Pa' Lante

Jorge Altamiranda y ‘La Gigantona’, tradición que le deja al Carnaval

Con su disfraz, durante 70 años, hizo parte activa de nuestra fiesta.

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Tras sufrir fuertes problemas esto­macales que lo mantuvieron con­valeciente desde diciembre, falleció este viernes a las 4:30 p.m. Jorge Altamiranda, creador del disfraz colectivo las Gigantonas, con el que durante 70 años puso por las nubes la sabrosura de los carnavaleros.

Carmen Altamiranda Insignares, la mayor de sus siete hijos, y quien es la llamada a tomar el legado de su pa­dre, contó a AL DÍA que pese a la ex­trema delgadez en que quedó, durante la temporada carnavalera estuvo pen­diente de que sus muñecas estuvieran listas para participar en los desfiles de la Vía 40.

Acompañado de varios jóvenes participaba en los desfiles.

“En 1948 cuando tenía 22 años co­menzó a participar en los desfiles car­navaleros y desde entonces no falló, incluso este año que estuvo tan mal de salud hizo que las sacaramos. Él amaba estas fiestas y nos transmitió toda su pasión, por eso junto a mi es­poso Rafael Palmieri confeccionamos dos muñecas una rubia, que llamamos Timotea, y otra morena, que bautiza­mos Fedora, y las pusimos a desfilar. Carmen es respaldada en el tema de la confección de los disfraces por su hi­ja Patricia. este sábado en en medio del dolor expresó que en honor a la memoria de su padre va a luchar para que este dis­fraz no desaparezca. “Mi padre era un hombre muy alegre y amoroso, por eso siempre lo recordaré de la mejor mane­ra. Él fue exaltado como líder de la tra­dición por Carnaval S.A., se ganó ocho Congos de Oro, así que no podemos de­jar que muera su máxima creación”, dijo Carmen, quien agregó que el sepelio se cumplió ayer en el Cementerio Universal a las 4:00 p.m.

Carnaval S.A., también lamentó el de­ceso a través de redes sociales. “Ha fa­llecido Jorge Altamiranda, director de Las Gigantonas del Carnaval de Ba­rranquilla, que desde finales de los años 40 hacen parte del Patrimonio de nues­tra fiesta. Extendemos las condolencias a su familia y amigos”. Por su parte El descabezado del Carnaval, Wilfrido Es­corcia, lo recordó como un hombre que rompió esquemas. “A nadie se le había ocurrido hacer un homenaje a la mujer y ponerla por las nubes, Jorge trepado en unos zancos de tres metros de alto las convirtió en emblema de nuestras fiestas. Sus muñeconas junto a los cabe­zones de Café Almendra Tropical eran las que abrían los desfiles”.

Desde sus inicios fue el encargado de confeccionar los trajes.

DE JOSELITO A LAS GIGANTONAS

Altamiranda, nacido en San Isidro, aprendió de su padre Jaime el arte de la escultura y la pintura. En 1948 creó un Joselito Carnaval gigantesco que dis­frazó de cumbiambero y puso a bailar los cuatro días. Ese mismo año con su creación innovadora obtuvo el primer lugar en la competencia de disfraces, y ganó 200 pesos. Posteriormente salió con otro muñeco al que llamó Rey Mo­mo; pero fue por petición de una marca de cerveza que en 1950 construyó a una mujer. “Ellas llamaron la atención del público, recibían muchos aplausos de la gente, porque meneaban la cadera, la idea gustó tanto que estuve con ellas en importantes festivales en Bucara­manga, Cali, Medellín, y hasta llegué a San Andrés. Este es mi homenaje mo­numental a la exuberancia de la mujer costeña y con ellas he sido muy feliz”, dijo en entrevista concedida a El Heral­do en el 2015.