¿Qué Pasa?

Se cumplió ‘la pesadilla’ que Dolcey Gutiérrez lanzó hace 18 años

El ‘Rey de la música picante’ contó detalles de la canción que lanzó en 2003 y que de manera jocosa habla de la suspensión del Carnaval.

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La pesadilla, tema grabado por el bolivarense Dolcey Gutiérrez, hace parte del álbum Más lujoso en su estilo, lanzado en 2003, y cuenta con una letra que hace 18 años podía sonar inverosímil,

ya que hace referencia a la prohibición del Carnaval de Barranquilla.

Sin embargo, tras la pandemia del coronavirus las carnestolendas, tal como la conocíamos, debieron adaptarse a la nueva realidad y hoy todo se trasladó al mundo digital, espacio en el que un grupo reducido de hacedores, cumpliendo con los protocolos de bioseguridad, participa en transmisiones virtuales que llegan hasta los hogares de los amantes de nuestra fiesta insignia.

De esta manera se cumplió La pesadilla de Dolcey, en cuyas estrofas dice con algo de temor que este año no hay encuentro carnavalero

y que se prohibía el trago, las verbenas, la maicena y desfiles icónicos como La Guacherna, La Batalla de Flores y hasta el Festival de Orquestas.

“Anoche yo soñé y tuve una pesadilla/ anoche yo soñé y tuve una pesadilla/ que un alcalde había prohibido el Carnaval de Barranquilla/ que un alcalde había prohibido el Carnaval de Barranquilla”, reza en la introducción de la guaracha fusionada con cumbión que dura 4 minutos y 10 segundos.

También prohibía el ron y que uno echara su polvo/ también prohibía el ron y que uno echara su polvo/ Dios mío que no suceda y que el diablo se haga el sordo/ Dios mío que no suceda y que el diablo se haga el sordo”, continua así la jacarandosa canción.

EL HERALDO dialogó con

este músico oriundo de Nervití, corregimiento de El Guamo, Bolívar, quien contó detalles de La pesadilla, tema que se ha viralizado en los últimos días por cadenas de Whatsapp y redes sociales.

“Esta canción fue escrita de manera premonitoria por el compositor samario Daniel Sepherín, quien también me ha dado otros hits carnavaleros como No me mate y Sigo dando palo. Cuando me la presentó me pareció una idea muy atrevida y por eso la grabé. A Sepherín le tengo mucha confianza porque cuando me entregó No me mate lo hizo días antes de que yo sufriera aquel atraco en el que le rogaba a los ladrones que no me mataran y me dejaran gozar el Carnaval. Él siempre ha tenido un sexto sentido infalible y por eso la grabé”, así inició su relato “Dolcey Carnavalero”, como se presenta ante su público.

Sostuvo que cuando comenzó a cantarla se puso a pensar que si todo eso ocurría su vida sería una verdadera pesadilla porque no habría toques, y se complicaría la situación económica. “Los músicos somos uno de los gremios más afectados con la pandemia, estamos atados de pie y manos, así que se cumplió esta pesadilla que grabé hace ocho años y salió cierta.

Me he quedado impresionado porque me está llamado la gente a diario para felicitarme

porque estoy pega’o después de viejo”, declaró entre risas el también acordeonero que le agregó el coro y la estrofa inicial a este tema.

De 65 toques a pasarla en ‘blanco’

El especialista de la música picante indicó que el año pasado en la temporada de pre y Carnaval logró realizar 65 presentaciones. Incluso para los cuatro días de fiesta le tocó multiplicarse ya que debía cumplir con seis toques diarios y trasladarse de un municipio a otro para cumplirle a su fanaticada.

“Me la pasaba todo el día trepado en las tarimas y almorzaba y cenaba en el bus, era una verdadera correndilla. La gente me solicitaba tanto que ya no encontraban fechas para contratarme y rodaban la presentación hasta después de fiestas. Este año estoy ‘blanqueado’, me han solicitado en fiestas privadas, pero no puedo, debo cuidarme, primero está la vida. Tengo 79 años y si me contagio podría ser mortal, además debo cuidar a mi familia, por eso ando confinado en casa”, dijo el cantautor cuya última presentación la hizo durante la popular ‘octavita’ (sábado después del Carnaval) que es aprovechado por quienes se la pasaron laborando durante los cuatro días de jolgorio.

Sobre la forma cómo ha subsistido todo este tiempo manifestó estar “viviendo de los ahorros y las regalías”. “Ha sido muy duro, ya voy a cumplir un año sin presentaciones. Incluso quedó una pendiente en Lebrija (Santander) que ya me habían dado el anticipo, pero cerraron las vías por esto de la pandemia y no pude viajar”.

Gutiérrez también reflexionó sobre este 2021 sin el jolgorio al que estamos acostumbrados. “Me decía a mí mismo: si se acaba el Carnaval se acaba Dolcey, porque yo soy Carnaval, yo vivo de esta fiesta y todo lo que hago es pensando en esta época, pero ante todo está la salud, la idea es seguir cuidándonos y salir pronto de este virus”.

“Hicieron el decreto y esto decía la ley/ hicieron el decreto y esto decía la ley/ que ninguno bailara los discos de Dolcey/ que ninguno bailara los discos de Dolcey”. Esto es lo único que le pide el artista a sus seguidores que no ocurra. “Así sea en casa sigan disfrutando mi música carnavalera hecha con cariño para todos”.

Con música nueva

Pese a que su estado de ánimo no es el mejor, Dolcey no quiso dejar pasar este Carnaval en ‘blanco’, y lanzó la canción El ron ron, una guaracha bastante movida en la que habla de lo bueno que pasa la gente celebrando en diciembre y carnaval. “No quería grabar este año por todo lo que estamos viviendo, generalmente hago mis grabaciones desde octubre, pero esta vez la hice tarde porque vi la cosa muy fea; las emisoras aseguran su sintonía con la música vieja que ha sido exitosa y no se arriesgan a poner temas nuevos. Pero finalmente me la jugué por lanzar El ron ron, yo tenía que grabar porque me hervía la sangre”.

El ron ron no tiene letra picante o ese ‘doble sentido’, como se dice coloquialmente, sino las ganas de beber que provocan las fiestas. “Tremendo vacilón, ya se formó el rumbón, yo voy es a beber, que aquí lo que sobra es ron ron ron”, dice el sencillo.

Sobre su nueva propuesta agregó que la había empezado a promover la semana pasada, pero ahora con la reactivación de La pesadilla se está ‘ahogando’ un poco, aunque lo importante es que de todas formas está vigente.

“En cualquier momento creo que mi imagen se va a revivir y así he pasado durante 58 años de carrera artística, aquí sigo vivito y coleando con mi música que se puede pegar en cualquier año”.

La entrevista la remata con un mensaje de optimismo, y se basa en un estribillo de La pesadilla para mirar al futuro y soñar con ese anhelado reencuentro carnavalero. “Oigan cachacos y costeños, menos mal esto fue un sueño/ el Carnaval de Curramba seguirá como Dios manda”.

“Soy un hombre de fe, creo que pronto saldremos de esta peste y volveremos a disfrutar el Carnaval como debe ser, en la calle y con esa alegría que nos caracteriza”, concluyó.