¿Qué Pasa?

ESPECIAL | Así fueron las últimas horas de Patricia Teherán: llenas de premoniciones

Amigos y vecinos de la cantautora Patricia Teherán aseguran que se fue en su mejor momento.

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Dos días antes del trágico acci­dente en el que perdió la vida la cantautora de música valle­nata Patricia Teherán, su no­vio Víctor Sierra, su mánager Tyron Del Cristo y su jefe de prensa Guillermo ‘Billy’ Pertuz, chocaron en el Mazda 626 de placa PB-6054, el mis­mo vehículo en que este grupo se vol­caría el jueves 19 de enero de 1995 en Boca Tocino (Atlántico).

Fue una advertencia a la tragedia que posteriormente se desencadena­ría, tal como lo lamenta Billy Pertuz. “Son señales que debían obedecer­se”. El primer percance ocurrió en Plato (Magdalena), cuando los tres hombres del equipo de Las Diosas del Vallenato se dirigieron al municipio magdalenense para firmar un contra­to que realizaría la única agrupación vallenata femenina de esa época.

“Víctor que generalmente era el que conducía ese carro que era de la agru­pación, iba a dar reversa en un semá­foro y nos chocamos con un bus de Brasilia. Esa fue una especie de ad­vertencia, pero en ese momento no entendimos la señal, fue algo premo­nitorio”, explicó Pertuz.

Una vez solucionaron el impase, buscaron un teléfono y llamaron a la intérprete de 'Tarde lo conocí', pa­ra explicarle lo ocurrido. “Gracias a Dios están bien, tuve un presentimien­to muy feo Billy, cuídense mucho que estamos en nuestro mejor momento. Acuérdense que mañana debemos ir a Barranquilla de gira de medios y a fir­mar contratos para Carnavales”, fue­ron las palabras que desde su casa en el barrio Nuevo Bosque de Cartagena les expresó ‘Patri’.

El 18 de enero los tres viajeros pa­saron a las 8:00 a.m. a recogerla en su casa para cumplir las citas en Barranquilla. “Patricia sorpresivamente decidió que su hijo Yuri Alexander de apenas cuatro meses se quedara. Todos nos miramos sorprendidos, porque ella lo llevaba a todas partes; pero esa vez tuvo un pálpito y prefirió dejarlo bajo el cuidado de su timbalera Silvia Carpuci­lo. Le pidió que lo cuidara y lo quisiera como si fuera suyo. Yuri Alexander es un verdadero milagro, él se salvó de morir en aquel terrible accidente, por una decisión divina”, sostuvo Pertuz.

UN VIAJE DE NEGOCIOS Y PLACERES

El viaje hacía Barranquilla fue muy productivo, concretaron tres presen­taciones y visitaron dos de los progra­mas vallenatos con mayor sintonía en la década de los 90, Bienvenido el Va­llenato, conducido por Alí Guerrero en Bienvenida Estéreo, actual Tropicana (89.1 FM) y El club vallenato de Édgar ‘Caballo’ Castillo, que se emitía por Uniautónoma Estéreo (94.1 FM). Pero también el desplazamiento hasta la Arenosa sirvió para que Patricia y Víc­tor se reconciliaran. “Él entendió que Patricia ya había olvidado a Rodrigo Castillo (padre de Yuri), yo serví de compinche para que se reconciliaran y así lo hicieron, dejaron sus peleas y celos y decidieron empezar un nuevo rumbo. Nos hospedamos en un hotel en la calle 72 y allí comenzaron a vivir su idilio”, declaró Billy.

Hacía las 3:00 p.m. visitaron las insta­laciones de Uniautónoma Estéreo, para compartir sus proyectos con el Caballo Castillo, uno de sus amigos a quien sa­ludó en canciones como Me dejaste sin nada. “Vino a contarnos sus sueños y a traerme un regalo que me había pro­metido, un televisor Sony de 21 pulga­das que me dejó en mi casa en el barrio San Felipe. Yo nunca le recibí dinero y en agradecimiento a mi apoyo incondi­cional tuvo ese detalle conmigo”.

“Ese día estaban los humoristas Rony Laitano y Rafael Zequeira, ellos comenzaron a tomarle el pelo, se pasó un rato bastante alegre. Me contó que había llegado hace poco de Venezuela, país en el que fue contratada para dos presentaciones y terminó quedándose tres meses. Con esos bolívares se com­pró un carro Ford Festiva de color blan­co. Patricia se va en el mejor momento de su carrera, quería comprarles casa a sus padres y a su hijo, por eso iba a ini­ciar una gira por Estados Unidos.Una de sus ideas me la compartió en esa entrevista, ella quería hacer un es­tudio de grabación para ensayar y pro­ducir sus canciones”, contó Castillo quien hoy labora en Madrigal Stereo.

Posteriormente El Caballo Castillo le hizo la gestión para que visitara al gerente de gaseosas Link quien la con­trató para uno de sus conciertos carna­valeros. “En la noche fuimos a ‘Cham­pancito’, para concretar otro toque y celebramos. Nos regalaron una botella de Chivas Regal, ‘Patri’ bailó y disfrutó de una noche muy chévere junto a su novio Víctor Sierra”.

