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Historias

La conmovedora historia de un niño que murió en los brazos de Papá Noel

Alisten el pañuelo...

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La época de fin de año, como dice la canción, siempre deja esos mensajes paradójicos entre la tristeza de unos y la alegría de otros.

Este lunes Eric Schmitt-Matzen, un hombre que se disfraza de Papá Noel en Knoxville, Tenessee (EE.UU.) vivió en carne propia, bajo su larga barba blanca auténtica y sus 150 kilos, una dramática escena que jamás olvidará y que se convirtió en una historia que atrajo la atención de millones en Estados Unidos.

Debido a su apariencia, recibió la llamada urgente de una enfermera conocida sobre un niño con una enfermedad terminal cuyo deseo final era no perderse la Navidad y poder ver a Santa Claus antes de morir, según contó para el News Sentinel.

De inmediato, Eric sintió que tenía la responsabilidad de ir al hospital local para darle la sorpresa al pequeño, así que le pidió tiempo a su amiga para ponerse el disfraz, pero ella, al otro lado del teléfono, le dijo que el estado del pequeño era tan grave que no había tiempo.

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Cuando llegó al lugar les pidió a los familiares del pequeño que dejaran la habitación para que no terminaran todos llorando por la escena, pues eso también lo derrumbaría en medio de su papel de Papá Noel.

Santa lleva regalos, por eso antes del encuentro la madre del niño le dio a Eric un juguete de la serie animada Paw Patrol que su hijo “siempre había querido”.

—"¿Cómo es eso de que te vas a perder la Navidad este año?", le preguntó Eric al niño…

A lo que el pequeño respondió que eso era lo que había oído: que iba a morir

—"Bueno, pues no te perderás de la Navidad, los duendes ya tienen tu regalo. Sabemos que querías esto desde hace mucho tiempo", le dijo al chico.

—"¿De verdad?", le preguntó el niño.

En ese momento, Eric le dio el regalo y, según él, el niño le “puso una mueca en su cara”.

“Cuando te levantes y atravieses esas puertas nacaradas (las puertas del cielo), tú solo diles que eres el duende número uno de Santa

“¿Lo soy?”, le preguntó a Eric cambiando el semblante.

—“Seguro lo eres, estoy seguro de que dejarán entrar allí”

Ambos, en la habitación del hospital, se fundieron en un abrazo.“Solo me miraba y decía. Santa, ¿puedes ayudarme?”. Esas fueron sus últimas palabras.

La madre del niño entró al cuarto y rompió en llanto...

Aunque la tristeza de Schmitt-Matzen lo hizo pensar en dejar su traje de Papá Noel para siempre por la desesperación, ha encontrado fuerzas para seguir haciendo su trabajo con otros niños.

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Dice que cuando los ve reír, le recuerda la importancia que tiene un hombre simple como él, que detrás de la barba, la barriga y el traje rojo, se convierte en un símbolo de esperanza.