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Tecnofreak

10 cosas que hacíamos antes de que existiera Google (y que no extrañamos hacer)

Este 27 de septiembre, Google celebra su cumpleaños número 18.

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¿Te imaginas la vida sin Google? Nosotros no y estamos seguros de que tú tampoco si eres de Millennial.

Hoy 27 de septiembre, Google celebra su cumpleaños número 18. Ya es todo un adulto y no hay duda de que es el buscador en internet más importante de todos los tiempos.

Aunque la fecha ha variado se determinó que sería en esta época en que ya la página estaría funcionando con el nombre de Google y cumpliendo el objetivo por el que había nacido el año de su creación. Para celebrarlo, hoy la página principal de Google está adornada con un Doodle en su honor.

El mundo.es publicó un listado de 10 actividades que eran frecuentes para nosotros antes de la existencia de Google que nos ahorra mucho tiempo, esfuerzo y que tiene todo tipo de información al alcance de un clic.

Recordemos como era de dura la vida antes de la creación del buscador web más importante del mundo.

 

1. La enciclopedia era nuestra mejor amiga.

 

¿Cómo olvidar a mi pequeña Encarta? Y luego la Encarta para niños más grandes. Buscábamos TODO ahí, aunque solo encontráramos el 50% de las cosas que necesitábamos investigar. Ahora, si la tarea del colegio estaba más pesada, los 20 tomos de las enciclopedias de nuestros padres estaban disponibles en la biblioteca de la casa. Aunque nos demorábamos buscando, en esos libros había de todo, temas de matemáticas, de ciencias, de arte y literatura, geografía e historia. Podíamos pasar toda una tarde sentados en el piso revisando libro por libro pero siempre terminábamos encontrado la información. Y es que, no había otra opción.

 

2. Nuestro viejo amigo, el mapa.

 

 

 

Ese pergamino que estaba guardado en el libro más antiguo de la casa era una reliquia. Si ibas de viaje, sobre todo a otro país, tocaba ubicarse con el mapa. Había que hacer un curso para desplegarlo completo sin que terminaras enredado en él. Pero si te perdías dentro de tu misma ciudad, tocaba pedir indicaciones a la gente aun cuando a tu papá no le gustara.

 

3. Visitar el quiosco de revistas y periódicos.

 

Ir al quiosco era una actividad de rutina. Ahí conseguíamos todo lo necesario para informarnos o más bien para que nuestros padres se informaran, nosotros solo tomábamos lo que nos servía, leíamos la revista “Tú” y luego cortábamos de lo demás algo que necesitáramos para el colegio.

 

4. Las páginas amarillas, nuestras mejores aliadas.

 

Buscar en el directorio. Era toda una ciencia. Nunca encontrábamos nada y terminábamos pidiendo la ayuda de nuestras mamás quienes al cabo de un par de minutos decían: “míralo, está ahí en tus narices”, o algo por el estilo. Si no aparecías en las páginas amarillas no eras nadie. Todo lo encontrábamos en ese gran libro que parecía pesar una tonelada. Lo curioso es que todavía existen y hay muchos quienes los usan, aunque nuestra generación ha optado por utilizar su versión web.

 

5. Alquilar películas and chill.

 

Antes, si queríamos ver una película que no estuviera en cine, teníamos que alquilarla o comprarla en tiendas como Blockbuster o Video Tarzán, y tantas otras que con el tiempo han ido desapareciendo. Era el plan de fin de semana y lo disfrutábamos, eso sí, entregábamos la película a tiempo para que no nos cobraran una multa.

 

6. Los cassettes y el lapicero. Los CD’s y los DVD’s.

 

Eso de la piratería no existía. Si queríamos escuchar nuestra canción favorita una y otra vez, la grabábamos en un cassette y lo regresábamos introduciendo un lapicero en una de las tuerquitas. Más adelante vino el CD con una tecnología que cambiaría la forma de escuchar música, y como antes no existía YouTube, los videos que queríamos ver tocaba comprarlos en formato DVD y así era como los teníamos en casa.

 

7. Qué mal inglés.

 

Era horrible cuando nos dejaban tarea de inglés y teníamos que traducir palabra por palabra en un minidiccionario de inglés que había en nuestra casa. Y lo peor, cuando llegábamos al colegio pensado que habíamos hecho todo bien y que el esfuerzo había valido la pena, nos dábamos cuenta de que traducir palabra por palabra no le daba sentido a ninguna frase y terminábamos diciendo locuras a nuestro teacher.

 

8. Las famosas agencias de viajes.

 

Viajar era toda una odisea. Para comprar un tiquete había que ir a la agencia de viajes directamente. Nada de reservar por internet o comprar tiquetes en las páginas de las aerolíneas y buscar vuelos baratos en páginas especializadas. Había que planificar las vacaciones con tiempo y no era tan fácil como ahora.

 

9. Cartas a puño y letra.

 

Sin Gmail en el mapa, escribíamos cartas y las enviábamos a lo old school, por el correo tradicional o envíos rápidos. ¿Recuerdan haber recibido alguna postal o una tarjeta para época de navidad y colocarla en el arbolito? Bueno, parece que esos días acabaron y la tarea de mirar el buzón afuera de nuestra casa para revisar si había llegado algo es cosa del pasado. Ahora el único buzón que existe para nosotros es el virtual y funciona mucho mejor y más rápido.

 

10. El famoso teléfono fijo.

 

En aquella época hablar por horas y horas pegados al teléfono fijo era entretenido. Nada de tecleo de palabras ni mucho tiempo en frente del pc solo auricular en la oreja que quedaba roja y enredar nuestros dedos en el cable rizado del teléfono. Para localizar a la gente debías llamarla y te sabías los números de tus amigos más cercanos. Hasta nos peleábamos con nuestros padres por ese aparato y porque seguramente el recibo vendría caro por hablar tantas horas.

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