Alí Guerrero, actual director de Rum­ba Stereo, fue otro de los que entrevista­ría por última vez a la Diosa del Valle­nato. “Recuerdo que ella estaba muy afanada porque tenía un compromiso en Montelíbano (Córdoba). Sin embar­go, llegó muy sonriente como siem­pre. Habló de los planes que venían para su carrera, entre ellos un nuevo trabajo discográfico que traía muchas canciones compuestas por ella, decía que estaba muy enamorada y que te­nía ganas de cantarle al amor. Tam­bién planteó una gira nacional y otra por Estados Unidos, país que visitaría por primera vez. La verdad es que se le veía su sed de triunfo. Cuando nos despedimos iba azarosa, porque esta­ba corta de tiempo y lamentablemen­te el exceso de velocidad les terminó pasando factura”.

Patricia Teherán junto a la agrupación Las Musas del Vallenato | Cortesía

CAZUELA DE MARISCO, SU ÚLTIMA CENA

Luego de visitar a Alí Guerrero, Patri­cia junto a su equipo de trabajo hicieron una parada en el restaurante El Corral del Marisco, ubicado en la carrera 21B con calle 57 esquina. Era su preferido, siempre que podía pasaba por allí para degustar una cazuela de mariscos.

Álvaro Salazar, quien labora desde 1993 como mesero de este restaurante, fue el encargado de atenderla ese día. “Vino acompañada de cuatro hombres a eso de las 2:00 p.m., a ella le encan­taba mucho nuestra cazuela siempre pedía ese plato. Se le veía muy alegre, algunos comensales se le acercaron a pedirle autógrafos y ella muy amable­mente accedió atenderlos, la verdad es que se le vio muy feliz, me dijo que la cazuela había estado exquisita y se marchó. Después me enteré que perdió la vida en un accidente, un hecho muy lamentable. Aquí como homenaje tenía­mos un cuadro con una foto de ella, pe­ro con el tiempo se dañó”.

Billy Pertuz explicó que en ese res­taurante se firmó un contrato con Germán Benedetti, el popular Pupi, quien fuera asistente de Diomedes Díaz para tocar en Ciénaga (Magdale­na). “Luego llegamos al hotel a buscar unos zapatos, ropa y maquillaje que había comprado y partimos rumbo a Cartagena. Todas estas cosas poste­riormente serían saqueadas del ca­rro una vez nos accidentamos, hasta el carro lo desvalijaron”.

PRESINTIENDO LA MUERTE

Patricia junto a su equipo abordaron el Mazda 626 color azul y salieron por la vía al mar rumbo a Cartagena. En un retén puesto por las autoridades de tránsito en Puerto Colombia, les firmó sus últimos autógrafos a unos agentes que les solicitaron una requisa.

“De ahí en adelante me entró una corazonada de que algo podría pasar, Tayron y yo le pedimos a Víctor que le diera suave y respondió: ‘Quién se ha muerto en la víspera...’. A eso de las 4 de la tarde, a la altura de Boca Tocino (Atlántico), estalló la llanta izquierda trasera del carro. Patricia que iba de copiloto cuando escuchó el estallido, gritó ‘Ay Dios mío’ y comenzamos a volcarnos. Según el informe de trán­sito dimos ocho vueltas. Yo me puse en posición fetal y comencé a orarle a Dios, por eso me pude salvar”, reme­moró Billy quien se fracturó la pierna y la cadera derecha.

“Llegó una persona a auxiliarnos y le dije que fuera al carro a ver cómo estaba el resto. Me dijo que adentro había una mujer mona herida y un hombre de bigo­tes. Por la descripción supe que eran Pa­tricia y Tyron. Luego me informan que Víctor había muerto. Patricia pasó a mi lado en una camilla y lo último que me dijo fue: ‘Estoy bien Billy, no te preocupes por mí’; aunque luego un paramédico gritó que estaba vomitando sangre y en­tré en pánico. Se la llevaron muy grave y posteriormente falleció en el Hospital Universitario de Cartagena".

PENANDO EN EL PARQUE DE SU BARRIO

La noticia de la muerte de Patricia Teherán causó conmoción entre sus familiares y seguidores. Los alrededo­res de su casa de dos pisos fueron col­mados por una multitud que coreó sus canciones.

En la actualidad, sus vecinos ex­trañan esa alegría que contagiaba a to­dos. Jesús Cabeza Cobo, quien reside hace 37 años en el barrio Nuevo Bosque de Cartagena, describe a Patricia como una mujer luchadora.

“Sus deseos de triunfar eran inmen­sos. Ella era muy amable, sencilla y servicial. Su formación musical nace de las parrandas que hacía su padre Don Carlos Teherán. Luego comienza a cantar y lideró muchas integracio­nes en las que todos gozamos con su voz”, explica Jesús Cabeza, mientras está sentado en una rueda ubicada en el parque Flor de La Guajira ubicado frente a la casa de la artista.

Cabeza Cobo toma un poco de aire y dice en voz baja: “He escuchado a varias personas decir que su espíritu permanece en este parque, al parecer sigue penando por aquí”.

Los vecinos de la fallecida cantauto­ra han seguido de cerca los capítu­los emitidos de la serie 'Tarde lo conocí'. y coinciden en algo. “Hay demasiada ficción y poca realidad”.

Gladys Patricia Jaraba López, otra de las moradoras de este barrio, indi­có que en las noches los jóvenes evitan jugar o pasar por el parque para no to­parse con su espíritu. “En la casa de Patricia se han escuchado de noche retumbar los instrumentos sin que nadie los ejecute, por eso se habla de que su espíritu sigue allí. Ella fue ve­lada en su casa y por eso es que se ru­mora que jamás se ha ido, dicen que se asoma también al balcón, ya que des­de allí era donde salía a saludar a los vecinos, muchos aseguran que la ven sonriente en el segundo piso”.