¿Qué Pasa?

Con clásicos de Ismael Rivera despidieron a Topo Salsa

En el sepelio del reconocido programador musical imperó la música.

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Durante dos horas sonaron con intensidad los clásicos del Sonero Mayor de Puerto Rico, Ismael Rivera, para despedir a José Antonio Díaz, Topo Salsa. El sepelio del reconocido programador musical y taxista que físicamente se asemejaba al ‘Brujo de Borinquen’, salió a las 2 de la tarde de su residencia en el barrio Carrizal (calle 50B No 3-13), en medio de la música del turbo El Wasi. El cortejo fúnebre tuvo una asistencia masiva de familiares, amigos y vecinos, que luego siguieron la salsa que amplificaba un taxi.

Temas como El Nazareno, Las caras lindas, El Incomprendido y Las tumbas, sonaban con fuerza, mientras que la gente aplaudía y cantaba algunas estrofas. De las tumbas quiero irme no sé cuándo pasará/Las tumbas son pa’ los muertos/y de muerto no tengo ná, se escuchaba al unísono en la entrada del Cementerio Calancala a las 4:10 p.m., cuando el cuerpo de Díaz llegó a su última morada.

“Un aplauso para Topo Salsa, papá te quiero”, exclamó su hijo mayor Omar Díaz Mancilla, quien fue respaldado por las palmas de los presentes.

Antes de ser sepultado cubrieron el féretro con una camiseta de Junior, el equipo de sus amores, y la gente volvió a aplaudir con frenesí
“Gracias mi amor por estos 41 años de felicidad”, exclamó por su parte la viuda Carmen Mancilla.

Mientras el cadáver era sepultado, los asistentes entonaron al pie de la letra el tema Amigo del brasileño Roberto Carlos. “Ese fue un gran amigo y vecino, nos deja un vacío inmenso”, dijo Marta Arrieta, vecina del Topo.

Su tumba (DB-17363) fue marcada así: José Antonio ‘el Topo’ Díaz.

SERVICIAL Y SIEMPRE ALEGRE

Robinson Albor, propietario del Rancho Currambero, a quien El Topo le trabajó como conductor y programador musical, lo recordó como un hombre intachable.

“Era muy servicial y siempre se le veía alegre, cantando o programando lo mejor de la salsa. Había un tema que le gustaba mucho, Ensíllala, que cantó Ismael Rivera con Cortijo y su Combo. Afrontaba la vida con mucho entusiasmo, por eso es que su muerte nos ha tomado por sorpresa a todos, porque estaba muy enérgico”.

Edwin ‘Guayacán’ Madera, propietario de La Troja, también destacó las virtudes de este hombre entusiasta. “Él se parqueaba en nuestro estadero de la 74 y hacía carreras, el domingo hablé con él, nos vimos el partido de Junior y Huila, luego pidió el tema Yo quiero ser como Ariel, de la Billo’s, y dijo que hacían falta más lugares en la ciudad en los que se programaran las canciones que tanto han gustado al bailador barranquillero. Se va uno de los grandes conocedores de la música antillana”.

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