Historias

“Yo no era sacerdote, sino diácono": ex rey momo gay acusado de estafar a feligreses

Javier López Bermúdez asegura que no timó a los vecinos de San Cristobal en Bogotá.

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El ex Rey Momo Gay 2015,

Javier López Bermúdez

, aseguró que no fue un falso sacerdote de la Iglesia Anglicana que se ganó la confianza de habitantes de la localidad San Cristóbal, en Bogotá, para estafarlos con la falsa promesa de una casa propia.

Noticas Uno publicó el pasado domingo que López, oriundo de Barranquilla, llegó hace un año al barrio San Jacinto de esa localidad y se presentó como presbítero de la iglesia anglicana, enviado por el Arzobispo de la Catedral de Canterbury, Inglaterra, “para recuperar la espiritualidad de algunos bogotanos”.

Una mujer dijo que López les daba la hostia y les echaba agua bendita. Y que, tras ganarse la confianza, convenció a no menos de 1.000 personas de que les entregaran $147 mil pesos para ayudarles a obtener casa propia a través del Fondo de Vivienda, haciéndolos pasar como víctimas desplazadas del conflicto.

López Bermúdez llamó este miércoles a la Redacción de EL HERALDO para entregar su versión de los hechos. “Yo en ningún momento recibía dinero. No era sacerdote, sino diácono, y en agosto tomé la decisión de separarme de la iglesia”, aseguró.

Usted fue denunciado en Bogotá, por vecinos del barrio San Cristóbal, quienes aseguran que pidió $145 mil a 1.000 personas, para conseguirles cupos de casas, haciéndolos pasar como víctimas y desplazadas del conflicto armado para asegurarles al cupo. ¿Qué tiene que decir al respecto?

Sí, correcto, yo estuve en la localidad San Cristóbal, en Bogotá, llegué hace un año en una función de trabajo social, trabajaba con la Iglesia Anglicana después de haber sido Rey Momo del Carnaval Gay en Barranquilla. No le veo cuál es la afectación de haber sido Rey Momo y después quiera trabajar, como una persona común y corriente, ayudando a personas espiritualmente.

Llegué a esa comunidad, empezamos a trabajar haciendo actividades, eventos, se tuvo la oportunidad de gestionar un proyecto por medio del Ministerio. Por ahí aparece una carta al Ministerio de Vivienda a nombre mío, que es falsa, porque en ningún momento hay firmas ni nada mío. Yo estaba gestionando un proyecto y, por lo tanto, le pedí a las personas que no eran desplazadas dar un aporte de 144 mil pesos.

Dicho aporte se utilizó para papelería, transporte y hasta para eventos y gestiones de la fundación, porque hay que decirlo, las mismas personas lo pueden decir: durante mi trabajo en la fundación se le daban mercados, regalos, se hacían actividades, se celebraban los cumpleaños de las personas especiales. Yo celebré el cumpleaños de la señora Constanza, que es quien está dando las declaraciones y la bulla, porque nada más es ella.

Las mil personas no sé quiénes son porque la que recibía el dinero era la persona Constanza, yo en ningún momento recibía dinero.

¿Cuando dice fundación, a cuál se refiere y a quién pertenece?

La fundación educativa Paulo Freire, era un trabajo social.

¿Y a quién pertenece?

Es un trabajo que yo estaba haciendo. Pertenece a una persona que me la facilitó para que yo pudiera trabajar. Mi abogado se encargará de todos esos temas. Sí se les pidió un aporte a las personas, no son mil personas. Mire, si yo hubiese querido realizar una estafa en el barrio San Cristóbal, como dicen, yo también le hubiera pedido dinero a las personas que son desplazadas, a quienes se les brindó capacitaciones, asesorías, ayudas, mercado, capacitación para poder tener un pensamiento social de lo que ya no es la guerra, de dónde venían, cómo acoplarse a una sociedad actual. ¿Y se les cobró un peso? No se les cobró un solo peso.

¿Si no son mil personas, cuántas son?

La cantidad solamente la puede manejar mi abogado porque por requerimientos de él, me dijo que no informara ese pedazo.

