¿Qué Pasa?

“En esta serie la gente se dará cuenta que ser bandido no es tan chévere”: Julián Román

El actor habló con AL DÍA de su papel antagónico en la serie ‘El general Naranjo’.

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El actor Julián Román ha asumido papeles oscuros en varias producciones como el del temible paramilitar Carlos Castaño en la serie Tres Caínes. Sin embargo, El Liso es a su parecer el más villano de todos.

Este se convierte en el principal objetivo del general Óscar Naranjo quien fuera considerado uno de los mejores policías del mundo y cuya vida ahora se conoce a fondo en la serie El General Naranjo que actualmente emite Fox en su señal Premium.

Naranjo enfrentó a las organizaciones más temibles del crimen organizado, especialmente a los carteles de Cali y Medellín, por lo que El Liso, es un personaje ficticio que representa a los mafiosos más temibles que ha tenido el país.

En dialogo con

AL DÍA

el reconocido actor contó detalles de su papel, la manera cómo lo construyó y también aplaudió la idea de que se hagan series televisivas enfocadas desde el lado de los buenos.

Cuéntenos un poco de su participación en esta serie dedicada a un héroe de la patria

El liso es un personaje de ficción, la historia requería una línea dramática que mostrara al general todo el tiempo persiguiéndolo. Resulta que el general Naranjo estuvo combatiendo los carteles más poderosos de este país y todos esos personajes antagónicos iban muriendo o los capturaban, así que El liso es la unión de muchos personajes oscuros que han existido en Colombia. Esos personajes que han estado detrás de esas mafias y que no tienen escrúpulos.

¿Se siente cómodo al interpretar personajes oscuros?

Son muy interesantes de hacer, hay una frase del dramaturgo alemán Heiner Müller que puede explicar lo que siento, para él hacen parte de ‘la cotidianidad no cotidiana’ y te lo resumo así, por ejemplo: si sale un niño de una alcantarilla, es aterrador para el que va pasando y lo ve, pero para el niño es su cotidianidad. Para mí es terrible lo que hacen estos personajes, la mentalidad que tienen para el mal, hablan de asesinato y descuartizamiento como el señor de la tienda que está haciendo un pedido de frutas y gaseosas.

Mi reto fue ese hacer que para El Liso fuera muy cotidiano, ese trabajo se vuelve interesante para no caer en el cliché del malo y en esta serie la gente se dará cuenta que ser bandido no es tan chévere, porque en las narconovelas en las que he trabajado al mostrar el lado humanos de los malos, la gente hasta se conmueve, pero aquí van a ver sufrir a quien hace el mal.

¿Cómo fue la construcción de ‘El liso’?

Me divertí mucho con la elaboración de este personaje, porque pasa por todas las situaciones e historias de violencia más visible de Colombia, empezando con Pablo Escobar, el Cartel de Cali, llegando a México y regresando a Colombia. Ha sido interesante inventarse este personaje sin salirse de la línea de los hechos reales, de hecho me leí el libro El general de las mil batallas de Julio Sánchez Cristo, el cual recomiendo y de esta manera pude crear un villano que retara a este ilustre general.

El Liso es el villano más bravo que que he interpretado porque incluso se traiciona a sí mismo, con una relación terrible con la mamá, cuando usualmente en las historias, para los malos lo sagrado es la madre.

¿Qué reflexión saca de su participación en esta serie?

Hay una palabra que se ha perdido mucho en este país y es la dignidad. Dignidad como principio activo dice Rubén Blades, es muy importante eso, cuando uno sabe realmente por qué la tienes y para qué la tienes, pasas por encima de muchas cosas y en esta historia la dignidad de los personajes es muy bonita, esta no es una serie en la que vamos a decir que todos los policías son maravillosos, se muestran también algunos corruptos que se vendieron a los narcos, pero también mostramos a los que tienen dignidad y con esos me quedo.

¿Cree que la serie contribuirá a devolver la credibilidad y el respeto a los policías?

Creo que sí, cuando hablé con los patrulleros, tenientes y capitanes que participaron en la serie siempre les escuché una frase y era que ellos no se podían comportar como los malos, porque si no quien los iba a respetar. Hay unos capítulos en los que uno dice pero por qué este tipo no le pegó un tiro, pero es porque él es el representante de la ley y si la rompe que se deja para el resto.

Estuvo también en la serie de Colmenares que hizo Netflix ¿cómo se sintió haciendo de periodista?

Es una ardua labor la que hacen ustedes los periodistas, muchas personas no la valoran, pero estar en ese rol me ayudó a experimentar el gran compromiso que tienen con el público. En la serie sentí que tenía que entregarme a los lectores de la revista y hacer mi aporte con mis líneas investigativas sobre este caso tan sonado planteando todos los puntos de vista posible con voces de sus protagonistas. No es fácil conseguir datos a veces y hay que ser muy astuto para lograr llegar al fondo del asunto.

Eso es lo bonito de mi carera también que un día me pone en la mirada del bueno, otro en el de los malos y desde todos se aprenden cosas nuevas.