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Boxeo, ¿una ‘bomba de tiempo’ para los púgiles?

Dos médicos especialistas disertaron acerca de los riesgos físicos de este deporte

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A pesar de que su auge no es el mismo que en el siglo pasado, el boxeo sigue siendo un deporte mediático que mueve mucho dinero en el mundo. Miles de aficionados y deportistas lo mantienen vivo a pesar de cierto declive en la práctica misma, y en la sombra que siempre medra a su alredor: el riesgo intrínseco para los que lo han escogido como disciplina deportiva. La historia registra muchos casos de muertes en el ring y de secuelas graves, como el caso del ídolo Muhamed Alí, afectado gravemente por los golpes recibidos a lo largo de la carrera.

Autoridades y especialistas en medicina deportiva siempre han buscado la forma de evitar tragedias en los cuadriláteros y consecuencias irreversibles en los pugilistas, pero no se ha podido lograr un resultado positivo al 100 por ciento.

AL DÍA consultó a dos importantes médicos especialistas que han tratado casos de boxeadores, y que tienen amplio conocimiento acerca de lesiones y traumas ocasionados por los golpes recibidos en la práctica de este deporte.

Fabián Fragozo Hani, neurólogo con subespecialidad en epilepsia; y Enrique Daza López, médico cirujano de la Federación Colombiana de Boxeo, a través de su amplia experiencia aclararon algunos mitos y realidades acerca del deporte de las narices chatas.

¿es el boxeo, peligroso?

Para Fragozo hay niveles de peligrosidad dependiendo la contundencia en los golpes recibidos por el boxeador, sin que esto lleve a que sean mortales, pero sí que acarreen consecuencias a futuro.

“Los golpes, así sea con los guantes, ocasionan trauma craneoencefálico dependiendo de la fuerza con que impacten el cerebro del púgil y de allí se desprendarán todas las consecuencias”, afirma.

“Los traumas se dividen en leve, moderado y severo. En estos últimos ya hay compromisos médicos de cuidado y se pueden presentar fracturas de cráneo o exposición de masa encefálica, y ahí es cuando hay que intervenir para evitar fallecimientos”, agrega.

Fragozo sostiene que en el boxeo gran porcentaje de los golpes repercuten en el cerebro, y a medida que el boxeador acumule peleas es probable que siempre exista el riesgo de sufrir enfermedades neurológicas.

“El cerebro está inmerso en un líquido y dependiendo del golpe puede haber hemorragias intracraneales. Cuando se suman 30, 40 peleas, pueden aparecer otro tipo de enfermedades neurológicas que pudieran ser consecuencia de tantos golpes, esto no está del todo comprobado, hay que aclarar eso”, explica.

¿Se están llevando a cabo los controles?

El 17 de marzo del año pasado falleció en la Clínica General del Norte en Barranquilla el boxeador venezolano Yeison Cohen, tras permanecer en cuidados intensivos desde el 2 marzo por los golpes recibidos durante el combate ante el barranquillero Hugo Berrío, en la velada llamada Night Fight Club que se llevó a cabo en el Hotel El Prado organizada por la empresa boxística Cuadrilátero.

La entidad hospitalaria explicó en un comunicado que Cohen, de 26 años, presentaba inflamación cerebral severa y un hematoma en el lado izquierdo del cerebro. El púgil nunca respiró por sus propios medios en los 15 días que estuvo internado, y siempre permaneció en coma, para finalmente sufrir una bradiarritmia que terminó en su deceso.

Para Enrique Daza en todas las veladas que se llevan a cabo en Colombia, y de las que él tiene conocimiento, cuenta con el aval médico para su realización, con exámenes de rigor antes, y los controles respectivos a los pegadores en cartelera. “Para que se puedan realizar las veladas tienen que haber, obviamente, garantías; son cosas que se están cumpliendo a cabalidad para evitar este tipo de accidentes.

En el caso de Cohen la teoría que tuvo más fuerza fue que él sufrió un trauma en la cabeza por un golpe recibido días antes al parecer en una riña callejera. Supuestamente él ocultó esta lesión para poder pelear y devengar un dinero, y esto fue muy grave. No informar de esa lesión neurológica pudo ser causal para que las cosas se dieran de esta forma”, expresa.

¿Qué medidas se están tomando?

De acuerdo con Fragozo el tema de las prevenciones para que no ocurran casos lamentables de muertes en el boxeo es muy delicado. Si bien hay controles de rigor hay excepciones en las que hay fallas en el sistema y se presentan hechos desafortunados. “Hay controles pero no prevención y son dos cosas diferentes. Incluso quieren que el boxeo no sea deporte olímpico porque no hay muestras que haya un modo definitivo de proteger a los boxeadores. Si se llega a sacar de las justas olímpicas es para prevenir lo que llamamos un desastre médico, que un púgil pierda la vida en un combate”.

El neurocirujano opina que pueden haber soluciones simples para ir batallando poco a poco con las calamidades en el boxeo, sin necesidad de que este sea visto con ojos de prevención o incluso erradicado.

“Hay que verificar que el boxeador esté cien por ciento físicamente en óptimas condiciones y con una nutrición balanceada y adecuada. Pienso también que los hoteles o los lugares donde se lleven a cabo las veladas deben tener quirófanos y cirujanos preparados para atender cualquier tipo de emergencia y evitar eventuales traslados a hospitales, lo cual puede ocupar minutos vitales en la vida de un boxeador si está pende de un hilo en ese momento”.

¿Alí se enfermó por el boxeo?

Ambos especialistas sostienen que no hay plena certeza de que el boxeo haya sido la principal causa para que el legendario boxeador estadounidense Muhammad Alí, fallecido el 3 de junio de 2016, padeciera la enfermedad de párkinson. “Cuando el boxeador ha recibido muchos golpes empieza a tener compromiso motor, dificultades en lo que se llama movimiento escalera. Empieza a perder la capacidad de realizar tareas con sus manos y se le dificulta agarrar objetos. Esto se presenta por lesiones sufridas en su carrera, pero en el caso de Alí no es definitivo que estoy haya sido causal de su enfermedad”, dice Daza.

“Se le declaró el párkinson a los 41 años, que fue desprendiéndose como coadyudante de lesiones neurológicas, pero estadísticamente no se comprobó o no se definió si fue por causas genéticas”, agrega.

Para Fragozo tampoco hay nada concluyente en cuanto a la enfermedad que aquejó a Alí durante 33 años. “No se sabe si fue el párkinson genético lo que le sobrevino a Alí, es decir, si los golpes ocasionaron esto. O si en realidad fue algo circunstancial, no está claro eso. No hay estadística que el boxeador sufra de párkinson por los golpes, no está definido. Pero al parecer las lesiones sufridas por él pudieron haber llevado a que se le desprendiera la enfermedad, debido a su condición genética”.

¿Se podría acabar el boxeo?

Finalmente los dos coinciden en que a pesar de los hechos trágicos que se han presentado en el boxeo, no hay posibilidades de que el deporte sea vetado. “Desde el punto de vista neurológico no se han visto tantos casos de muertes, pero ojo, ¿de los que no se saben? Nadie se da cuenta de eso, pero si en realidad no han sido tantos casos como para ser suspendido”, dice Fragozo.

“Esto es un deporte de contacto, pero tiene sus aficionados. Yo creería que difícilmente podría prohibirse el boxeo, deberían los expertos o los empresarios, tomar otra serie de medidas para proteger a los deportistas, bajar el número de asaltos, creería que puede subsistir con un mayor número de prevenciones”, finaliza Daza.

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