Joan Báez, reina de la canción protesta en Estados Unidos

Alguien dijo que todos los cambios sociales necesitan de la música; y una cantautora cumplió de manera cabal y sincera con dicha afirmación: Joan Chandós Báez Bridge, conocida artísticamente solo como Joan Báez.

Nació el 9 de enero de 1941 en Staten Island, Nueva York; sus padres son Albert Báez, científico mexicano; y Joan Bridge, escocesa, profesora de literatura de la Universidad de Nueva York.

Joan Báez se inició como soprano apoyada en su poderosa y bella voz, pero rápidamente dejó el Bell Canto y se dedicó a la música popular.

Abrazó géneros como el Folk, Country, Pop Rock y Rock Folk, con énfasis en el Folk Rock, un género musical que combina elementos del Folk, el Blues y el Rock.

La figura de Joan Báez encaja en lo que dijo ell escritor Álvaro Cépeda de un personaje suyo, “siempre es igual, siempre es distinta”; pues el Folk nunca es nuevo y nunca es viejo.

Desde muy joven se involucró en las causas relacionadas con los derechos civiles en Estados Unidos, ya que heredó de su padre sus convicciones pacifistas y contestatarias.

En 1958 se mudó junto a su familia a Belmont, Boston, y comienza estudios en la universidad de Cambridge. En aquella época Belmont era la meca de la música Folk, y Joan da su primer concierto en la ‘Taberna Club 47’.

A raíz de ese inicio se popularizó en la escena musical norteamericana en el New Port Festival de 1959, grabando su primer disco en 1960 titulado We Shall Over Come (Venceremos).

Con este tema llegó a trascender en la escena de la canción protesta de Estados Unidos.

Joan Báez es poseedora de una irresistible personalidad y energía de la que se impregnan todos los que la conocen, al punto que cautivó a la nada fácil personalidad de Bob Dylan. Vivieron juntos entre 1963 y 1965. A Dylan le versionó varias canciones mientras este le compuso otras tantas a ella.

Hay quienes afirman que Joan Báez fue quien descubrió realmente el genio musical y literario de Bob Dylan, que lo llevó a merecer el Nobel de literatura de la Academia Sueca en 2016.

A raíz de la química artística que surgió entre ellos, el compromiso social y el activismo político, ambos artistas acompañaron a Martin Luther King Jr. en sus giras por Estados Unidos en defensa de los derechos civiles de los negros y protestas contra la guerra de Vietnam. Bob Dylan dejó testimonio de su amor por Joan Báez en la canción Visions of Johana, (Visiones de Joana), y una década después Joan Báez hizo lo propio con varias canciones de su álbum Diamonds and Rust (Diamantes y Oxido).

Joan Báez continuó en su lucha contra la guerra de Vietnam, transformándose en la voz de los marginados, los perseguidos políticos, los masacrados y de los soldados norteamericanos desaparecidos que nunca volvieron a casa.

Una activista convencida contra todas las expresiones de violencia, abanderó la famosa resistencia fiscal que consistió en que los ciudadanos retuvieran el 60% de sus impuestos para que no fueran destinados para la guerra, conducta que la llevó varias veces a prisión.

Fundó el instituto para la “No Violencia”, participó en la creación de la sección estadinense de Amnistía Internacional en defensa de los Derechos Humanos, contribuyó a la fundación de Humanitas International, y mantuvo una mirada muy crítica sobre gobiernos dictatoriales.

Por esta posición fue objeto de muchos ataques desde sectores de la derecha y la misma izquierda, al punto que puso en peligro muchas veces su vida en varias ciudades del mundo.

Dirigió publicaciones en periódicos importantes como New York Times, Whashington Post, y en 1972 se unió a la delegación de paz de Estados Unidos en Saigón.

Participó en la Feria de Música y Arte de New York en agosto de 1969, en el inolvidable Wood Stock, donde junto a Jimmy Hendrix, Janis Joplin, Joe Cocker, Carlos Santana y Jefferson Airplane, fueron los más aclamados. Allí interpretó la célebre canción Joe Hill.

Se casó luego con David Victor Harris, periodista, activista y escritor estadinense, de cuya unión nació su hijo Gabriel Harris.

A lo largo de su vida grabó los álbumes Diamond And Rust (Diamantes y Oxido), Whistle down the wind (Silbando en el viento) Recently (Recientemente) y Farewell Argentina (Adiós Argentina). En 1976 grabó Gulfwinds (Vientos del Golfo), de mucha aceptación entre sus miles de seguidores.

No obstante para muchos Play my Backwards (Juega mi al revés), resultó su mejor canción.

Grabó con los sellos musicales Vanguard Rcords, Discorama, Chin Chin Delia Records, RCA Víctor y Razor and Tie. Filmó cuatro películas: How Sweet the sound (Que dulce sonido), Don’t look back, (No mires atrás), Pete Seger The pow, (Pete Seger el poder). Junto a la compositora Chilena Violeta Parra y la cantautora argentina Mercedes Sosa, Joan Báez conforma un maravilloso trío musical, activista y poético en América.

Báez y Sosa se pasearon por los grandes escenarios del mundo como el Olimpia de París, Albert Hall de Londres, El Bolshoi de Moscú, el Apolo de Madrid, el Anfiteatro Romano de Yanten, en Alemania; y cantaron en Buenos Aires y Santiago de Chile, ciudades donde su canto fue ilegal y clandestino alguna vez.

Joan Báez aún se mantiene en función artística y política; dicta conferencias en las principales universidades de Estados Unidos contra el neo-conservatismo de Donald Trump, y apoya movimientos contra las guerras, asesinatos de líderes sociales, periodistas, y lucha contra la pobreza y la marginalidad en este país, a favor de la comunidad de inmigrantes y nunca ha sido su opción callar. También es defensora de la causa Palestina. Y como dice la poeta barranquillera Dina Luz Pardo, una vez en un concierto sentenció: “Nunca he tenido opiniones humildes. ¿Si usted tiene una opinión por qué ha de ser humilde?”.