¿Qué Pasa?

Picots, elementos propios del Carnaval y la cultura

Los bailes y los equipos de sonido fueron el objetivo del conversatorio organizado por la secretaría de Cultura de la mano de Asobailes Barranquilla.

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El ‘repique’ de la champeta, el baile en el bordillo y las verbenas que llenaban de público algunas calles de la ciudad, “ya casi no se ven”.

Es la voz clamor que se escucha entre los gestores culturales, picoteros e incluso algunos locutores que por años se han dedicado a promover la cultura afroantillana en la ciudad.

‘Bailes y Picots; patrimonio cultural de Barranquilla’ es el conversatorio organizado por la secretaría de Cultura y Patrimonio de Barranquilla de la mano de Asobailes, en el que se reunieron gestores, docentes, investigadores y locutores, para hablar de la importancia de las verbenas y picots, como característica principal de la cultura Caribe en especial de Barranquilla. En el lugar hicieron presencia Carlos Miranda, gestor cultural; Lain Domínguez, investigador cultural; el docente Ricardo Arrieta; Carlos consuegra, antropólogo de Bellas Artes; Ralfy Polo, comunicador social y locutor pionero en difundir la música afroantillana en la Costa.

Carlos Miranda, uno de los gestores culturales que asistió al evento fue el encargado de abrir los micrófonos y de dar la bienvenida a los casi 25 asistentes que se dieron cita en el edificio de la antigua Intendencia Fluvial.

“Resalto la labor que cumple cada una de las personas aquí presente, como trabajadores incansables por la cultura picotera”, afirmó.

En la RAE

El término ‘Picot’ fue punto de debate en la tertulia académica.

Para esto, Ricardo Arrieta, docente, explicó que el término usado ‘Picó’ ni ‘Pick up’, pues aunque se entienda a qué se refiere, al buscarlo en los diccionarios oficiales de la Real Academia de la Lengua Española, no sale un significado certero.

“El termino Pick up no es u n termino aprobado por la RAE, pero es un anglicismo muy usado. La palabra por la que trabajamos es ‘Picot’ que luego de mucho tiempo, hemos hecho estudios y documentos que nos permitieron lograr que el termino fuese aceptado por la academia para el estudio de un posible próximo uso”, sostuvo.

“El picot es un artista”. Lain Domínguez, ha dedicado la mayoría de los años de su vida a la cultura y a trabajar por ella. Por esto, fue uno de los panelistas y organizadores del evento que se llevó sin precedentes a partir de las 3:00 p. m.

Domínguez expuso ante los presentes no solo la importancia de los grandes equipos de sonidos que por años animaron los bailes, sino que instruyó a los presentes un poco de la historia del nacimiento de estos importantes actores de la cotidianidad caribe.

“El picot nace de la necesidad que tenían los bailes o clubes porque ya los grandes salones de bailes estaban desapareciendo, el pueblo necesitaba un sitio donde disfrutar de las fiestas. Es así como nacen los clubes en las casas que fueron llamados verbenas. Inicialmente eran animadas por bandas papayeras y grupos folclóricos, pero no había un sonido que ambientara porque esas agrupaciones se cansaban, tocaban una tanda y descansaban y ahí era donde quedaba un vacío y así fueron llegando los Picots”, contó.

Los bailes se iban a las calles y esto creó una necesidad de que estos equipos de sonido fueran creciendo. Es ahí cuando el picot empieza a meterse con más tecnología, con el transistor, sistemas nuevos de sonidos, fraccionados, ya no eran los antiguos escaparates, sino que eran de grandes dimensiones para grandes eventos.

“El picot es un artista, porque muestra cultura por donde lo miren, en su dibujo, muestra un alma, un sentir, este lo hace un artista plástico, sus muebles son diseñados por un carpintero, por eso es tan importante que sea declarado patrimonio, para poder revivir los bailes en las calles”, afirma Lain.