Historias

La historia de una profesora de la Universidad del Atlántico que habría sido acosada por un colega

El hombre sigue activo como docente en la institución.

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Patricia*, docente de la Universidad del Atlántico, habría sido víctima de acoso sexual por parte de un colega suyo y nadie ha hecho nada al respecto. Ella contó su “tormentosa historia” a Vice y cómo ha venido cargando con este suceso durante 11 meses. Este relato hace parte de un especial del medio sobre el acoso en las universidades.

Este es el especial:

Todo comenzó cuando la víctima, su presunto agresor y otros profesores de la universidad viajaron en septiembre del 2016 a Cartagena para un congreso.

Según contó Patricia, durante el viaje, el hombre estuvo muy cerca de ella a pesar que ellos no eran tan amigos. La docente se habría sentido tan incomoda a tal punto de pedirle a sus otros compañeros que alquilaran un apartamento entre todos para que él no la molestara.

La noche de la supuesta agresión, los otros dos docentes que estaban con ella expresaron su preocupación por la situación incómoda que estaba atravesando Patricia. Uno de ellos escribió – a eso de las tres de la mañana- por WhatsApp: “(...) evitemos que (...) le pase algo”.

Patricia relató que el hombre le insistía que se fuera con él. “Me jaló del brazo para que entrara al cuarto. Le grité '¡No, no quiero dormir contigo!,' y todos mis compañeros escucharon. Salí del cuarto, abrí el sofacama de la sala y me acosté ahí (…) cuando eran como las 4 de la mañana, me desperté porque sentí que alguien estaba tocando mis partes íntimas. Me levanté inmediatamente y empecé a gritar: '¿Qué te pasa? ¿Qué es esta falta de respeto?'”. A lo que é le respondería: “¡qué falta de respeto, ni qué nada!”.

Al día siguiente de lo ocurrido, Patricia no dudó en denunciar al docente ante la Fiscalía de Cartagena, un mes después ante la de Barranquilla y ante los directivos de la universidad para la que trabaja. “Yo hablé con la rectora de ese entonces, Rafaela Vos, y con el decano de mi facultad.Ninguno dudó de mi testimonio", explicó.

Sin embargo, a pesar de las denuncias, Patricia no encontróla respuesta que esperaba y el docente implicado la habría denunciado por injuria.

Una de las principales preocupaciones de Patricia, además de que el profesor siga activo en la institución, es que no es la primera vez que él comete un acto de acoso. Al parecer, cuando ella fue a hacer el denuncio en la Fiscalía, se enteró de que el docente tiene otra denuncia en su contra relacionada con una acusación de violencia sexual que hizo en 2013 una estudiante de Derecho de la Universidad del Norte, lugar en el que el hombre trabajó hasta octubre de ese año.

Patricia aseguró que parte de su fracaso al exigir justicia apoyo por la supuesta agresión se debe a que la Universidad del Atlántico no atendió de manera correcta su caso, ni le dieron atención prioritaria. "Notifiqué a Bienestar Universitario, y ni me llamaron. Igual pasó con la Oficina de Talento Humano. A ellos les pedí que no quería estar cerca de él en los espacios laborales, pero no hicieron nada al respecto”.

Frente al caso de Patricia, el director de la Oficina de Control Disciplinario le dijo que debe apegarse a los tiempos y al procedimiento del Código Disciplinario Único de la Procuraduría, entidad encargada de atender a los profesores de universidades públicas.

La docente afirmó que hasta el momento el único apoyo que recibió por parte de la institución fue el de la rectora y el decano. "Las dependencias de la universidad me dieron la espalda", aseguró.

Pero, ¿quién puede determinar que el presunto abuso fue cierto o no? Esta respuesta está en manos de un juez, pero esta decisión no resuelve el interrogante de por qué la Universidad del Atlántico dejó “el asuntoprácticamente intacto.

Días después del episodio en Cartagena, la docente se habría acercado hasta la oficina de Talento Humano de la universidad, preguntó sobre el estado de la denuncia y la respuesta que le dieron fue que habían pedido información sobre eventualesantecedentes judiciales del docente en sus trabajos anteriores.

Hasta el momento, la profesora no ha recibido respuesta de la petición y le advirtieron, según contó, que “si no hay pruebas que lo incriminen, una universidad no puede discriminar a una persona por los chismes que se digan de ella.Por eso ahora él es profesor acá".

Ante la denuncia y la queja de Patricia por no haber tenido la atención deseada por parte de la institución, Rafaela Vos, exrectora de la Universidad del Atlántico, afirmó que si atendieron ese caso. "Abrió un proceso disciplinario yha hecho una investigación que se ha apegado a los tiempos que dice la ley", dijo. "Otra cosa es que la burocracia impida que la justicia actúe de manera rápida, pero eso sucede así en todas las universidades públicas del país, no solo aquí".

Sin embargo, Vos afirmó haber escuchado rumores y señalamientos sobre el docente, pero que “como rectora no podía apegarme solo a los rumores", indicó. También agregó de manera crítica que las universidades "tienen su cuota de responsabilidad en estos casos. Si los rumores son ciertos, pero las instituciones guardan silencio, es como si fueran cómplices".

Por su parte, el docente acusado fue contactado por VICE, pero no quiso referirse al tema. Explicó que la primera denuncia de la joven de UniNorte se debía al producto “del arrebato de una niña caprichosa” y sobre la denuncia de Patricia dijo que “la devolvió” acusándola de injuria y falsa denuncia.

De acuerdo con el medio, después de un año de la denuncia de Patricia, la universidad emitió un documento con el pliego de cargos contra el docente acusado.