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Nebulizador, aliado en el manejo de las enfermedades respiratorias

En su buen uso está la clave.

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Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 240 millones de personas padecen de asma en el planeta; tres millones fallecen al año por enfermedad pulmonar obstructiva, y la prevalencia de asma y rinitis va en aumento entre la población.

Entretanto, estudios realizados en Colombia, en ciudades como Medellín, Cali y Bogotá, han encontrado un aumento de la prevalencia de asma de 10,4 % a 12% y de rinitis alérgica de 23% a 32%, y son más comunes en las áreas urbanas y en la población infantil.

Dentro de los pilares de tratamiento de las enfermedades respiratorias están las terapias, algunas de ellas a partir del uso de nebulizadores, cuya esencia consiste en convertir el medicamento en una ‘fina niebla’ que, al inhalarse, va directo al árbol respiratorio y actúa mejorando los síntomas y la condición, contribuyendo a la eliminación de secreciones respiratorias, y por ende, reduce el riesgo de complicaciones.

DIRECTO AL PROBLEMA

Las terapias con nebulización no son nuevas, datan de hace 160 años. El internista neumólogo de la Clínica del Caribe, Richard Mullet Mogollón, afirma que cada paciente tiene necesidades especiales, desde el tamaño de las vías respiratorias hasta el tamaño del fármaco, “pero lo más importante es el uso que se le da a los dispositivos terapéuticos”.

Mullet afirma que “muchas veces los médicos no vemos el efecto terapéutico o desenlace positivo del tratamiento, y esto ocurre cuando el paciente no hace buen uso del dispositivo. Nos hemos encontrado con pacientes que han sido asmáticos durante 10 años y no tienen la técnica adecuada de uso”.

Ahora bien, en el caso de los nebulizadores, el neumólogo afirma que el factor benéfico está “en la facilidad de la administración del medicamento y que lleguen hasta las vías aéreas más distantes, lo que favorecería un mayor cubrimiento de la broncodilatación o del proceso inflamatorio”.

En el caso de los niños, “las necesidad des son aún más específicas”, afirma el neumólogo pediatra Iván Stand. Por una parte, “las fosas nasales son más pequeñas, por lo que el depósito pulmonar es más difícil de alcanzar”.

Asimismo el estrés es otro factor a tener en cuenta. “Si un niño pequeño se somete a una terapia de 20 a 25 minutos, con toda seguridad llorará. Ahí es cuando los papás o los enfermeros retiran un poco la máscara de la cara del niño, lo que empeora el asunto, ya que se pierde el medicamento y, por tanto, su efectividad”.

Para ambos especialistas, la clave está en el uso efectivo de los mismos, solo así será una terapia efectiva, y para esto es indispensable “que haya entendimiento de las técnicas de nebulización por parte de pacientes o cuidadores y se respeten las dosis del medicamento”.

ALTERNATIVAS

Con los avances tecnológicos hoy se cuenta con nuevas alternativas que son más fáciles de manejar. Ya está a disposición de médicos y pacientes del país un nebulizador portátil de última tecnología (malla vibratoria activa), que asegura eficacia, seguridad, y además de ello practicidad por su portabilidad y comodidad de uso, con registro sanitario del Invima.

Mullet señala que “como los millones de orificios de la malla son aún más pequeños que una hebra de cabello, esto permitirá un tamaño de partículas que harán que la respiración sea espontánea, por lo que tendremos un mejor resultado hasta la vía aérea porque es una partícula homogénea”.

Para el caso de los niños, “los nebulizadores de malla vibratoria son una excelente opción, porque la terapia tiene una duración de 3 a 5 minutos”, y agrega además que es importante tener en cuenta el uso de “una máscara adecuada para el tamaño de la cara del menor y nunca colocarles la nebulización sin la máscara, porque el tamaño de las partículas no es adecuado para ellos”.

PARA TENER EN CUENTA

Los síntomas que puede tener un niño o un adulto y que pueden estar relacionados con enfermedades respiratorias son dificultad para respirar, tos o ruidos en el pecho como sibilancias, que son ruidos agudos debido a la obstrucción de los bronquios. Muchos de estos casos pueden conllevar que se receten nebulizaciones como primera medida para reducir la inflamación de la vía aérea inferior, especialmente los bronquios. En casos de movilización de secreciones también podría ser necesario recetar las nebulizaciones.