Según la denuncia, usted se presentó como un enviado del Arzobispo de la Catedral de Canterbury, Inglaterra, “para recuperar la espiritualidad de algunos bogotanos”.

Es una gran mentira.

¿Por qué?

Porque yo pertenezco a la Iglesia Anglicana Libre, no la Iglesia Anglicana del obispo de Canterbury, ni tampoco estoy bajo la cobertura del obispo que hizo las declaraciones, donde me declaró como un fraude. Yo no pertenecía a su comunidad.

¿Si no, a cuál?

Pertenecía a la Iglesia Anglicana Libre en Colombia. Solamente a esa, donde fui nombrado y aparecen las fotos donde yo aparezco con sotana. Y si se dan cuenta, el cinto lo tengo cruzado, que es símbolo del diaconado, no del sacerdocio. Y tomé la decisión de separarme de la iglesia en el mes de agosto porque ser sacerdote es una decisión muy grande, y todavía me faltaba mucho para llegar hasta ese nivel.

¿O sea, usted era diácono?

Sí señor. Diácono y en el mes de agosto me separé.

¿Por qué se separó?

Porque es una decisión ya muy grande llegar a ser sacerdote, y tomé la decisión de quedarme como diácono, pero me separé de la comunidad. Si usted analiza la foto donde aparezco con el clérigo, es de hace más de un año.

¿O sea, ya no ejerce como diácono?

No, yo no ejerzo como diácono. Las eucaristías que se realizaban en la comunidad o la fundación, se realizaban de la mano de un sacerdote nombrado, autorizado, se le pagaba por eucaristía. La señora Constanza pagaba la Eucaristía, yo lo único que hacía era estar al lado del sacerdote, ayudándolo a servir la mesa y repartir la hostia.

Un obispo de la iglesia anglicana lo denunció por falsedad en documento privado.

Que me muestre cuál es el documento privado donde aparece acreditado eso, qué documento le presenté, cuáles son. Invito al Obispo que denuncie con los documentos en mano, porque yo no tengo ningún documento de esa comunidad de Canterbury, en ningún momento. Cuando tomé la decisión, yo entregué toda mi documentación porque les dije a ellos, y salí muy bien con ellos: aquí está toda mi documentación para que no haya ningún problema de que fueron encontrados. Que las personas me seguían llamando padre, ya era muy diferente.

Lo que puntualmente dice monseñor Haiver Perilla Caballero, obispo primado de la Iglesia Anglicana Regina Apostolorum, con sede en Bogotá, es que usted se presentó en marzo pasado con una hoja de vida con actas falsa, que lo avalaban como diácono de la Iglesia Anglicana ordenado en la Costa Atlántica, y por eso fue rechazado y denunciado.

Yo no fui nombrado en la comunidad en el Atlántico, yo fui nombrado en Bogotá.

Antes de empezar esta entrevista, usted mencionó una conciliación. ¿A qué se refiere?

La conciliación que estamos cuadrando con mis abogados es de reunirnos con las personas de un listado que ya tenemos, o que estamos recopilando, para empezar a hacer la devolución de 144 mil pesos. Eso es lo que se les va a devolver. Porque muchos no solamente cobraron eso, sino que cobraban de más. No soy responsable de lo demás que hayan cobrado, que 157, 160, que 180. No tengo conocimiento de eso. Eso ya se harán responsables las personas que recibían los dineros, no yo.

Usted dice que devolverá $144 mil a cada persona. ¿Puede indicar un aproximado de cuánto dinero se manejará en la conciliación?

Estamos hablando de un total de más de 30 a 40 millones de pesos. Y yo no me volé de Bogotá, quiero aclarar ese tema. Me encontraba en Bogotá, cuando me llaman que mi madre tuvo un accidente y mi padre se encontraba con un preinfarto. Yo me tuve que venir volado. Cuando yo me vine de Bogotá, boté celular, cédula, carné, todo, por la impresión de llegar acá. Pueden verificarlo en la clínica donde se encontraban mi papá y mi mamá. En ningún momento le he dicho a la gente que no o que sí. Aquí estoy respondiéndole a la gente.