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¿Por qué Toloza sí y Rangel y Cuesta no?, la columna de Jimmy Cuadros

Es hora que Gamero le de más minutos a otros jugadores.

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Nos hemos quedado esperando con ansias, como el campesino a la lluvia en pleno verano, que Alberto Gamero ponga a jugar al delantero Bernardo Cuesta.

El argentino llegó procedente de Perú con un promedio de 22 goles en 49 partidos en 2016.

Casi medio por juego. Se ilusionaron los hinchas —aunque su nombre no dijera nada— al conocer estas cifras y saber que el mismo Gamero lo había pedido. Imaginaron, de inmediato, una dupla Rangel-Cuesta, ya que el primero había terminado como el goleador de Junior en 2016. Pero nada de esto ha pasado.

Gamero ha insistido en sostener a Ovelar en la formación titular, aunque en tres partidos solo haya metido un gol. La misma cantidad que Rangel, que solo ha sido titular una vez y ha entrado en pedacitos de partido.

El caso más frustrante es el de Cuesta. El hincha lo quiere ver, la prensa desea que le den minutos para empezar a calificarlo. Para saber si se equivocó o no el técnico en traerlo. Es inaudito que mientras Cuesta se oxida en la banca, Édinson Toloza tenga más acción y sea el primer cambio de Gamero, aunque no aporte nada más que jugadas que provocan risas en los aficionados.

Sí, porque ya ni rabia da. Si para que Cuesta o Rangel jueguen con Ovelar —que parece el preferido del técnico— se debe cambiar el dibujo táctico, pues que Gamero lo haga. Para eso son los entrenamientos, para eso lo trajeron. Los junioristas quieren ver goles y es insólito que quienes terminaron goleadores el año pasado sigan en la banca y el que los bota juegue y juegue y juegue.

Ya es hora de que empiecen a darle más minutos a Cuesta y Rangel