Historias

Múnich 1972: Cuando los Juegos Olímpicos se tiñeron de sangre

Hace 44 años terroristas mataron a 11 atletas israelíes en los Juegos de Múnich (Alemania).

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La historia del olimpismo mundial quedó marcada para siempre con los aciagos hechos de Múnich (Alemania), sede de los Juegos de 1972. Once atletas israelíes que participaban en las justas fueron asesinados por terroristas palestinos que se tomaron en asalto la Villa Olímpica.

El incidente sangriento signó en la era moderna el reinicio de este tipo de acciones cruentas en el conflicto árabe-israelí, que aún persisten. La masacre ocurrió el 5 de septiembre de 1972. La ceremonia inaugural de los Juegos fue el sábado 26 de agosto en el estadio Olímpico de Múnich, capital del estado federado de Baviera. Esa edición de las Olimpiadas batió el récord de participación deportiva hasta esa fecha: 7.134 atletas, entre ellos 1.059 mujeres, representaban 121 países.

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Cuarenta y ocho horas antes de comenzar los Juegos, la inteligencia alemana fue alertada sobre posibles atentados terroristas en varias ciudades europeas. El 30 de agosto de ese año el gobierno alemán fue avisado de la salida de un grupo de fedayines (combatientes de la causa palestina) desde Beirut (Líbano). Transcurrían ya cuatro días de competencias, y el gobierno germano declaró en máxima alerta a sus fuerzas armadas: 15 mil policías, 25 helicópteros, 12.000 soldados, y un centenar de agentes custodiaban la Villa Olímpica de Múnich.

EL INICIO DEL ATAQUE

Al filo de las 4:00 de la madrugada del martes 5 de septiembre, un guardia detectó a un joven con ropa deportiva cerca de la valla que protegía la sede Olímpica. A las 5:00 de la mañana un empleado civil se percató de que cinco hombres, vestidos con buzos, saltaron dicha valla. El funcionario creyó que eran atletas que regresaban a la Villa tras irse de farra. Diez minutos después, ocho individuos enmascarados ingresan a la Villa e irrumpen en el pabellón 31, hospedaje de la delegación israelita.

Un miembro del comando armado en el balcón del pabellón tomado.

Nueve deportistas logran escapar, pero once son atrapados por el comando armado. El entrenador del equipo de lucha hebreo, Moshé Weinberg, de 33 años, que llegaba de comer de un restaurante; y el pesista Joseph Roamno, son asesinados de inmediato al resistirse.

En este lugar se hospedaba la delegación de Israel.

Al promediar la mañana la noticia de la toma terrorista estalló en todo el mundo, y se supo que los ocho asaltantes eran fedayines palestinos de los campos de refugiados del Líbano, Siria y Jordania. El jefe del comando era Luttif Afif, miembro de la organización ‘Septiembre Negro’, dos de cuyos hermanos, integrantes también de este grupo terrorista, eran prisioneros en Israel.

‘Septiembre Negro’ fue fundado en 1970 por fedayines palestinos.

‘Septiembre Negro’, fundado en 1970, estaba vinculado a Al Fatah (Movimiento Nacional de Liberación de Palestina), y a través de este a la Organización de Liberación de Palestina (OLP), dirigida por Yasser Arafat. El mundo se conmocionó por el ataque. El gobierno alemán convocó un gabinete de crisis bajo la dirección del canciller Willy Brandt, y el ministro del Interior, Hans-Dietrich Genscher, que rechazaron el ofrecimiento de Israel de enviar un grupo de fuerzas especiales para rescatar a los deportistas.

Yasser Arafat, presidente de la OLP, se desligó del ataque cometido por ‘Septiembre Negro’.

Los secuestradores exigían la liberación de 234 palestinos presos en cárceles de Israel, así como un avión que los trasladara a Oriente Medio. Además, impusieron un plazo: si en tres horas no se satisfacían sus demandas, ejecutarían a los rehenes. La respuesta del Gobierno de Israel fue inmediata y contundente:

no habría negociación.

Tras doce horas de tensión, los terroristas se dieron cuenta de que sus peticiones no iban a ser satisfechas. Entonces pidieron dos aviones para viajar con los rehenes hacia El Cairo (Egipto), esperando que allí se escucharan sus demandas. Las autoridades alemanas fingieron aceptar el acuerdo con la intención de tenderles una emboscada en el aeropuerto: allí les esperaría un avión que no podría volar y un grupo de francotiradores camuflados.

Agentes del servicio secreto alemán intentan entrar a la edificación tomada.

El rescate falló y en consecuencia los fedayines asesinaron a once atletas israelíes y a un oficial de la Policía. Cinco de los ocho miembros de ‘Septiembre Negro’ fueron abatidos durante el fallido rescate de los rehenes. Los tres secuestradores sobrevivientes cayeron presos. La comunidad internacional pidió la suspensión de los Juegos, sin embargo estos prosiguieron ‘con normalidad’.

En este helicóptero se atrincheraron varios terroristas. Fue destruido.

El Comité Olímpico Internacional (COI), presidido en ese entonces por el estadounidense, Avery Brundage, argumentó que los terroristas no podían condicionar la celebración de los Juegos. Al día siguiente se celebró en el Estadio Olímpico de Múnich un memorial por los fallecidos al que asistieron 80.000 espectadores y 3.000 atletas.