¿Qué Pasa?

Los fogones de ‘Sazón Atlántico’ vuelven a encenderse

La segunda edición de la ruta gastronómica regresa semipresencial a finales de junio. El apoyo a productores, matronas y campesinos del departamento continúa.

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Ni la covid-19, ni el confinamiento, ni la ausencia de público presencial fue una excusa para que los festivales gastronómicos más representativos de los municipios del Atlántico se realizaran, en 2020. Este año, los fogones de Sazón Atlántico vuelven a encenderse y suben su llama a semipresencial, con la habilitación de puntos móviles en la Plaza de la Paz.

Contra viento y marea, matronas, productores y comercializadores tuvieron la oportunidad de ofrecer sus platos en una época donde la virtualidad ha sido la mejor aliada para los negocios. De esta forma, la Gobernación del Atlántico, en cabeza de la Secretaría de Cultura del departamento, idearon estrategias de ventas a domicilio que les permitieran a los atlanticenses reactivar su economía y hacer lo que mejor saben: cocinar.

Por segundo año consecutivo, la ruta gastronómica llegará a los hogares del departamento y permitirá que los paladares de todo el Atlántico se deleiten con productos típicos de la región, que engrandecen la cultura caribeña.

“Es muy grato ver cómo nuestro país y toda la Costa Atlántica llevan en su sangre todo el talento y vocación por la creatividad, por los saberes, las ideas y, claramente, este tipo de festivales reactivan al sector y se logra un intercambio de conocimientos, permite detonar el turismo, pero lo más importante es que los atlanticenses consuman lo propio”, dijo a AL DÍA la viceministra de creatividad y economía naranja, Adriana Padilla.

En 2021, la ruta de los eventos gastronómicos estará integrada por el Festival del Pastel, de Pital de Megua (Baranoa); el Festival de la Arepa de Huevo, de Luruaco; el Festival del Bollo, de Ponedera; el Festival de la Guayaba, de Palmar de Varela; el Festival de la Butifarra, de Soledad y el Festival del Chicharrón, de Baranoa. La novedad para este año es el Festival del Níspero, de Polonuevo, y el Festival del Mango, del corregimiento de Pendales, en Luruaco.

Así pues, la gobernadora del Atlántico, Elsa Noguera, invita a los atlanticenses a participar activamente de los festivales, que inician a finales de junio y culminan en diciembre, realizando sus compras por la plataforma Rappi o por la línea de WhatsApp que habilitarán en los próximos días.

“Esperamos que los atlanticenses apoyen a las matronas, a nuestra cultura, que apoyen, además, la capacidad para adaptarse de todos los productores. Fue increíble lo que ellos lograron el año pasado, en los momentos en los que estábamos totalmente encerrados. Lo cierto es que es importante que no bajemos la guardia con nuestros protocolos, hay que abrir, pero tenemos que ser muy responsables para que después en un futuro no tengamos más picos que nos obliguen a cerrar porque eso es muy doloroso”, expresó.

Llegó el níspero. Mermelada, vino, galletas, salsas y hasta chimichurri para la carne, son algunos de los productos que pueden hacerse con el níspero. La creatividad gastronómica se desborda en Polonuevo cuando se habla de esta fruta “bendita”, según Jerson Blanco.

El hombre de 66 años hace uso del níspero en diversas presentaciones y vive de él. Por primera vez, el festival de Polonuevo hace parte de Sazón Atlántico y las manos de Jerson se probarán en los hogares del departamento. “Tenemos 5 años de estar haciendo el festival en el municipio y es un agrado que nos hayan invitado por primera vez a Sazón Atlántico”, afirmó a esta Casa Editorial.

Cuenta, además, que “el níspero para el municipio de Polonuevo es una fuente de desarrollo”, tanto para los agricultores de la fruta, como para los que lo transforman en múltiples productos, como en su caso.

“El níspero es una fruta bendita, nos ha abierto el espacio económico para poder trabajar. En el municipio hay aproximadamente unas 100 personas que viven de la fruta porque es un alimento que se cosecha todo el año”.

Su familia también se involucra en el proceso de elaboración y venta. Sus cinco hijos son quienes le ayudan en la parte comercial, envolturas, publicidad y lo relacionado a lo digital. Sostenerse y mantener a los suyos y estar en esta edición de la ruta gastronómica es de “gran ayuda” para él.

“A mí me dio covid, estuve internado 20 días en Luruaco y me salvé de ‘chiripiorca’, así que no pude realizar el festival como quería, gracias a Dios nos invitaron en Sazón Atlántico”.