El uniformado trabajó en todos los municipios del Atlántico, excepto en tres poblaciones.
El uniformado trabajó en todos los municipios del Atlántico, excepto en tres poblaciones.Johnny Olivares.
Historias

Él es Víctor: el policía con más tiempo de servicio en Barranquilla

El hombre inció a trabajar en la institución armada en agosto de 1972 y desde entonces no ha parado.

Compartir en:
Por:

El pasado 13 de abril se llevó a cabo en el comando de la Policía Metropolitana de Barranquilla un consejo de seguridad, presidido por el ministro de Defensa, Iván Velásquez Gómez, y al cierre de este encuentro, en el que se acordaban unas medidas para reforzar la seguridad de la capital y las poblaciones cercanas, el encargado de despedir al jefe de la cartera fue el agente Víctor De la Hoz, el policía con más tiempo de servicio actualmente en la institución armada.

Leer más: Esta es la verdadera historia detrás del supuesto premio de prestamistas a una mujer

Víctor Alfonso De la Hoz Sandoval, su nombre completo, subió hasta el despacho del general Jorge Urquijo, lugar donde permanecía el ministro, y, al verlo salir de la oficina, lo abordó con el tradicional saludo militar o marcial, llevando su mano derecha con los dedos juntos hacia la sien o a la visera de la gorra.

“Permiso y me presento, señor ministro, De la Hoz Sandoval Víctor Alfonso”, dijo el agente, mientras que el ministro atendió su saludo, le estrechó la mano y habló con él por espacio de unos segundos. Y así, con un respeto de los de antes, como está acostumbrado a practicarlo, guio la salida del recinto del alto funcionario.

El ingreso

El corazón de un joven, de apenas 17 años, se encontraba en julio de 1972 más aferrado a las oraciones a la Virgen María, para que cumpliera el sueño de verse en la lista de admitidos de la escuela a la que anhelaba profundamente pertenecer, aunque también quería ser cura, pero cuando le dijeron que no podía casarse ni tener hijos desistió. La incertidumbre corría por su mente, pero las ganas de seguir escalando peldaños de la escalera de sus sueños eran más fuertes. 

El día llegó y con este los sentimientos encontrados, pues a ese examen en la Policía Nacional se había presentado a escondidas de sus padres, sin saber si tendría su aprobación. Al acercarse a la Escuela Antonio Nariño, ubicada en Soledad, su nombre se encontraba en el segundo lugar de la lista de admitidos para ingresar a la institución armada.

Desde entonces Víctor Alfonso De la Hoz Sandoval, el barranquillero nacido el 2 de agosto del año 1953 en el barrio las Nieves, empezó su carrera de 51 años como uniformado de la Policía. El 11 de julio de 1972 terminó su curso y desde el 22 de agosto de ese año, arrancó a trabajar. 

“En mis tiempos, cuando llegaba un policía a cualquier lugar, se sentía que llegaba la autoridad. Y los habitantes de Barranquilla y las poblaciones respetaban. Hoy en día creo que eso se ha perdido”, menciona De la Hoz.

Los inicios

Su primera asignatura como agente la cumplió en Manizales en donde estuvo durante tres años en labores de patrullaje. Luego fue reasignado a Risaralda hasta que en el 77 volvió a Barranquilla para trabajar en el departamento del Atlántico.

En este nuevo traslado le fue asignada la labor de fuerzas disponibles, en ese entonces conocido como el grupo de choque, o lo que sería el Esmad hoy en día. Dos años después volvió a sus labores de patrullaje. Desde entonces, el agente De La Hoz trabajó en todos los municipios del Atlántico excepto Piojó, Luruaco, y Santa Lucía.

“El patrullaje era a pie, le daban a uno un sector y uno lo caminaba”, menciona el hombre de su labor en aquel entonces. “No llevábamos radio, el único que lo utilizaba era el comandante. Las órdenes las recibíamos en el comando, cuando formábamos y un oficial de vigilancia que andaba en su patrulla pasaba revista constantemente”, complementa.

Según cuenta el veterano, en ese entonces la relación entre la comunidad y la Policía era más estrecha.

“Anteriormente uno conocía a las personas del sector que uno cuidaba y ellas lo conocían a uno. Había más comunicación entre las partes, hoy en día se ha perdido esa relación y rige la ley del silencio”, argumenta.

El agente nunca ha sido herido en sus varios años de servicio, pero prefiere no hablar de los enfrentamientos a disparos en los que se ha visto involucrado. “Eso es reserva del sumario”, dice.

“A pesar de mi tiempo de servicio, no abuso de él. Mi meta es cumplir hasta el final. Para salir por la puerta grande. La Policía para mí es todo, primero Dios y luego la Policía. Es un honor para mí ser policía, más que un honor es mi existir”, afirma.

Hoy, después de todo este tiempo, el aporte del agente De la Hoz a la institución armada es desde las oficinas del Comando de la Metropolitana de Barranquilla.

Allí integra el comité de ética, seguridad y salud en el trabajo. Además, actualmente es el encargado de la administración del casino de suboficiales y mandos del nivel ejecutivo. Desde este espacio, asegura, sigue cumpliendo su labor como el primer día de servicio.