Historias

Así fue el cinematográfico plan para robar la caja fuerte de una casa en Barranquilla

Los asaltantes ingresaron a la casa vestidos con prendas de la Sijín.

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Al mejor estilo de la cinta cinematográfica "El Plan Perfecto", en el que un grupo de ladrones vestidos como pintores ingresan en un banco, desactivan las cámaras de seguridad y toman el control para hacer de las suyas en el interior; asimismo cuatro sujetos encapuchados vestidos con prendas de la Sijín irrumpieron en una vivienda del barrio San José, y se apoderaron de 80 millones de pesos en efectivo guardados en una caja fuerte, y 70 millones más representados en joyas y otros elementos de valor.

En la ejecución del plan habrían participado, al menos, unas siete personas. La información de las víctimas es que a las 5:45 de la mañana de ayer cuatro sujetos fuertemente armados ingresaron por el patio de la vivienda, situada en la calle 38 No. 22 - 106.

La facha de la vivienda a la que ingresaron los ladrones.

Esperaron a que un adulto mayor con problemas de párkinson saliera al patio, y al encontrarlo de frente le dijeron:

“Tranquilo, somos de la Policía”

. Los hombres portaban chompas verdes fluorescentes, con distintivos de la Sijín, y gorras aparentemente originales de la Policía Nacional.

Por esta paredilla del patio ingresaron los ladrones.

Lo primero que hicieron los intrusos fue arrancar las cámaras de seguridad que se encontraban instaladas en varios lugares de la casa. Sin embargo, los afectados dijeron que este sistema de seguridad se encontraba fuera de servicio, por problemas con el operador.

Mientras dos de los sujetos terminaban de cumplir la primera tarea de desinstalar las cámaras, los otros dos forcejearon con Luz Mery Cataño, la dueña de casa, e ingresaron al último cuarto de la vivienda donde esta se encontraba con su esposo, el sargento pensionado de la Policía Nacional

Orlando Arroyuelo Barandica

, y la hija de la pareja, de 5 años.

El suboficial (r) permanece postrado en una cama tras quedar cuadripléjico el 30 de agosto del 2014. Ese día recibió un balazo en la espina dorsal en medio de un atraco del que fue víctima por parte de fleteros.

Luego de tener sometidos a la pareja y a la niña, ingresó a la habitación la mamá de Luz Mery Cataño. La mujer entró en pánico y comenzó a gritar. Los delincuentes la amenazaron con matarla, y cuando se tranquilizó procedieron a atarlos a todos de pies y manos con correas plásticas.

A Luz Mery le quedaron las marcas en las muñecas.

También intentaron amarrar a la niña de 5 años, pero la madre clamó por ella y los bandidos accedieron a no amordazarla. “Los tipos me preguntaban: "¿Dónde está la caja fuerte?"... Después me quitaron la cadena y los anillos, a la niña también le quitaron la cadena y las argollas (de oro)”, relató ayer Luz Mery, aún con voz temblorosa.

La caja fuerte contenía 80 millones de pesos y joyas.

También le insistían en que buscara la pistola de su marido, mientras hacían un recorrido por las tres habitaciones y la sala. En tulas que ellos mismos llevaron, guardaron una tableta electrónica, dos celulares de alta gama, anillos de oro, ropa de Luz Mery, entre otras pertenencias.

De la caja fuerte extrajeron 80 millones de pesos en efectivo. De estos, 62 millones eran producto de la venta de una casa en el barrio La Magdalena. El resto de la venta de un vehículo de segunda. También se llevaron de allí una colección de cinco relojes marcas Invicta, Technomarine y Rolex.

En esta zona del cuarto estaba guardada la caja fuerte.

Luego de permanecer una hora en el inmueble, a eso de las 6:45 de la mañana llegó a la vivienda el papá del sargento Orlando Arroyuelo. Luz Mery Cataño les había advertido a los asaltantes de esa posibilidad, o sea la llegada de su suegro.

Pero el robo estaba tan bien planeado, que cuando el visitante tocaba a la puerta los delincuentes llamaron por celular a una mujer que tenían en el exterior, y le dijeron. “Allá afuera hay un señor chiquitico, bajito, que es de la familia. Llévatelo lejos, para poder salir”.

El adulto mayor estaba sentado en un muro en frente de la residencia esperando a que le abriera, cuando fue abordado por una mujer de agradable apariencia (la cómplice de los asaltantes). Le preguntó por una dirección y le dijo que estaba perdida. “Mi suegro le explicó que el sitio era a dos cuadras, pero ella decía que no sabía dónde estaba y le pidió que la acompañara hasta el lugar”, relató Mery Luz Cataño.

Al padre del pensionado le cortaron una mano con la cinta.

Cuando la mujer logró su cometido los cuatro sujetos se quitaron los chalecos y las gorras de la Policía, los guardaron en las tulas en las que llevaban los elementos hurtados y salieron a la terraza de la casa.

Antes de eso hicieron otra llamada, en la que dijeron “traigan las bicicletas”. El sargento Arroyuelo, recostado en su cama, se refirió a esa última parte del plan de los antisociales.

Este robo asciende a unos 150 millones de pesos, según calcularon los afectados. Al concluir esta noticia la Policía no reportaba capturas por este hecho.