¿Qué Pasa?

60 años para los monstruos que abrieron, asesinaron y quemaron a Kellys

Los acusados son un expatrullero de la Policía y su esposa.

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Ante la petición del fiscal primero especializado, Pedro Díaz Pacheco, quien solicitó la máxima pena estipulada por la legislación colombiana para Josefa Cardona Ortega y el ex policía Andrés Díaz Zabaleta, el Juzgado Segundo Penal Especializado del Circuito de Cartagena profirió este martes la sentencia condenatoria de 60 años de cárcel contra los responsables del asesinato de Kellys Zapateiro Guzmán.

Así registramos la noticia en el momento en que los declararon culpables:

El sonado caso ocurrió en la estación de Policía de Manzanillo del Mar, zona norte de Cartagena, la madrugada del 12 de julio de 2014, cuando la víctima tenía ocho meses de embarazo.

La juez segunda penal especializa da del circuito de Cartagena, Mercedes Bueno Bustos, emitió la condena por los delitos de homicidio agravado, desaparición forzada agravada y secuestro simple.

La medida no contempla ningún beneficio, dada la magnitud de los delitos, por lo que la togada descartó una disminución de la condena o un cambio de la medida carcelaria por detención domiciliaria.

La sentencia también incluye que Cardona y Díaz no podrán ejercer funciones públicas durante 20 años. De igual forma les fue impuesta una multa de 3.375 salarios legales mensuales vigentes ($2.326’907.250) para resarcir a la familia de la víctima.

Kellys Zapateiro, de 28 años, fue asesinada cuando el entonces policía Andrés Antonio Díaz Zabaleta, con 20 años al servicio de la institución, era comandante de guardia de la estación de Manzanillo del Mary sostenía una relación sentimental con Josefa Cardona.

Kellys Zapateiro Guzmán, quien tenía 28 años.

Cardona, según las investigaciones y testigos citados por la Fiscalía, llevó por medio de engaños a la joven Zapateiro a la estación de Policía, bajo la promesa de que la acompañaría a una supuesta fundación para mujeres embarazadas.

En la reconstrucción del crimen, la Fiscalía estableció que a Zapateiro, en predios de la estación policial, le fue extraída su criatura en un quiosco, para lo cual fue utilizada una cuchilla de hoja.

Pese a la rudimentaria cesárea, el bebé no murió. Con complicidad del ex policía Díaz, Josefa Cardona secuestró a la criatura y se encargó de su traslado hacia la Clínica de Maternidad Rafael Calvo, fingiendo ser su madre.

Cardona suplantó la identidad de la víctima en la clínica.

Antes de que el niño fuese llevado al centro asistencial, el cuerpo de Zapateiro Guzmán fue descuartizado e incinerado en una hoguera en la estación de la Policía en Manzanillo, según estableció la Fiscalía.

La evidencia clave que permitió que se conociera el asesinato fue un fragmento del brazo izquierdo de la mujer, encontrado por un perro que merodeaba la sede policial. La extremidad, que estaba calcinada, fue sometida a estudios genéticos que determinaron que era de Zapateiro. Ocurrió lo mismo con fragmentos óseos incinerados localizados en la estación.

En la escena fueron hallados rastros de sangre en una barra metálica, una colchoneta, insumos de labranza, una vainilla de pistola y guantes quirúrgicos.

En su intervención, la juez del caso describió como un “plan criminal ideado” al hacer referencia a la coautoría de Josefa Cardona y Andrés Díaz en los hechos que desencadenaron el asesinato de Kellys Zapateiro y posterior secuestro de su criatura.

Díaz permanece en la cárcel de Sabanalarga (Atlántico).

La togada también describió como una “declaración desgarradora” el relato hecho por Iris del Carmen Guzmán Martínez, madre de la víctima, quien se convirtió en uno de los principales testigos de la Fiscalía desde que denunció la desaparición de Kellys Zapateiro.

Iris Guzmán describió a su hija como una joven “dócil”, con algunas limitaciones psicosociales, que no le permitían estudiar una carrera profesional. Por eso hacía cursos de cosmetología y manualidades.

APELARON EL FALLO

Ante la decisión proferida por el Juzgado Segundo Penal Especializado del Circuito de Cartagena, la abogada Patricia Pinto Mantilla, defensora pública de Josefa Cardona; y Armando Benedetti Márquez, apoderado de oficio asignado a Andrés Díaz Zabaleta, apelaron el fallo.

Ambos disponen de cinco días hábiles, a partir de hoy, para utilizar ese recurso legal. Sin embargo, el abogado de la víctima también cuenta con el mismo tiempo para contrarrestar los argumentos de los defensores de Díaz y Cardona.

‘NOS QUEDA UN SINSABOR’

En diálogo con

AL DÍA

, el abogado Enrique Del Río González, apoderado de la familia de la víctima, se refirió a la condena.

De acuerdo con lo expresado el jurista, pese a que el crimen ocurrió hace dos años y un mes, “no pudimos verificar las razones por las cuales estos señores actuaron de una manera tan atroz, tan despiadada, tan cruel con una mujer indefensa y su criatura”.

Además, algunos restos de Zapateiro, como son parte de su cráneo, aún no han sido encontrados por las autoridades.

Con respecto a la multa impuesta en contra de los condenados, Del Río la catalogó como “simbólica”, debido a que son casi nulas las posibilidades de que dispongan de los recursos para cumplir lo que estipuló la juez del caso. Ambos terminaron el proceso en su contra con abogados del ministerio público.

El abogado añadió que, no obstante, la familia de la víctima dispone de los recursos legales para buscar el pago de perjuicios causados “a título de reparación directa” que quedarían bajo la responsabilidad de la Policía, debido a que el crimen ocurrió en predios de una estación e involucró a un miembro de la institución como responsable.

“Las víctimas directas e indirectas tendrán la opción de acceder a la justicia contenciosa administrativa y buscar el pago de perjuicios causados (…) Esa ya es otra vía judicial distinta”, puntualizó Del Río.

Iris Guzmán, conmovida tras conocer la sentencia por la muerte de su hija, se abstuvo de entregar declaraciones. Actualmente Guzmán tiene bajo su custodia al pequeño que fue secuestrado por Josefa Cardona.