañara”.

 

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