Un fracaso más: estos fueron los momentos clave de la eliminación de Junior
Cabe recordar que el equipo 'rojiblanco' solamente suma 6 puntos en liga, siendo este uno de los peores arranques en la historia reciente del 'Tiburón'.
Un mamarracho. Un fracaso. Eso fue Junior ante Tolima. Un equipo flojo, caótico, indolente, sin libreto, sin alma y repleto de pifias, que dio vergüenza a sus hinchas, que esperaban muchísimo más de un grupo de jugadores que conforman la nómina más costosa del país.
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La más costosa no es necesariamente la mejor y una vez más quedó demostrado con la derrota 1-0 ante los ‘Pijaos’ que deja por fuera a los ‘Tiburones’ de la fase de grupos de la Copa Sudamericana, y sin los jugosos premios que ahí se entregan y que ayudan a solventar las altas cifras salariales de la plantilla (900 mil dólares más 100 mil por cada partido ganado se tiraron por la borda). Hay un enorme déficit futbolístico y financiero en lo que va de esta campaña.
Un gol de Junior Hernández, a los 7 minutos de juego, bastó para superar a un conjunto rojiblanco con muchos futbolistas torpes, rústicos, pasivos, aletargados, desconcentrados y sin la rebeldía para rescatar al equipo a punta de garra. Hasta les quemaba el balón en los últimos minutos en la búsqueda del empate, con un Tolima atrincherado atrás. Solo Juan Fernando Quintero se atrevía a pedir el balón y a arriesgar una jugada. Los demás, en esa agonía, hacían la fácil y se la pasaban al compañero de al lado, en muchas ocasiones sin exactitud y protagonizando acciones ridículas.
De nada sirvieron los casi 15 días de preparación que tuvo Junior para este partido. Tolima lo dominó y lo sometió desde el pitazo inicial. Con un juego bastante físico e intenso, los locales avasallaron durante 25 minutos a los dirigidos por Arturo Reyes, que no encontraban la pelota.
Se vislumbraba que los anfitriones abrirían el marcador rápidamente, y así aconteció. Junior Hernández, que hizo de la banda izquierda su autopista para ir y venir cuando quería, concluyó une buena tocata con un certero remate al que acudió tarde y tibio Carlos Sierra para tratar de evitarlo.
Imposible para Viera por ubicación y potencia. Un golazo que le dio alivio e hizo las cosas más favorables para el local. Incluso estuvo a punto de marcar el segundo en un incomprensible parpadeo de Iván Scarpeta ante Brayan Gil que Viera salió a enmendar oportunamente.
Sin control del esférico, desordenado en su planteamiento, frío para recuperar y sin poder equilibrar la vehemencia que ofrecía el rival, el cuerpo técnico resignó el plan A y mandó a la cancha un par de sustituciones: ‘Cariaco’ González por Luis Sandoval, que no estaba aportando absolutamente nada, y Didier Moreno por Jhon Vélez, que tal vez fue sacrificado por su inexperiencia porque no desentonaba tanto como ‘el Chino’.
Junior logró quitarse de encima a los ‘Pijaos’ con los cambios. Al menos ya no se jugaba solo en el área de Viera, y Juan Fernando Quintero, con la ayuda de Didier y ‘Cariaco’, empezó a aparecer más, aunque sin encontrar eco en Carlos Bacca, que continúa apagado, y el resto de jugadores, que seguían inmersos en un mar de imprecisiones.
Se sacudió el yugo anfitrión, pero sus avances ofensivos carecieron de calidad, claridad y contundencia.
En el segundo período también mantuvo a raya a los pupilos de Hernán Torres, que se dedicaron más a defender la ventaja. No obstante, se mantenía la falta de cohesión, de combatividad y calidad. Le sobra a ‘Juanfer’, pero una golondrina no hace verano. Parece Giovanni Hernández en su primera temporada como rojiblanco. Le decían ‘Pedro Navaja’: ‘mira pa’ un lado, mira pa’ el otro… y no ve a nadie’.
Albornoz, Sierra y ‘Cariaco’, que también le puso voluntad y desequilibrio, tuvieron opciones para empatar, pero Cuesta y Hernández, salvándole un remate en la raya al venezolano, se interpusieron en el camino de un Junior sumergido en la mediocridad.