Historias

ESPECIAL | La historia que no se ha contado de los rumanos capturados en Barranquilla

Hasta el Junior se vio involucrado. Crónica detallada de cómo rastrearon y capturaron a los tres extranjeros que desocupaban cuentas bancarias.

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“¡Alto! ¡Quietos todos! ¡Salgan con las manos arriba! ¡Policía Nacional!”. Con esta tradicional voz de mando y autoridad; muchos de los residentes en el edificio Tozcana— transversal 44 No. 100-82, barrio Miramar, en el norte de la ciudad—, se enteraron el pasado miércoles 9 de marzo que algo raro ocurría en su apacible conjunto residencial.

Al asomarse por los balcones descubrieron que la edificación estaba prácticamente tomada por la Policía.

Por tratarse de un hecho inusual en este tranquilo lugar en el que residen varios jugadores de Junior y sus familias; la masiva presencia policial causó alarma en las edificaciones aledañas. No se sabe cómo, pero en las redes sociales pronto se regó la especie de que uno de los jugadores del equipo Tiburón había sido capturado y sacado esposado de su apartamento.

Mientras la bola de nieve llena de rumores y especulaciones seguía rodando y creciendo en la ciudad, los miembros de la Sijín y Dijín, adscritos a la unidad de delitos informáticos, practicaban el allanamiento en el apartamento 611 de la torre 3, del Tozcana. La diligencia inició a las 8:30 de la mañana y se prolongó hasta las 2:30 de la tarde, seis horas en total.

A las 5:33 p.m. de ese mismo día se conoció a través de la oficina de Comunicaciones Estratégicas (Coest) de la Policía Metropolitana de Barranquilla, que el operativo que tuvo en vilo a los residentes del barrio Miramar se llevó a cabo para capturar a tres hombres de nacionalidad rumana, señalados de haber llegado a Barranquilla a robar a los usuarios de entidades financieras a través de la clonación de tarjetas de crédito y débito.

En el traslado a la URI de los rumanos llamó la atención el hecho de que mientras Claudiu y Gheorghe agachaban el rostro, Cretu Sorin lo mostraba sin pena. De los tres, es el capturado que más antecedentes judiciales tiene. | Foto: Policía


La información individualizó a los extranjeros como Claudiu Eduard Pinno, de 35 años; Cretu Sorin, de 45; y Gheorghe Florin Pintilie, de 38. En el apartamento en el que estos residían en calidad de arrendatarios, la Policía halló 125 tarjetas de crédito de distintas entidades financieras, de las cuales 95 estaban clonadas; 170 plásticos en blanco para elaborar tarjetas con su respectiva cinta magnética, un magnetizador, tres cámaras fijadoras con baterías de litio, tres micrófonos de alta fidelidad, seis computadores y una tablet.

CÓMO SE DIO LA CAPTURA

De acuerdo con lo manifestado por Armando Colmenares Duque, asesor del Vicefiscal General de la Nación,las capturas de los tres europeos fue posible por las declaraciones de unos hackers detenidos en enero en Barranquilla (este caso no trascendió públicamente). Estos capturados aseguraron que en la capital del Atlántico se encontraban tres ciudadanos de Ru-mania importando tecnología para la práctica de Cardingo Pishing en el país.

Pishinges la práctica de abuso informático que tiene como objetivo adquirir información confidencial de forma fraudulenta, ya sea una contraseña o información detallada sobre tarjetas de crédito u otra información.

“Estamos tratando de confirmar si estaban operando en otras ciudades, dado que los hackers que denunciaron a los extranjeros fueron detectados también delinquiendo en Ibagué, Medellín y Cali. Lo que nos hace pensar que esta es una organización que opera en todo el país”, manifestó el funcionario de la Fiscalía General de la Nación.

Sin embargo, las labores de inteligencia de la Sijín Mebar, basadas en los registros de Migración Colombia, determinaron que los rumanos Eduard Claudiu y Pintilie Florin, llegaron a Barranquilla el jueves 28 de enero procedentes de la región de Moldavia, situada en el noreste de Rumania. Mientras que Cretu Sorin ingresó al país el 8 de febrero, pero se desconoce de dónde provenía antes de llegar a Barranquilla.

Teniendo como base la delación de los hackers, un equipo interinstitucional conformado por la Sijín y agentes del CTI de la Fiscalía, se dio a la tarea de rastrear por toda la ciudad, especialmente en el norte, el lugar dónde se escondían los sujetos.

