¿Qué Pasa?

“Ser caricaturista es difícil y más en un país como Colombia”: 'Monokuko'

Toda caricatura tiene dos componentes básicos: el dibujo y el contenido.

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Más que un dibujo la cari­catura es para el arqui­tecto Ignacio Consuegra Bolívar una forma pa­ra expresar lo que no se puede decir con palabras o con la escritura, dos formas de comuni­cación que actualmente están sometidas al imperio de lo políticamente correcto.

Por ejemplo, públicamente no se pue­de afirmar que una persona es corrupta sin tener pruebas, a menos que se esté dispuesto a afrontar una demanda; pero a través de una caricatura es posible de­cirlo y hasta llevar al espectador a dedu­cir de quién se trata.

“La buena caricatura te pone a pensar, por eso ser caricaturista es difícil y más en un país como Colombia, donde es tan difícil vivir de eso y donde muchos tienen que matricularse con algún jefe político para asegurar su sustento diario”, sen­tencia Consuegra Bolívar, más conocido en el mundo de la caricatura con el seu­dónimo de ‘Monokuko’.

Para ‘Monokuko’ toda caricatura tiene dos componentes básicos: el dibujo, que es la parte gráfica, o sea artística; y el conte­nido, que es la idea que se quiere expresar. De esta simbiosis resulta una imagen poderosa que transmite un concepto fuerte sobre algún aspecto de la vida humana.

“Para mí el maestro es Quino, su dibujo es de excelente factura y el contenido que expresa es profundo, representativo de la realidad latinoamericana y mundial; por mi parte le daría un Premio Nobel de literatura”, afirma Consuegra Bolívar, quien también admira el trabajo de Pepón, Osu­na, Matador y Vladdo.

LA IMPORTANCIA DE OPINAR

En diciembre del año pasado ‘Mo­nokuko’ lanzó su libro de caricaturas ‘Ha­bla y te salvas’, una recopilación de sus trabajos más importantes. Desde el título el texto constituye una invitación a los ha­bitantes de esta ciudad para que se “pelliz­quen y opinen sobre los temas de actuali­dad nacional e internacional”.

“En Europa semanalmente circulan re­vistas únicamente de caricaturas, son fuertes y polémicas porque van de fren­te contra instituciones, gobierno y reli­gión; por ejemplo, publicaciones como Charlie Hebdo, en Francia; y El Jueves, en España”, anota Consuegra Bolívar.

Para este caricaturista, Colombia está en deuda de editar una publica­ción de este tipo. “En nuestro país la opinión pública elude temas funda­mentales como la política, la educa­ción, la economía, la cultura y se de­canta por asuntos más ligeros como la farándula y el entretenimiento, que no aportan tanto para construir la socie­dad que buscamos”, afirma.