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La fortuna económica que dejó Kobe Bryant

Mansiones, inversiones, negocios con China, entre otros, hacen parte del emporio de Kobe.

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La leyenda del básquetbol Kobe Bryant, fallecido el domingo pasado en un accidente de helicóptero, acumuló una fortuna gracias a su talento y a algunas buenas decisiones económicas, pero un escándalo en 2003 y una personalidad compleja le impidieron llegar tan alto en los negocios como su ídolo, Michael Jordan.

‘La Mamba Negra’, uno de sus muchos apodos, hablaba del campo de juego, pero su espíritu competitivo no se detuvo en los trofeos.

En cuanto al salario, después de compartir el cartel en los Lakers durante ocho temporadas con Shaquille O'Neal y haber aceptado ganar menos que en otros lugares, luego reclamó su deuda.

En total, recaudó 323 millones de dólares en 20 temporadas, el segundo mayor promedio de ingresos en la historia de la NBA, por detrás de Kevin Garnett (334).

Fuera de la cancha, el anotador insaciable lo hizo aún mejor, con cerca de 356 millones de dólares en contratos publicitarios y asociaciones durante su carrera como jugador (hasta 2016), según la revista Forbes.

En el centro de esta plataforma idealmente ubicada en Los Ángeles, la capital mundial del entretenimiento, estuvo el proveedor de indumentaria y artículos deportivos Nike, con el que se comprometió en 2003, después de una aventura abortada con Adidas.

La marca estadounidense le pagó 16 millones de dólares el año pasado, según Forbes, más que cualquier jugador activo, excepto LeBron James y Kevin Durant.

La tarjeta china

Bryant firmó otras alianzas comerciales más adelante, como con la compañía aérea Turkish Airlines o el fabricante de ordenadores Lenovo, pero su imagen no logró recuperarse completamente después de la acusación de violación en 2003.

Nike, conocido por su lealtad hacia sus atletas, mantuvo su confianza en Kobe y, a partir de la temporada 2005-06, lanzó cada año un nuevo par de zapatillas con su nombre.

Pero en Estados Unidos y Occidente, el jugador, aunque ampliamente considerado como uno de los mejores en la historia de la NBA, nunca pudo suceder a Michael Jordan, el referente absoluto en materia de negocios deportivos.

La culpa se le adjudica a su personalidad individualista y a veces distante, menos atractiva que las de un LeBron James o incluso de un Michael Jordan, pero con cierto envoltura de encantador.

Fue uno de los primeros en captar el potencial del mercado chino a principios del 2000.

Gracias a numerosas visitas, a anuncios dirigidos específicamente a este mercado y a varias iniciativas, en particular humanitarias, el nacido en Filadelfia se convirtió en una leyenda en China.

Sus camisetas, zapatos y los productos que promovió allí se agotaban en días, lo que le aseguró ingresos significativos.

Más allá de ello, el quíntuple campeón de la NBA fue uno de los pioneros de una nueva generación de deportistas que se posicionó como inversionista y no solo como un vehículo publicitario.

En 2014, compró el 10 por ciento de las acciones del grupo de bebidas energéticas BodyArmor por 6 millones de dólares. Cuatro años después, estas mismas acciones se valoraron en 200 millones de dólares después de la entrada en el capital de Coca-Cola.

A través de su empresa de inversión, Bryant Stibel, Kobe Bryant también adquirió participaciones en la plataforma deportiva The Players Tribune y en el editor de juegos de vídeo Epic Games.

Con un capital de simpatía en aumento y el deseo expreso de seguir participando positivamente en el mundo del baloncesto, Kobe Bryant estaba seguro de seguir siendo durante mucho tiempo una figura de su deporte y un objetivo privilegiado de los anunciantes.