Y como sucede muchas veces, la misma ciudadanía avisó a las autoridades policiales de la presencia extraña de tres extranjeros que vivían juntos, yque permanecían todas las noches con las luces del apartamento encendidas.

También informaron que desde el inmueble salía mucho ruido a cualquier hora del día, al parecer producido con máquinas.

Equipos de cómputo incautados por la Sijín y la Dijín.


“Hasta el momento no se ha conocido si cometieron algún delito en Barranquilla, porque no hemos recibido ningún tipo de denuncia. Esperamos que con el análisis de los equipos se pueda rescatar información valiosa. Además, se presume que hay una cuarta persona que conoce muy bien la ciudad, quien sería el que preparó todo para el arribo de los rumanos. Este sujeto al parecer es barranquillero o por lo menos lleva mucho tiempo viviendo en la ciudad y la conoce perfectamente”, aseguró la fuente judicial que consultó AL DÍA.

PRONTUARIO DELICTIVO

Hurgando en la base de datos de la Interpol, los agentes especializados en delitos informáticos de la Sijín lograron individualizar más a fondo a los detenidos. Se halló que dos de los tres rumanos aprehendidos cuentan con antecedentes judiciales.

Cretu Sorin

Natural de la ciudad de Galati –situada en el este de Rumania, en la histórica región de Moldavia–, registra tres condenas: una de 4 años por proxenetismo, otra de 3 años y 6 meses por tráfico de inmigrantes, y la tercera la purgó en la Central Penitenciaria de Fresnes (Francia) por fraude.

Eduard Claudiu Pinno


También es oriundo de Galati, y presenta una condena de 2 años y 6 meses por conducir vehículo sin licencia de conducción, y otra por abandonar el lugar de los hechos tras provocar un accidente de tránsito.

Pintilie Florin Gheorghe


Nació en Iasi, una de las ciudades más pobladas e importantes de Rumania, localizada en el noreste de ese país. Según la Interpol, no tiene antecedentes.

LA AUDIENCIA

La audiencia en contra de los rumanos se celebró el viernes 11 de marzo desde las 6:00 de la tarde hasta la 1:00 de la madrugada. Luego se reanudó el lunes 14 de marzo durante todo el día.

Se legalizaron los procedimientos de allanamiento y captura, y posteriormente el Fiscal Primero Seccional Especializado ante el Gaula y la Policía,les imputó cargos por los delitos de acceso abusivo a un sistema informático y violación de datos personales.

El representante de la Fiscalía solicitó al Juez 14 penal municipal con funciones de control de garantías de Barranquilla, la medida de detención en centro carcelario para Cretu, Gheorghe y Claudiu.

El juez, tras escuchar los alegatos de las partes, tomó la decisión de enviarlos a la Cárcel Distrital El Bosque. No obstante, por razones de hacinamiento permanecen recluidos momentáneamente en los calabozos de la Unidad de Reacción Inmediata de la Fiscalía, a la espera de traslado.

Es pertinente informar que la audiencia se realizó con ayuda de una traductora que facilitó el cónsul honorario de Rumania en Barranquilla, José Daccarett Giha.


El diplomático se encargó de velar porque se les respetaran los derechos a los procesados e hizo el acompañamiento, pues si no les declaraban la detención intramural tenía que estar pendiente de la deportación.


“Están en manos de la justicia colombiana, y será ella la que decida si son o no son culpables del delito que se les imputa”, dijo Daccarett.

De otra parte el abogado Antonio Bohórquez Collazos explicó que el 5 de enero de 2009 se promulgó la Ley 1273, que modificó el Código Penal y creó nuevos delitos con sus respectivas penas.

“Entre los delitos nuevos se encuentra el acceso abusivo a un sistema informático, que sería en el que habrían incurrido los ciudadanos rumanos. Si el juez los halla culpables tendrán que pagar de 4 a 8 años de cárcel y una multa de hasta mil salarios mínimos”, precisó el jurista.

El caso más reciente de la captura de un rumano en suelo barranquillero se registró el 21 de noviembre de 2013, cuando Pop Claudiu Florin, de 39 años, fue aprehendido en el aeropuerto internacional Ernesto Cortissoz cargando droga que pretendía comercializar en esta ciudad.

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