Historias

La triste historia de Milú y de miles de perros en Colombia que sufren por la pólvora

Ansiedad, temblores, falta de aire y taquicardia son algunos de los síntomas que presentan los canes por los estallidos.

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“Me llamaron de la guardería a las 6 a.m. a decirme que Milú había muerto después de presentar dos infartos, causados por los repetitivos fuegos artificiales, contó Valery Pacheco, quien compartió 5 años con su perro de raza beagle, que murió el 25 de diciembre en horas de la madrugada.

Junto a su familia y su mascota Milú, Valery viajó a pasar Navidad en Cartagena, Bolívar, como anualmente lo hacen. Sin embargo, en esta ocasión se devolvieron sin un integrante, su mascota.

Mientras muchos disfrutaban de la cena, música, familia y amigos, como era el caso de Valery, otros, como Milú, se veían atemorizados por el aliado de estas fiestas que, aunque peligroso y prohibido, parece ser divertido para unos tantos.

Como todos los meses de diciembre, Pacheco, una vez más, vio como solución dejar a Milú en una guardería durante estas fiestas, para evitar dejarla sola en el apartamento mientras se aproximaban los estruendosos ruidos que sabía que tanto asustaban a su compañera de cuatro patas.

Asistentes de la veterinaria contaron que “aunque la más afectada fue la beagle, otros perros están en observación luego de presenciar tantas repeticiones pirotécnicas la misma noche”.

Milú, la beagle de cinco años que murió el 25 de diciembre debido a los fuegos artificiales en Cartagena, Bolívar.

En la misma situación de Pacheco, quien se encuentra indignada por el uso excesivo de pólvora, y triste por la pérdida de su mascota, se encuentran otras personas.

La pólvora, más específicamente, la pirotecnia, es un enemigo de los animales en general, y en particular de los perros, ya que estos suelen ser los más afectados.

Las diferentes reacciones pirotécnicas ocurren por combustión no explosiva de materiales, que pueden generar llamas, chispas, humos y estruendosos sonidos, que afectan el sistema nervioso de los canes.

“Tengo una vista muy bonita hacía el parque y, de unos años para acá, me toca mantener las ventanas cerradas para disminuir los ruidos y los residuos de la pólvora que terminan afectándole a Muñeca, aseguró Claudia Muñoz, quien junto a Muñeca, su perrita shitzu, ha sido víctimas de diferentes demostraciones de la pirotecnia.

Mientras quienes la usan se sienten atraídos por los colores que provocan y los sonidos que generan. La ansiedad, el temor, los nervios, lesiones e incluso complicaciones en la salud son algunas de las consecuencias a las que se ven expuestos los animales, como Muñeca y Milú, por el estallido de los explosivos, durante diferentes festividades a lo largo del año.

Sintomatología

“Muñeca tiene doce años y siempre corre de lado a lado, me persigue y se pone muy nerviosa, cada vez que siente los estruendos, dijo Claudia, haciendo referencia a los síntomas que muestra su perrita por los estallidos.

Taquicardia, temblores, falta de aire, nauseas, aturdimiento, sensación de irrealidad, pérdida de control, necesidad de huir y miedo a morir, son algunas de las sintomatologías que el veterinario Roberto Muñoz Caparroso, señaló que presentan los perros en estos momentos.

De acuerdo a lo que indicó el veterinario, esto se debe a que las mascotas tienen una capacidad auditiva mucho mayor a la humana, es por esto que sienten los estruendos de la pólvora, e incluso sonidos naturales como rayos y relámpagos, con una intensidad, hasta cinco veces superior a la humana.

Sin embargo el experto agregó que, sumado a esto, parte de estas reacciones de los animales se deben a “la crianza que se le da en casa”. Ya que se creen humanos a los perros y, en estas circunstancias, no reaccionan como animales sino como “pequeños niños”.

¿Qué no se debe hacer?

En la iglesia Inmaculada Concepción, constantemente se realizan matrimonios y ceremonias que conllevan a grandes celebraciones, que tienen como inicio la puerta de la capilla. Muchas de estas tienen como invitada especial a la pirotecnia.

Esto parece no tener muy contentos a los vecinos de la cuadra, quienes se ven obligados a encerrarse junto a sus mascotas, para prevenir que estas entren en pánico.

Así es el caso de Claudia Muñoz, quien contó que recientemente junto a su familia fue afectada por un volador que cruzó su ventana.

Al igual que Claudia, muchas personas sienten el instinto de abrazar y consentir a sus mascotas en este momento, ya que las ven en estado de ansiedad. Sin embargo, el veterinario Muñoz Caparroso explicó que esto los vuelve más nerviosos.

“No se debe abrazar ni consentir en momento de nerviosismo, porque sienten que deben estar en ese estado para recibir afecto”.

¿Qué se debe hacer?

-Compañía: Dejar a los perros solos en estos momentos es uno de los errores que más les afecta, ya que esto crea más ansiedad, explicó el especialista. Es por esto que es preferible que en estas ocasiones se permanezca cerca del animal.

-Ejercicio: Además, si se sabe la ocasión en el que se presentaran estos estruendos, es preferible horas antes ejercitar al perro durante varias horas, para que se encuentre cansado y sea más fácil que se relaje.

-Remedios: “Hay goticas que pueden servir de tranquilizantes para esos episodios, en caso de conocer la hora de la festividad, se puede suministrar la dosis antes. También se pueden manejar esencias florales en el agua de la mascota”.

-Calma: Lo que refleja el amo, se transmite a la mascota, por esto, especialista recomiendan que en estas ocasiones, la persona que se encuentra cerca del animal debe permanecer calmada para que se transmita la “sensación de tranquilidad”.

-Todo cerrado: Ventanas y puertas deben permanecer cerradas, para disminuir el ruido y para evitar que el perro escape y se pueda ocasionar un accidente.

POR:

Daniela Eljach